Actualmente, cuando piensas en un vehículo práctico y pequeño, casi seguro que tus búsquedas y pensamientos se centrarían en un SUV o crossover del segmento B. Pero hasta hace no mucho, podías encontrar un práctico familiar del segmento de los vehículos utilitarios como el que hoy nos ocupa, el Peugeot 207 SW. Un vehículo que te aportaba una practicidad muy similar a la de cualquier SUV actual, a menor coste, y que además, dinámicamente, iba mucho mejor.
Comercializado el 207 entre el año 2006 y el año 2014, y sustituto del exitoso 206, no encontraríamos su variante familiar disponible hasta junio de 2007, estando a la venta durante un tiempo más tras la llegada de su sucesor, el 208. Recibiría una ligera actualización como el resto de la gama a finales del año 2009 para mantenerlo fresco a mitad de su ciclo de vida. Previamente vimos su precedente de carrocería, el Peugeot 206 SW.
Sus rivales se podían contar con los dedos de una mano. Estos eran principalmente el Renault Clio Grand Tour, el Škoda Fabia Combi y el SEAT Ibiza ST. Sin salirnos “de la casa”, podíamos considerar como rival al Citroën C3, un utilitario de carácter también práctico gracias a su carrocería tipo monovolumen, aunque no estaba a la altura del 207 SW en cuanto a espacio disponible para el equipaje.
Compartía como es lógico plataforma y alguno de los motores con las variantes de tres y cinco puertas del 207 -básicamente se quedaban fuera los menos y más potentes-. El incremento en la longitud de su carrocería se iba directamente por detrás del eje trasero, hacia el maletero. En el Salón de Frankfurt se presentó una versión más apta para circular fuera de carrera, el 207 SW Outdoor, ya con algunas pintas SUV.
Sus dimensiones exteriores eran de 4.160 milímetros de longitud, 1.740 mm de anchura y 1.520 mm de altura. Esto eran 130 milímetros extra de longitud, la altura se veía incrementada en 50 mm y la anchura variaba levemente, siendo 20 milímetros mayor que en el resto -igual que la del Coupé Cabrio o CC-. La distancia entre ejes de 2.540 milímetros era común a toda la gama, por lo que el espacio disponible para las piernas de los pasajeros traseros era igual en todos -quitando la variante CC-.
Al ser más corto que sus rivales directos, le permitía ser más manejable sobre todo en el territorio urbano, pero por el contrario, el maletero era considerablemente más escueto -337 litros frente a más de 400 litros en todos sus rivales-.
El habitáculo de este 207 SW era suficiente para cuatro pasajeros y su equipaje. La plaza central trasera era solo recomendable para un niño y no demasiado “crecidito”. Recorriendo su interior con la vista y el tacto, podíamos decir que los materiales estaban relativamente bien, con superficies blanditas en la parte superior del salpicadero y sus ajustes, por lo general, eran buenos, sin holguras y con buenos ajustes entre piezas.
Como aporte a la practicidad de este SW, la parte de cristal del portón posterior se podía abrir de manera independiente, permitiendo cargar bártulos en espacios reducidos. Otro aporte a su carácter práctico era la posibilidad de montar de manera opcional barras portaequipajes en el techo. Acentuaban su imagen de coche familiar, pero generaban ruidos aerodinámicos a altas velocidades.
Dinámicamente, y como casi cualquier Peugeot, era un coche ante todo estable, cómodo y con un buen tacto de su dirección asistida, fallando un poco en el tacto de su cambio de marchas, que aun así no era malo del todo y era relativamente preciso en su guiado. La transmisión podía ser de cinco o seis velocidades según versión, y con la posibilidad de montar una caja de cambios automática de solo cuatro velocidades en la motorización de gasolina más potente.
Pese a ser bastante estable este 207 SW, no invitaba a realizar una conducción muy dinámica, ya que se dejaban ver enseguida notables balanceos y cabeceos en su carrocería. Sus motorizaciones eran cuatro en total. Dos gasolina VTi 1.4 de 95 CV y 1.6 de 120 CV -de la familia Prince-, que realizados junto a BMW, eran compartidos entre otros, con el Mini de segunda generación o R56. El tope de gama era el 1.6 de 136 CV para la versión RC.
En el terreno del gasóleo dos motorizaciones 1.6 HDi, con 90 y 110 CV -con 92 y 112 CV desde 2009-. La motorización más potente de gasóleo era la única que llevaba caja de seis velocidades -. Todas transmitían su potencia al eje delantero e iban colocadas en posición delantera transversal -no era esperable otra arquitectura en un utilitario del sigo XXI-. Su esquema de suspensiones era de tipo McPherson para el eje delantero y de tipo semi independiente para el posterior. Todas las versiones llevaban frenos de disco en ambos ejes.
Dado su carácter familiar, casaba mejor cualquiera de las motorizaciones de gasóleo, por su mayor dosis de par y mejor rendimiento con el vehículo cargado. Si padecías de alergia al gasóleo, mejor tirar a por la motorización de 120 CV en gasolina, la de 95 CV se quedaba muy corta.
Debido a la fiebre SUV/crossover y a las ventas testimoniales de las variantes familiares en el sur de Europa, el 207 SW no contaría con sucesor en el 208. Si te quieres hacer con uno, los hay disponibles desde aproximadamente 2.000 euros con una buena cantidad de kilómetros. Mejor rascarse un poco el bolsillo y lanzarse a por una buena unidad con pocos kilómetros, que podrás encontrarlas desde aproximadamente unos 3.000.
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Adrián Iniesta
Ingeniero electrónico industrial de profesión y amante de los coches por vocación. Dicen que aprendí a leer con las matrículas de los coches y que con 2 años me conocía todas las marcas y modelos. Cualquier cosa que me discutas sobre coches, te la intentaré rebatir ;)¿136 CV la versión RC? Pues habrá que buscar dónde se han quedado los 39 que faltan hasta el dato oficial…
Gustavo, tienes toda la razón, el RC tenía 175 CV. Vamos a revisar los datos y a corregir lo que sea necesario. Gracias por el aviso.