La locura de la velocidad en coches de producción ha llegado a un nuevo nivel, uno que podría ser muy complicado de superar o bien, tal y como avanzan las cosas, podría ser batido en apenas unos años. Solo tenemos que fijarnos en lo que ha ocurrido en las últimas décadas, sobre todo desde la llegada el Bugatti Veyron, el cual, comparado con el nuevo récord podría parecer un poco lento. Y esto se debe a que el SSC Tuatara ha roto todo los registros marcando una velocidad media de 508,73 km/h. Es el coche de producción más rápido del mundo.
Shelby Supercars ya avisó de que podrían alcanzar los 500 km/h y batir así los récords del Bugatti Chiron, cuya mejor marca está cifrada en 490,484 km/h. Para poder lograrlo, han recurrido al mismo tramo de carretera donde Koenigsegg marcó su mejor registro, una recta de 15 kilómetros en la Ruta 160 del estado de Nevada, muy cerca de Las Vegas, en Estados Unidos. Allí, el fabricante norteamericano y los representantes del Guinness de los Récords se reunieron el pasado día 10 de octubre para llevar a cabo la gesta.
El piloto responsable de conducir el SSC Tuatara hasta los 508,73 km/h ha sido Oliver Webb, quien tuvo que realizar las dos pasadas indispensables para establecer una media y dar por bueno el intento. Las dos pasadas se deben, por si alguien no lo sabe, para contrarrestar posibles situaciones beneficiosas como una ligera caída, rachas de viento a favor y cosas similares. Para obtener el registro final se hace una media de ambas pasadas.
Como bien recuerda Shelby Supercars, para poder reclamar el récord mundial, es necesario lograr el registro con una unidad idéntica a las que pueden adquirir los clientes, usar neumáticos de calle y no emplear gasolina de competición entre otras cosas. Con estas condiciones, el SSC Tuatara ha marcado una velocidad máxima en una de las pasadas que quedará para la historia, pues ha llegado a rodar a 532,93 km/h. Una velocidad increíble, pero que según el propio piloto, podría haber sido más elevada si las condiciones fueran un poco más favorables.
“Definitivamente, había algo más en el coche. Con mejores condiciones, sé que podríamos haber ido más rápidos. A medida que me acercaba a 331 mph, el Tuatara subió casi 20 mph (32 km/h) en los últimos cinco segundos. Todavía estaba tirando bien. El coche aún no se estaba quedando sin gas. Los vientos cruzados fue lo que nos impidió darnos cuenta del límite del coche”. – Oliver Webb, piloto del SSC Tuatara al batir el récord
Cabe recordar que el SSC Tuatara no es un coche convencional y como muchos otros modelos de su especie, afirmar que se trata de un vehículo de producción en serie es rizar el rizo, pues apenas se fabrican un puñado de unidades de estas bestias con ruedas. Sin embargo, para llegar tan lejos recurre a soluciones menos complejas que las de Bugatti. Por ejemplo, el motor tiene la mitad de cilindros y unos 2.000 centímetros cúbicos menos, esto se traduce como un V8 de 5,9 litros. También emplea sobre alimentación, pero con la mitad de turbos que Bugatti y la potencia llega solo a las ruedas traseras (en el caso del Chiron es a las cuatro ruedas).
Al final, los resultados son mejores. Rinde 1.775 CV con gasolina E95, aunque se reducen hasta 1.370 CV con gasolina de 91 octanos. Potencia que llega a las ruedas traseras mediante un cambio semi automático con siete relaciones desarrollado ex profeso por el especialista CIMA.
Javi Martín
Si me preguntas de donde viene mi afición por el motor, no sabría responder. Siempre ha estado ahí, aunque soy el único de la familia al que le gusta este mundillo. Mi padre trabajó como delineante en una empresa metalúrgica con mucha producción de piezas de automóviles, pero nunca hubo una pasión como la que puedo tener yo. También he escrito un libro para la editorial Larousse sobre la historia del SEAT 600 titulado "El 600. Un sueño sobre cuatro ruedas".COMENTARIOS