¿Quién no conoce la historia de Little Bastard? El famoso Porsche 550 Spyder que fue propiedad de James Dean que el actor compró para competir en Salinas, California y con el que, por desgracia, tuvo el accidente donde falleció. Momento en el cual comenzó la historia que acabó por convertir a esa unidad del modelo alemán en un coche maldito.
Es una historia muy llamativa, más propia de una película o una historia de terror que de la vida real pues todo aquel tuvo algún tipo de relación con el coche, se vio envuelto en bastantes problemas y algunos llegaron a perder la vida. El Porsche 550 Spyder Little Bastard es el más famoso de los Porsche 550.
Obviamente, no todos los Porsche 550 Spyder tuvieron una vida tan truculenta y curiosa, podemos decir que fue algo más convencional, aunque cabe destacar que 550 Spyder fue el primer modelo de competición que Porsche puso en circulación y además, cuenta en su haber con la primera victoria absoluta de Porsche en la Targa Florio de 1956. Tan solo se fabricaron 90 ejemplares y su nombre, es el nombre que se puso al proyecto internamente: Type 550 (como curiosidad, el proyecto Type 549 fue una transmisión para vehículos pesados).
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El pequeño Porsche 550 Spyder llegó a lograr 95 victorias absoluta y 75 victorias de categoría, sobre un total de 370 carreras disputadas a lo largo de varios años. Un palmarés muy respetable para un coche cuyo motor rinde 110 CV, aunque su peso era de poco más de 600 kilos en orden de marcha.
Se trata de un automóvil mítico y super especial para la marca, un coche que sirvió para forjar la leyenda que rodea a Porsche y que ha sido fuente de inspiración en algunas ocasiones, como el desarrollo del Porsche Boxster o bien, el concept car Porsche 550one, un proyecto que nunca llegó a materializarse pero que ahora conocemos porque el propio diseñador del coche, Walter da Silva, ha publicado su existencia en su cuenta de Instagram.
Al parecer, allá por el año 2008, Porsche se planteó lanzar una interpretación moderna del Porsche 550 Spyder a petición de Ferdinand Piëch. Finalmente el coche nunca se hizo realidad, quedando como uno de esos prototipos de la marca que acaban aparcados y nunca se conoce su existencia. Que salga ahora a la luz es simplemente por capricho de Walter da Silva.
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No se sabe nada sobre posible motorización o algo referente a temas técnicos, pero sí podemos decir que tiene muchas semejanzas con el Volkswagen BlueSport Concept, según el señor da Silva, aunque no dice nada más al respecto. Walter también ha comentado que este pequeño roadster estaba destinado a ser el escalón de acceso al mundo Porsche, justo por debajo del Boxster.
Por tanto, sería un modelo más sencillo, menos potente y con acabados más sencillos. El talante deportivo iba a estar muy presente, con una tara muy contenida y detalles estéticos creados para hacer referencia al 550 Spyder, como los faros circulares, las branquias traseras o el sencillo habitáculo.
Walter da Silva no ha confirmado el motivo por el cual no llegó nunca a pasar a producción, pero en 2008 comenzó una crisis económica que todos vivimos en primera persona, así que no es muy complicado imaginarse el motivo. El Volkswagen BlueSport también estaba destinado a llegar a las calles y también se quedó en proyecto. Desde la revisa Quattroroute aseguran que Porsche, viendo el éxito de coches como el Cayenne y el Panamera, decidió dejar este modelo de lado y ponerse manos a la obra para crear el Porsche Macan, otra gallina de los huevos de oro para la marca (es el Porsche más vendido).
Javi Martín
Si me preguntas de donde viene mi afición por el motor, no sabría responder. Siempre ha estado ahí, aunque soy el único de la familia al que le gusta este mundillo. Mi padre trabajó como delineante en una empresa metalúrgica con mucha producción de piezas de automóviles, pero nunca hubo una pasión como la que puedo tener yo. También he escrito un libro para la editorial Larousse sobre la historia del SEAT 600 titulado "El 600. Un sueño sobre cuatro ruedas".Habría molado mucho que hubiera salido. Estoy seguro de que un Porsche más barato que el 718, pero con un carácter mucho más deportivo se habría vendido como rosquillas (como cualquier Porsche actual, vamos).
Por ponerme a fantasear, me lo imagino con el motor bóxer de cuatro cilindros 2.0, pero sin turbo, cambio manual (que sí se ve en las imágenes) y un peso de 900 o, como mucho, 1000 kg, por no hablar del aire clásico que tiene. Ese es el sueño de muchos de nosotros.