El Rolls-Royce Spectre será el nuevo modelo de la marca cuando termine su proceso de desarrollo, que está teniendo lugar actualmente, a lo largo del próximo año. Supondrá el primer vehículo puramente eléctrico de la marca, lo cual significa una novedad, pero mantendrá vigentes todos los elementos básicos que le harán reconocible como un verdadero Rolls-Royce.
Más allá de que, efectivamente, la propulsión eléctrica encaje como un guante en la idea de conducción silenciosa asociada con los vehículos de la marca originaria de Goodwood, el nuevo modelo mantendrá también vigente la fantasmagórica tradición para su nomenclatura, y ahora, gracias a unas declaraciones del director ejecutivo de la compañía, Torsten Müller-Ötvös, hemos descubierto algunos detalles más detrás de la decisión para bautizarlo con este nombre.
En años recientes, tan solo dos de sus modelos han recibido denominaciones fuera del campo semántico espectral: el Rolls-Royce Dawn y el Rolls-Royce Cullinan. El primero de ellos recibió dicho nombre –”amanecer” en español– ya que significaba un nuevo comienzo para la marca. La denominación Cullinan trae cuenta del diamante más grande jamás descubierto, epónimo del vehículo, encontrado en Sudáfrica durante la época de dominación británica y que fue entregado a la familia real a principios del siglo XX. Así pues, después de los Rolls-Royce Phantom, Ghost y Wraith, la marca recuperará un nombre que no es ajeno para la compañía, si bien nunca hasta ahora se ha empleado para un vehículo de producción.
“Es el Rolls-Royce más esperado de la historia. Libre de las restricciones asociadas a los motores de combustión, nuestro vehículo a baterías ofrecerá la más pura expresión de la experiencia Rolls-Royce en 118 años de historia”, Torsten Müller-Ötvös, director ejecutivo de Rolls-Royce
Se trata de un nombre especial para la historia de la marca, que apareció por primera vez en un vehículo de pruebas en 1910. Era el chasis 1601, que fue empleado por el director comercial por entonces de Rolls-Royce como vehículo de demostración. Su nombre completo fue The Silver Spectre, y como decimos significó el primer uso registrado del apelativo Spectre por la marca. Este prototipo terminó dando lugar a los modelos de la serie Phantom III. Dicha denominación tendría sucesivas iteraciones en décadas posteriores.
El propio director ejecutivo de la marca, Torsten Müller-Ötvös, recalca la conexión entre el futuro modelo de Rolls-Royce y los prototipos que históricamente habían sido denominados con el nombre Spectre. En declaraciones recogidas por nuestros compañeros de Carbuzz, el directivo hace referencia a la asociación de este apelativo con “innovaciones técnicas rupturistas, la incansable búsqueda de la perfección, y un sentido de misterio e imagen de otro mundo”, todas ellas cualidades que considera que se condensan en el modelo que el fabricante de origen británico está a punto de lanzar al mercado.
Hay una agradable simetría entre las series Spectre del pasado y la encarnación de hoy. En nuestra historia, este nombre es sinónimo de innovación técnica y desarrollo, y de vehículos Rolls-Royce que van a cambiar el mundo. Pese a que están separados por casi un siglo, tanto los Spectre de los años treinta del siglo pasado como el de hoy día son manifestaciones de tecnologías de propulsión que darán forma a nuestros productos y a las experiencias de los clientes durante las próximas décadas“, Torsten Müller-Ötvös, director ejecutivo de Rolls-Royce
Actualmente, el prototipo que dará lugar al futuro Rolls-Royce Spectre se encuentra completando las últimas fases de su desarrollo, como ya os contamos aquí hace unas semanas. Se espera que este pueda estar listo antes de finales del año próximo, para que las primeras unidades sean entregadas a sus compradores durante el último trimestre de 2023.
David García
No conozco sensación mejor que la de un volante en las manos. Disfruto también con ellas sobre el teclado, escribiendo ahora para vosotros algo parecido a aquello que yo buscaba en los quioscos cuando era un guaje.COMENTARIOS