Durante el Salón del Automóvil de París del 2024, para el Grupo Renault no todo fue el estreno del Renault 4 E-Tech y su diseño que, a decir verdad, deja bastante que desear. Allí también estuvo el concepto de shooting brake Embleme, que presumió de su tecnología de avanzada. Una participación por demás grata y satisfactoria fue la del coupé R17 Restomod eléctrico, una de las reinterpretaciones de clásicos a la que recomiendo prestar atención.
Pero lo más convocante estuvo en Alpine, porque fue en su stand donde los espectadores conocieron al tope de gama del A110: el Alpine A110 R Ultimate –¿imaginan un cuatro cilindros de 330.000 euros? Pues bien, lo dicho–. En la apertura, uno de los pilotos del equipo de Fórmula 1: Pierre Gasly a bordo del A524… sólo que a bordo del simulador. No fue el monoplaza F1 en su versión virtual el único V6 turbo híbrido presente en el espacio de la marca francesa.
La gran estrella fue el Alpine Alpenglow Hy6, la evolución del concepto que había comenzado presentándonos un motor de combustión de cuatro cilindros alimentado con hidrógeno tres temporadas atrás –el Hy4–, ese que en su momento vimos tanto en el circuito de Spa y su mítica Eau Rouge como en la 92° edición de Las 24 Horas de Le Mans, competencia para la cual los 740 caballos del Hy6 ya iniciaron su cuenta regresiva. El futuro de Alpine con el hidrógeno parece consolidarse, a juzgar por recientes declaraciones. Ahora resta esperar si la edición de 2028 de Le Mans marca el punto de partida.
Además de su espera en calma hacia la Sarthe, este hipercoche tiene futuro en la carretera. Cuando Philippe Krief habló con Top Gear, además de reconocer la intención de ponerlo a punto hacia el deporte de motor, agregó que su desarrollo incluye una homologación de superdeportivo de calle, aunque bien sabe el CEO que tal paso depende en buena medida del asentamiento de la red europea de hidrógeno para hacer llevar a la producción un coche de su magnitud con este tipo de propulsión.
Alpine Alpenglow Hy6: del cuatro cilindros al V6 a la vista
Es notoria dicha evolución, que parte de los cambios aerodinámicos, de ventilación y ligereza propios de la reconfiguración mecánica hacia el V6 3.5 litros que ahora lleva en posición central. Un agregado necesario para este motor superior ha sido el conjunto de seis ranuras de refrigeración repartidas a ambos lados de la toma de aire de fibra de carbono del techo, justo antes del comienzo de la aleta de tiburón –aumentada en tamaño– hacia la zaga.
Una zaga que le dijo au revoir al puente transversal que en el Hy4 unía los pasos de rueda. ¿Qué sentido tendría exhibir un cuatro cilindros en línea? Con la sustitución a cargo del V6, el sector trasero terminó adoptando una cubierta de cristal sutilmente laminada en azul. Con ella, y la ausencia del puente, el sector trasero se despejó para hacer del motor de combustión una obra en sí misma a la vista. Y una obra en sí misma es el impactante difusor de carbono. ¿Quieren más singularidades? Al frente, replegada entre el parabrisas y el capó, la suspensión viaja a la vista. En los lados, el coche lleva retrovisores digitales.
Desde la revelación del prototipo inicial, una de las especificaciones más peculiares, y que se conserva con la evolucionada versión, es el acceso al habitáculo. No son puertas de apertura de tipo tijera convencionales, pues, si observan con atención en el video de Instagram de Minoldesign –a cargo de las sesiones fotográficas exteriores de Alpine–, se elevan desde la línea de cintura, aunque en disposición orientada para que no le sea del todo incómodo al piloto. ¡Un ingreso que invita a acelerarlo a fondo!
De allí en adelante, las fotos del interior no abundan, sino todo lo contrario. Al menos, de momento, son las imágenes de la cabina del Hy6 las que escasean –un plano de su volante publicado por Alpine y no mucho más–, pero, dado que puertas adentro no ha habido un rotundo cambio general, lo que he encontrado del Hy4 sirve para acompañar y graficar los datos técnicos del más reciente Alpenglow.
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Al interior de esta prometedora máquina francesa
“Algunas fotos chulas de Minoldesign y otras de mi triste cámara del móvil”, publicaba sobre el Hy4 Marc Poulain, jefe de Diseño Avanzado de Alpine desde el 2022, cuando llegó tras una temporada en SEAT y, posteriormente, 11 años en Ferrari. En Maranello trabajó, por ejemplo, en el diseño del SF90 Stradale.
En aquel posteo de agosto del año pasado, Poulain difundió tomas de diferentes secciones del interior: la butaca, el volante de carrera y el triángulo luminoso en forma de ballesta que se forma desde la franja longitudinal que ingresa desde el capó y que tanto identifica a este proyecto. En el marco de las 24 Horas de Le Mans del 2024, ya había compartido una breve toma panorámica concentrada en el salpicadero.
¿Qué hay de los datos duros? Pues, el Alpenglow, con destino de monoplaza, no se priva de una tradicional y moderna combinación de materiales como la de la Alcántara complementándose con la fibra de carbono y el aluminio. Una de las novedades radica en los soportes agregados para montar cámaras que capten tanto el sonido del alto rendimiento como las imágenes de cabina al momento de su desempeño en circuito.
La iluminación lo es todo en el Alpenglow Hy6, un lenguaje en sí mismo que se acentúa con diferentes funciones tanto en el asiento como en el mencionado triángulo. Mientras el tapizado de las butacas reacciona a la luz reflectando majestuosas tonalidades azules metalizadas, la “ballesta” indica, a través del cambio de colores, diferentes situaciones de conducción como la intensidad de las fuerzas G laterales, las revoluciones del motor y la velocidad a la que se corre. Que correrá, démoslo por hecho. Una máquina, alimentada por hidrógeno, sí, pero una máquina al fin.
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Mauro Blanco
Veo arte en los coches y en sus diseños una potencia que va más allá de las cifras. Ex conductor de Renault 12 rojo modelo 1995 de épicos e imprevisibles episodios, al que recuerdo por la hostilidad de su volante, pero, sobre todo, por nunca haberme dejado en el camino.COMENTARIOS