Coches. Qué máquina tan peculiar, ¿verdad? Levanta pasiones, pero también es objeto de presiones, de leyes muy estrictas y hasta de persecuciones por parte organizaciones. El coche ha sido capaz de cambiar las vidas de las personas y hasta de moldear el paisaje para su beneficio, de crear industrias a su alrededor y de generar trabajo para miles de personas. Y, sin embargo, la compra de una de estas máquinas siempre tiene un montón de interrogantes a su alrededor, que, en ocasiones, se suelen pasar por alto. Y os ponemos un ejemplo: ¿acaso alguien piensa en el seguro de coche cuando se dispone a comprar uno? Seguro que no, es una sorpresa que nos encontramos después, ¿a que sí?
El seguro de coche es un tema delicado, y también sumamente importante. Y no lo decimos porque sea obligatorio por ley, que también, sino porque un seguro de coche es algo así como una red de seguridad, está ahí, a la espera, solo funciona cuando hace falta y creernos que cuando hace falta, todos damos gracias de tener contratado un seguro de coche. Con la póliza en activo, estamos cubiertos ante muchas cosas, como por ejemplo, un golpe a otro coche, tirar una señal vial –ocurre más veces de las que se pueda pensar– o incluso frente a un atropello, una situación que puede suceder cuando circulamos mucho tiempo por el centro de las grandes ciudades.
La cuestión es, ¿qué seguro de coche contrato? Evidentemente, lo mejor es buscar uno que nos cubra en el mayor número de situaciones posible, que nos deje elegir taller y por supuesto, que sea barato. Vamos, que tenga, como se suele decir, las “tres B”: bueno, bonito y barato. Sí, una odisea, porque lo barato no es bueno, o no es bonito, y lo bonito, al igual que lo bueno, no es barato. No obstante, también hay seguros para coche personalizables, es decir, que puedes adaptar a tus necesidades y además, con un pago mensual, que suele ser más fácil de afrontar que un pago anual.
Además, también está la cuestión del tipo de seguro. ¿A terceros o a todo riesgo? Siempre depende del coche, de los kilómetros que se hagan e incluso de la zona donde se viva. Por ejemplo, si apenas conduces tu coche y solo circulas por carretera, quizá sería interesante un seguro a terceros o a terceros ampliado –el ya conocido “robo, lunas e incendio”–, pero si circular constantemente por ciudad y coges el coche diariamente, lo mismo es interesante un todo riesgo, pues al estar más expuesto a posibles percances, siempre es mejor tener una red de seguridad más grande y fuerte, ¿verdad? Pero además, hay otra modalidad: el seguro a todo riesgo ampliado más pérdida total, que incluye la pérdida total del vehículo, algo que, hasta el momento, solo lo ofrecía el seguro a todo riesgo.
Por supuesto, las aseguradoras evolucionan y hay algunas que ofrecen una aplicación para el teléfono móvil, especialmente diseñada para la gestión de la póliza, rellenar partes de accidentes incluso con audio, añadir fotos –imprescindible en todo accidente– y contactar con asesores de la aseguradora para realizar cualquier gestión. Ahora, incluso se usa GPS para que la aseguradora pueda saber dónde se encuentra nuestro coche, lo que ayuda muchísimo cuando ocurre algo y necesitamos asistencia.
El secreto está en consultar e informarse todo lo posible, porque a estas cosas aquí descritas, también puedes añadir otros servicios que ofrecen muchas aseguradoras. No te conformes con lo primero que encuentres, aunque el precio sea una ganga, investiga, pide información y busca siempre el mejor equilibrio entre servicio y coste.
Redaccion
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