El salón de Frankfurt fue el lugar elegido por SEAT para la presentación del modelo que, durante un buen puñado de años, fue casi el sustento de la marca por sus elevadas ventas: la primera generación del SEAT León –se le conoce como León 1M–. Como suele ser costumbre en la firma, tomaba el nombre de una ciudad española, en esta ocasión, situada en Castilla y León –nada que ver, por tanto, con el animal–.
Aquella presentación suponía la entrada de SEAT en el segmento de los compactos, una de las parcelas de mercado donde la marca llevaba tiempo sin estar presente. En aquellos años, no estar en liza en dicha categoría, suponía perder pingües beneficios, pues era la más popular en Europa con mucha diferencia. El segmento C siempre acaparó el mayor número de ventas en el Viejo Continente y SEAT no podía permitirse estar ausente, más aún cuando Volkswagen siempre estaba ahí para apretar.
Para su diseño se recurrió al siempre polifacétivo Giorgetto Giugiaro, aunque el italiano no partió de una hoja en blanco, sino de la segunda generación del SEAT Toledo, un coche que también diseñó él y que se destapó como un automóvil muy equilibrado, interesante y sí, también muy popular. Ciertamente, el señor Giugiaro no se complicó en exceso, pero fue capaz de, con “solo” eliminar el tercer volumen del Toledo, crear un coche con personalidad propia, que, todo sea dicho, fue uno de los pilares de su éxito.
Una de las particulares de la primera entrega del León, además de compartir la plataforma con el Volkswagen Golf IV y con la primera edición del Audi A3 –y su diseño interior, por cierto–, era que solo estuvo disponible con carrocería de cinco puertas. En la época se decía que Volkswagen quería limitar las ventas del León para que no pisara la popularidad del Volkswagen Golf, que sí estaba disponible con diferentes carrocerías. No vamos a decir que esto sea verdad, pero tampoco lo vamos a negar, porque el SEAT León tuvo otra particularidad, y es que nunca, en ninguna versión, fue más potente que el Golf a pesar de montar los mismos motores.
El desarrollo completo del SEAT León costó nada menos que 35.000 millones de pesetas de aquellos años, unos 2.104 millones de euros sin tener en cuenta la inflación. Volkswagen buscaba dotar a SEAT de un talante deportivo, algo así como la Alfa Romeo de VAG y durante algunos años, así parecía ser, pues fue entonces cuando se comenzó a otorgar a los SEAT una gran dinámica de conducción, motores potentes y versiones deportivas, como los SEAT León FR y SEAT León Cupra R. ¿Y qué decir del SEAT León Cupra 4?
SEAT se encontraba en un gran momento y la primera generación del León solo llegó para confirmarlo y además, para multiplicarlo. Durante muchos años, el SEAT León fue el coche más vendido de la marca con diferencia, sobre todo con los famosos motores 1.9 TDI de 90 y 110 CV. También contó con versiones de 130 y 150 CV del mismo motor, así como unos raquíticos y fuera de lugar 1.4 de 75 CV y 1.9 SDI de 68 CV. Especialmente interesante era el 1.8 20vt con 180 CV, que primero dio lugar al SEAT León Sport, y luego, al León FR –lo mismo que ocurrió con el 1.9 TDI de 150 CV–.
La producción del SEAT León 1M se detuvo en el año 2005 tras haber comercializado 514.438 unidades.
Javi Martín
Si me preguntas de donde viene mi afición por el motor, no sabría responder. Siempre ha estado ahí, aunque soy el único de la familia al que le gusta este mundillo. Mi padre trabajó como delineante en una empresa metalúrgica con mucha producción de piezas de automóviles, pero nunca hubo una pasión como la que puedo tener yo. También he escrito un libro para la editorial Larousse sobre la historia del SEAT 600 titulado "El 600. Un sueño sobre cuatro ruedas".Marcó claramente un punto de inflexion, este segmento no fue incluido por ejemplo en la gama Skoda, a pesar de ser uno de los mas importantes, sino el que mas, en el continente europeo.