El vehículo que puedes ver en las imágenes es el resultado de más de dos años de trabajos en el seno de la marca del óvalo, con un objetivo claro: construir el Ford Mustang más capaz de la historia. A juzgar por los datos ofrecidos con su presentación hace escasos días, este Ford Mustang GTD cumplirá con creces las metas marcadas. Al mismo tiempo, servirá de ejemplo para demostrar que un muscle car también puede transformarse en una máquina perfecta para exprimir el cronómetro en un circuito.
Érase un coche de carreras a un portamatrículas pegado
Tal y como la propia marca ha comentado, se trata de un automóvil de carreras homologado para circular también por vías públicas. El referente más cercano para este aparato está constituido por la versión GT3 de este modelo, presentada hace unos meses y destinada a reeditar, con la debida distancia, glorias pasadas del fabricante americano en el circuito de La Sarthe. De hecho, el vehículo que estará disponible para su adquisición ofrece una potencia superior que la versión de carreras. Cosas de las normativas.
Estamos obsesionados con la tecnología de competición que hay bajo su piel. Lo que lo hace andar es incluso más convincente que lo que puedes ver cuando estás cerca de él”, afirmó Mark Rushbrook, director global de Ford Performance Motorsports
Este Ford Mustang GTD incorpora una versión del propulsor de ocho cilindros en uve —denominado Coyote— con 5,2 litros de capacidad. Gracias a la sobrealimentación, su nivel de potencia ronda los 800 CV —la marca no ha querido especificarlo, por ahora— a 7.500 revoluciones por minuto. En todo caso, se trata del modelo de calle con el logotipo de Ford más potente de la historia.
De las concretas características de este propulsor, y desde el punto de vista del rendimiento, cabe destacar el sistema de lubricación por cárter seco, adecuado para evitar que las partes móviles del motor dejen de estar bañadas en aceite debido a las inercias generadas por dar curvas a gran velocidad. Cogiendo la lupa emocional, debemos mencionar sus válvulas activas de titanio, que prometen un sonido de notas excepcionales —Ford lo ha dicho así—.
En este proyecto ha trabajado, de hecho, una parte del equipo que desarrolló el Ford Mustang GT3. El vínculo es inevitable, puesto que su evolución ha sido también responsabilidad de Multimatic, colaborador de los norteamericanos también en la concepción del modelo de carreras. El prestigio en competición de la compañía canadiense es incuestionable y, para quienes estén despistados, cabe apuntar que son uno de los cuatro fabricantes habilitados por el ACO para los chasis de categoría LMDh.
Esto es lo que ocurre cuando cogemos aquello en lo que somos buenos y vamos más allá de los límites para ver hasta dónde podemos llegar. Representa la esencia de la transformación que estamos viviendo en Ford, que va desde el software hasta los vehículos de edición especial”, ha comentado Jim Farley, presidente de Ford
Ford Performance no ha dejado nada a salvo de sacrificio por vencer en su apuesta por extraer las más altas prestaciones posibles de la plataforma del Ford Mustang. Del mismo modo que su brazo de competición tiene puestos sus ojos en el automovilismo de tradición europea —la Fórmula 1 y las 24 horas de Le Mans son recientes apuestas de los estadounidenses—, el desarrollo de este Ford Mustang GTD ha seguido la pertinente homologación popular continental: el circuito de Nürburgring.
Con el objetivo de marcar un tiempo que levantara cejas y despejara dudas sobre las posibilidades de cualquier coche con el apelativo Mustang cuando las rectas se terminan y hay que afrontar una curva, su carrocería y su tren de rodaje han sido puestos a punto con el pertinente cuidado. Las formas de sus paneles demuestran que el objetivo principal es el de incrementar en lo posible el apoyo aerodinámico de este automóvil, además de permitir una buena refrigeración de sus componentes, gracias a las numerosas salidas de aire.
En este sentido, el Ford Mustang GTD también se ve favorecido por la inexistencia de equilibrios de prestaciones en este mercado basado en la libre competencia. A decir verdad, es más fácil sobresalir con un coche de calle que con uno de competición, tal y como están las cosas ahora. Dos soluciones que no están permitidas en La Sarthe o en otros campeonatos que acogen a prototipos GT3 son los aletines controlados hidráulicamente situados en su frontal y el alerón trasero activo en la zaga, este último opcional.
Puesta a punto de su tren de rodaje a prueba de Nürburgring
Una perfecta distribución de pesos y la ligereza del conjunto también han sido ejes sobre los que ha pivotado el desarrollo de este Ford Mustang GTD. El fabricante norteamericano afirma que la masa de este vehículo está casi perfectamente distribuida al cincuenta por ciento entre ambos ejes. Las llantas de construcción ligera, de aluminio o magnesio forjados —estas últimas muy similares a las empleadas en competición por la versión GT3— y siempre de 20 pulgadas de diámetro, consiguen disminuir la masa no suspendida del coche.
