Sobre el McLaren F1 se han vertido ríos de tinta, tanto química como electrónica. En una sección de reseñas cortas como es esta no os vamos a descubrir nada; es un simple homenaje, pues ya nos extendimos cuando cumplió 25 años. La admiración que provoca este pura sangre con ruedas en aficionados y legos en materia automovilística es tal, que calificativos como mito, leyenda o icono han quedado atrás, dando vueltas en el aire tras pasarlos como una exhalación. Haber detentado el honor de ser el coche de producción más rápido del mundo (386 km/h), deja huella. Ganar las 24 Horas de Le Mans en su debut, también.
No sé si en todos los modernos juegos/simuladores de coche para PC y consola está incluido, pero en la saga “Need for Speed” debe estar en todos los títulos que conozco. De otro modo es más complicado probarlo, porque el precio del McLaren F1 se escapa un poco del presupuesto mileurista… Lo bueno de la modalidad virtual es que, cuando te estrellas, no arrugas tanto el ceño como lo hizo Mr. Bean. Alguna ventaja ha de tener el método.
El McLaren F1 es un coche que de verdad requiere manos; la forma en la que empujan los 635 CV y 649 Nm de par, entregados por el propulsor atmosférico BMW a este superdeportivo, que no cuenta con ninguna ayuda a la conducción, se acerca más que en otros coches a la experiencia que el propio Bruce McLaren debió experimentar al volante del M7C, cuando quedó tercero en el GP de Alemania de 1969. El modelo de calle es más pesado, pero al igual que en un Fórmula 1 de entonces, o pisas sin prisa pero sin pausa, o el susto está casi garantizado. De esto Elon Musk sabe algo.
Delco
Más que la Historia, me gustan las viejas historias que huelen a asfalto, carreras y gasolina.Verdad de la buena.
Este híper vehículo tiene un mundo a parte, para él solito, un mundo habitado por el mencionado Elon Musk o, no menos importante, Mr.Bean (que también algo sabe xD), entre otros.