Vayamos por partes, porque lo primero a decir del nuevo Toyota C-HR “todo eléctrico” es que no se lo debe tomar como una versión más del SUV de la marca más vendido del mercado español. Cuando los japoneses hablan de un vehículo independiente, hacen alusión a su producción llevada adelante sobre la plataforma e-TNGA, destinada a los coches BEV de la firma, pero no menos por los exclusivos elementos de diseño que lo diferencian de los C-HR híbridos lanzados en 2023. Algo lógico en el inevitable lazo general entre propulsión cero emisiones y diseño. Desalmados coches estos que se someten a tales cambios, debo decir.
Basta con echar un vistazo al frontal y a la zaga de este próximo Toyota C-HR+ 2026, que entrará en la competencia de mercado europea de los utilitarios compactos eléctricos a finales del 2025. Afuera las calandras tradicionales por innecesarias, retoques en las entradas de los extremos, ajustes en los faros y en la franja LED posterior. El resultado, un C-HR más frío e inexpresivo. Lamentamos ser reiterativos, pero es lo que vienen perpetrando los eléctricos con su injerencia en las apariencias.
Cuando Toyota nos adelantó la llegada de la segunda generación con el concepto Prologue, la sensación inmediata fue la de estar ante una renovación de alto impacto en el mejor de los sentidos. Esto se confirmó cuando se estrenó el modelo de producción. La descripción de la marca fue certera, más allá de los hábitos de gacetilla de ensalzar los productos propios que definen a las automotrices. En aquel entonces hablaron de un coche “afilado y contundente” que generaba la impresión de estar “a punto de saltar hacia adelante”. En efecto, aquel C-HR llegó al mercado como un SUV con carácter y el pecado que comete dos años después el eléctrico a batería es haber perdido ese carácter, y acercar el modelo más a las líneas del Volkswagen ID.5, por ejemplo, que a las del propio C-HR con motor de combustión.

Hay que hablar de las opciones de batería y de la autonomía máxima que se anuncia en su ficha técnica. La básica se entregará con una capacidad bruta de 57,7 kWh y sólo la llevarán los C-HR+ de tracción delantera. Con la de 77 kWh, que estará disponible tanto en los de tracción delantera como en los de tracción a las cuatro ruedas, este eléctrico estará capacitado para recorrer hasta 600 km con una sola carga. Ahora bien, no esperes experimentar un alto vuelo cuando lo pongas en carretera y viajes de larga distancia.
Hay una certeza y es que, de todos los Toyota C-HR, este nuevo eléctrico será el más potente jamás visto en sus dos generaciones, además de que llegará como el de mejor aceleración. Los más de 220 caballos que genera el híbrido enchufable los veremos en el BEV de tracción delantera con la batería superior. El tope de potencia lo tendrá el todocamino, que en los datos preliminares oficiales adelanta más de 340 CV. El resultado será un 0 a 100 apenas por encima de los cinco segundos. En 5,2 segundos, para ser exacto. La contracara, insisto, es probable que la comprobemos en una velocidad máxima que nos dejará con las ganas de más.
El Toyota C-HR seguirá vendiéndose y seguirá colocándose entre los más vendidos del mercado, pero en la inevitable comparativa con el híbrido no percibo aquel alto impacto y lejos parece de aquella revolucionaria aparición. El carácter se ha perdido.
Mauro Blanco
electrico? que asco! Creí que esto era una pagina de autos, no de excremento.
Y eso no es un suv es un HATCHBACK.