Como otros vehículos fabricados después de la Segunda Guerra Mundial, el Volkswagen Rometsch utilizó el bastidor de un coche ya existente, en este caso el Escarabajo (en alemán, Käfer o Typ 1). Sobre este bastidor se construirían diferentes turismos. Los coches deportivos siempre han resultado atractivos a todos los conductores, así que en épocas de cierta penuria económica los fabricantes se las tenían que ingeniar para ofrecer deportivos baratos de adquirir para sus potenciales clientes, y partir de un vehículo existente abarataba notablemente los costes.
El bastidor del Escarabajo era ideal como punto de partida, una vez más. Friedrich Rometsch presentó dos modelos en el Salón del Automóvil de Berlín de 1950, un coupé y un cabriolet. Para el desarrollo del proyecto contrató al diseñador Johannes Beeskow, que a la postre se convirtió en el ingeniero jefe y diseñador de Rometsch.
Se llegaron a construir 280 unidades bajo el mando de Beeskow, denominadas lógicamente como Rometsch Beeskow Coupé y Sportcabriolet. Otras fuentes citan 175 unidades, la mayoría descapotables. Los coupés se dividieron en tres series claramente diferenciables, pues el parabrisas trasero crecía considerablemente de tamaño en cada actualización.
Estos vehículos artesanales partían de la base del VW Escarabajo y se consideraban como el Beetle de la alta sociedad alemana
Su curioso diseño de líneas descendentes en las partes delantera y trasera le otorgaron el apodo de “el plátano”. Algunos de sus elementos de diseño, como las “cejas de pasos de rueda” o los paragolpes delanteros, se adoptaron por el Mercedes-Benz 300 SL; el techo del primer Audi TT también tomó algunas de sus líneas de diseño.
Debido a su elevado precio -el doble que un Escarabajo que servía de donante- se convirtió en el Escarabajo de la alta sociedad. Costaba prácticamente lo mismo que el Porsche 356. Algunos de sus ilustres propietarios fueron los actores Gregory Peck y Audrey Hepburn.
Es interesante mencionar la fabricación del Rometsch Porsche Spyder en 1954, un automóvil de carreras con carrocería en aleación de aluminio, partiendo de nuevo del chasis de un Escarabajo. Sus líneas reflejaban claramente al Porsche 550 Spyder. Estaba propulsado por un motor de 1,1 litros y 68 CV fabricado por Porsche, al igual que la caja de cambios. Conseguía alcanzar una velocidad máxima entre 190 y 200 km/h.
Los Volkswagen Rometsch eran vehículos de fabricación artesanal, con un bastidor con travesaños de madera combinados con vigas de acero, todo ello cubierto con una fina chapa de aluminio. Estos bastidores eran suministrados en un principio por Volkswagen, pero pasado cierto tiempo el fabricante alemán le cerró el grifo, pues descubrió que podían fabricar deportivos económicos ellos mismos.
En 1954 se fabricó el Rometsch Porsche Spyder, un reflejo del Porsche 550 Spyder. Con un motor de 1,1 litros y 68 CV podía alcanzar una velocidad máxima de 190-200 km/h
Rometsch se las tuvo que ingeniar para conseguir materia prima con la que trabajar, por lo que se dedicó a comprar unidades enteras de Escarabajo y modificarlas después. Heintz Nordhoff, presidente de Volkswagen en la época, se dio cuenta de la maniobra y prohibió la venta de unidades completas del Escarabajo.
Ya sabemos que el hambre agudiza el ingenio, y Romestch utilizó prácticas tan curiosas como pagar dinero en efectivo a sus trabajadores para que comprasen Escarabajos, que después eran revendidos a Rometsch. También pedía a sus clientes que comprasen ellos mismos los coches y después el mismo se encargaba de “personalizarlos”.
Igualmente, se las apañó para vender sus vehículos a ciudadanos estadounidenses establecidos en Berlín Occidental. Convenció a un puñado de empresarios estadounidenses para que comprasen y distribuyesen sus vehículos en Estados Unidos, mediante la venta previa a ciudadanos de este país, como acabamos de comentar, y su posterior exportación.
Pero Volkswagen no se rendía. Contrató los servicios del estudio de diseño Ghia y del carrocero Karmann, que crearon un serio rival para los modelos de Romestch, el Karmann Ghia. Y no solo esto, pues Volkswagen birló a Rometsch los servicios de Johannes Beeskow a base de talonario, allá en 1956. A partir de este momento los modelos de Rometsch cambiaron de apellido, pasando de llamarse Rometsch Beeskow a Rometsch Lawrence, ya que contrató los servicios de un nuevo diseñador, Bert Lawrence.
Las dos versiones fabricadas con el nuevo sello -coupé y cabriolet- no gustaron tanto a causa de la fuerte influencia americana en los diseños de Lawrence, un diseñador de muebles. También partió de la base de un Escarabajo, pero mucho más bajo, con 15 centímetros menos, y una elegante carrocería bicolor.
Las aletas traseras eran de claro diseño americano, y su parabrisas envolvente junto al estilo general italiano, con un poco común tablero de instrumentos acolchado, le supusieron el galardón de la “Rosa de Oro”, otorgado en el Salón del Automóvil de Ginebra de 1957. Para la fabricación de una unidad fueron necesarias 1.200 horas de trabajo.
Después del fallecimiento de Friedrich Rometsch en 1959 la producción de los nuevos modelos finalizó en 1961.
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Ginés de los Reyes
Desde que tengo conciencia me llamó la atención cualquier cosa con ruedas. Aprendí a montar en bicicleta al mismo tiempo que a andar, y creo que la genética tiene algo que ver: mi padre adoraba los coches, les ponía nombres, mi abuelo conducía y participaba en el diseño de camiones, y le privaban los coches...COMENTARIOS