El centro de gravedad del Ford Mustang GTD es tan bajo como ha sido posible. Su carrocería no puede ser más liviana, puesto que la fibra de carbono es el material utilizado para casi todos los elementos visibles: los pasos de rueda, el capó, los umbrales de las puertas, el splitter delantero, el difusor trasero, el alerón, el techo…
También es de este material la pieza que hace las veces de tapa del supuesto maletero. Porque en este Ford Mustang GTD la practicidad no está presente en ningún plano, y el lugar destinado en cualquier otra versión de calle para cargar las maletas o las bolsas de la compra está ocupado ahora por parte de los componentes de su suspensión, en este caso, la del eje trasero. El sistema al completo es de carácter semiactivo y está fabricado por la propia Multimatic. Esta permite adaptar su puesta a punto para optimizar el rendimiento del vehículo en función del uso concreto. En Modo Pista, la altura libre al suelo se rebaja en 40 mm. Además, su reglaje en el tren delantero, firme y que transmite rigidez, está destinado a afrontar con confianza giros a alta velocidad.
Estamos muy orgullosos de nuestro trabajo en el Mustang GTD. Demuestra cómo es nuestra tecnología de suspensión de válvulas DSSV de última generación, con capacidades que ni siquiera están permitidas en competición. El Mustang GTD establece un nuevo punto de referencia para los vehículos performance homologados para la carretera; estamos deseando que los clientes experimenten la emoción de conducirlo”, añadió Larry Holt, vicepresidente ejecutivo de Multimatic Special Vehicle Operations
A ese mismo objetivo servirá el generoso apoyo aerodinámico propiciado por su carrocería que, en último término, incidirá sobre la superficie de contacto con el suelo. En este sentido, en el eje delantero se equipan neumáticos de 325 milímetros de anchura —misma medida que los traseros en un Ford Mustang GT, aclara la marca—, por 345 mm para los posteriores. La misión de detener a este velocísimo automóvil corresponde a unos frenos provistos por Brembo, de material carbocerámico. Los del eje trasero cuentan con unos conductos de aire específicos para facilitar su refrigeración.
Hasta aquí, su cercanía con el modelo de carreras es más que aplaudida por potenciales compradores y por los aficionados en general. En su interior, para conseguir el pleno de aciertos, la marca ha preferido jugar sus cartas de otro modo, y es que no es difícil intuir que a nadie le atraerá, por cómodo, el espartano habitáculo propio de un automóvil de competición. Aunque Ford Performance se ha llevado por delante los asientos traseros, el interior de este Ford Mustang GTD ofrece materiales de alta calidad, como una microfibra fabricada por Miko y el cuero que cubre otras zonas.
Que su hábitat sea el circuito lo condiciona todo, salvo su habitáculo
No obstante, también aquí hay otros detalles que hacen evidente el carácter de este modelo y su compromiso con las altas prestaciones. De nuevo la fibra de carbono es el elemento evocador de las carreras, y está presente en algunas molduras. El titanio, utilizado para algunos controles y mandos giratorios, es el material relativamente exótico que sirve de complemento. Estos elementos están formados mediante técnicas de impresión 3D y aportan la nota curiosa, puesto que proceden de piezas recuperadas de diversas unidades del Lockheed Martin F-22 —Raptor—, un avión de combate.
Aunque este Ford Mustang GTD es, a todas luces, un modelo apto para circular por las vías públicas, también podemos considerarlo otro miembro más de la familia actual de modelos de carreras del muscle car americano. Sería muy interesante ver el resultado de un hipotético enfrentamiento entre una unidad de cada uno de ellos, los GT3, GT4 y Dark Horse R, y no sería descabellado que los datos del ganador incluyan un número de matrícula. Como decíamos, el anillo norte de Nürburgring ha sido un escenario recurrente en el desarrollo del modelo. Ford no ha querido especificar el mejor tiempo marcado por este Ford Mustang GTD en sus ensayos alemanes, solo desveló que este estaba por debajo de los siete minutos. Se trata de una barrera al alcance de poquísimos automóviles de calle en la actualidad. De hecho, solo una quincena pueden presumir de encontrarse en este club, que está presidido por un Mercedes-AMG One que dio la vuelta al Nordschleife en 6 minutos y 30,705 segundos.
Aún habrá que esperar algunos meses antes de que se inicie la comercialización de este Ford Mustang GTD. La propia marca no ha precisado si esta dará comienzo a finales de 2024 o principios de 2025, como tampoco el número de unidades que se producirán, aunque sí especifica que será una serie limitada. Ford empezará con el ensamblado de cada una de ellas en sus instalaciones de Flat Rock, Míchigan, para ser trasladadas posteriormente a Markham, ciudad canadiense inscrita en el área metropolitana de Toronto, donde Ford Performance y Multimatic, propietaria de la planta, finalizarán a mano el proceso. El “precio de venta sugerido por el fabricante” para este Ford Mustang GTD será de 300.000 dólares estadounidenses —unos 275.000 euros, según el tipo de cambio a día de hoy—.
David García
No conozco sensación mejor que la de un volante en las manos. Disfruto también con ellas sobre el teclado, escribiendo ahora para vosotros algo parecido a aquello que yo buscaba en los quioscos cuando era un guaje.COMENTARIOS