Hace 21 años que en España dejamos de poner el distintivo provincial a las matrículas, una “costumbre” que tenía prácticamente un siglo de inercia. Fue en Mallorca donde se matriculó el primer coche en España, allá por 1900, el PM 1. Actualmente tenemos un sistema que no indica el territorio de primera matriculación, desde 0000 BBB, lo cual ha favorecido el mercado de coches de segunda mano notablemente.
Una de las ventajas del actual sistema de matriculación, con cuatro cifras numéricas y tres letras, es que permite determinar la antigüedad del vehículo de un vistazo porque es secuencial y único, antes había 52 numeraciones diferentes. En ocasiones, nos encontraremos con algún coche que tenga una matrícula que no le corresponde por ser muy moderna; y si fuese anterior a su comercialización en España, es falsa y hay que avisar a la policía.
Pueden darse dos casos de encontrarnos con un coche rematriculado. La primera causa es que sea un modelo comercializado antes del año 2001 -septiembre de 2000, para más precisión-, y cuya primera placa de matrícula fue con distintivo provincial; también puede ser un coche con anterior matrícula diplomática, que fuese de uso policial, etc.
La segunda causa es que se trate de un coche importado, es decir, su primera matriculación no fue en España. Es muy evidente en el caso de modelos americanos o JDM, pero no queda tan claro con coches europeos.
A la hora de buscar coches de segunda mano online tienes que tener en cuenta este pequeñito detalle. Hay algunos tratos que pueden salir mal si compras un coche a un particular, está claramente rematriculado, y desde hace poco tiempo. Para empezar, trazar el historial del vehículo se hace bastante complicado con anterioridad a la entrada en nuestro país.
Los coches nacionales matriculados desde 2001 no tienen la necesidad de recibir matrículas más modernas que las que les corresponde, salvo que se hayan usado con placas especiales para usos muy concretos
Comprar un coche importado no tiene nada de malo per se. En el caso de comprárselo a un compraventa o profesional, este tiene que dar un año de garantía igualmente. Sin embargo, un particular solo dará seis meses contra vicios ocultos, lo cual no siempre es fácil de reclamar amistosamente.
Por ejemplo, supongamos que te interesa un coche usado del 2014, en muy buen estado, pero con una matrícula que cuyas letras empiezan por Lxx. Significa que se ha matriculado hace meses, salta a la vista que ha sido importado desde otro país, ya sea comunitario o extracomunitario. En la documentación se podría comprobar la fecha de primera matriculación declarada (puede no ser exacta), que determina su edad a efectos administrativos.
Es muy probable que se trate de un particular que se ha traído el coche del extranjero para sacarle algún beneficio, competencia desleal a negocios legítimos -y rayando la ilegalidad-. Esto no es algo intrínsecamente malo, pero si el vehículo ha estado en su posesión poco tiempo, cuanto menos nos tiene que hacer sospechar. Si en la descripción del anuncio indica “único dueño”, salvo que pueda demostrar que el coche fue siempre suyo en el extranjero y ahora decide venderlo en España, lo sensato es rechazar esa unidad.
Ante la duda, hay que pedir el informe del vehículo a la DGT o a una empresa especializada en seguir la pista a vehículos en distintos países a partir de su número de bastidor. Y si ves algo raro, a por otro coche, ya que corres el riesgo de ser víctima de una estafa o de comprar un problema de cuatro ruedas.
En España las matrículas no son reutilizables en otros coches -como en el Reino Unido- ni van ligadas al propietario -como en Alemania-. Están ligadas al vehículo desde que recibe la matriculación ordinaria y hasta que se da de baja de forma definitiva.
En el caso de los históricos, con más de 30 años, pueden lucir una nueva matrícula (desde H 000 BBB) o mantener la suya original aunque se haya realizado el trámite administrativo correspondiente. Si vienen del extranjero solo pueden lucir la placa histórica asignada, aunque les corresponde en su expediente una matriculación ordinaria como si fuese completamente nuevo.
Redaccion
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