El Oldsmobile F-88 fue un prototipo creado por Oldsmobile -marca de GM- en 1954, de la mano del diseñador Bill Lange. Aprovechó el chasis del Chevrolet Corvette, respetando la batalla de este, con 2.600 mm. Al igual que el Corvette, la carrocería también estaba construida en fibra de vidrio. Solo se construyeron tres unidades.
El proyecto se conocía internamente como XP-20, y de las unidades que se fabricaron solo sobrevivió la que llevaba el número de chasis #2265. Este modelo se consideró como uno de los mejores diseños de automóviles de la década de los años 50, considerada como la edad de oro de la automoción en Estados Unidos.
Los comienzos de su diseño se remontan a 1952, con los bocetos preliminares de Bill Lange. El diseño definitivo corrió a cargo del estudio principal de diseño de Oldsmobile bajo la dirección de Art Cross. El modelo se mostró en el General Motors Motorama el 21 de enero de 1954 en el Waldorf Astoria de Nueva York, compartiendo espacio de exhibición con su hermano coupé Oldsmobile Cutlass Fastback.
El Oldsmobile F-88 fue uno de los mejores concept car de los años 50 y sobrevivió a la destrucción sistemática a la que se sometían este tipo de vehículos
El General Motors Motorama era como una exhibición itinerante de un salón del automóvil que se trasladaba a distintas ciudades para presentar sus vehículos. En este caso concreto el Oldsmobile F-88 se mostró durante seis días en Nueva York, generando unos suculentos ingresos gracias a actividades paralelas secundarias, como actuaciones musicales. Esta exhibición se trasladó a otras ciudades como Miami, Los Ángeles, San Francisco y Chicago.
En conjunto este show tan genuinamente americano tuvo más de dos millones de visitas. Una vez finalizada la gira el vehículo exhibido se devolvía al fabricante para que lo destruyesen o, en el mejor de los casos lo regalaban al concesionario que consideraban más importante.
Sin embargo, el jefazo del departamento de diseño -denominado en su época Sección de Diseño de General Motors-, Harley J. Earl, gozaba de un tremendo poder en la corporación GM y prácticamente hacía lo que quería con los conceptos de exhibición, rompiendo la norma de hacerlos desaparecer después de cada ciclo de Motorama.
Este coupé convertible de dos plazas sirvió de plataforma para que los estilistas y diseñadores de Oldsmobile diesen rienda suelta a su creatividad, incorporando elementos como una tapicería de piel de cerdo, una carrocería de fibra de vidrio, un diseño inusual de la zaga, así como el empleo de brillantes cromados en su interior. El diseño de su interior fue obra de Jack Humbert, que se convirtió después en jefe de diseño de Pontiac. La rejilla frontal, sus molduras laterales tipo “palo de hockey” o los pilotos traseros mantenían el estilo de diseño de Oldsmobile de la época.
Compartía chasis con el Chevrolet Corvette de la época, pero el motor y diseño eran genuinamente Oldsmobile
Debajo del capó nos encontramos un 5.3 V8 procedente del Oldsmobile Super 99 de 1954, con una potencia inicial de 185 CV que aumentó hasta los 250 CV mediante una serie de modificaciones. El par también aumentó, pero no se reveló su valor. Estaba alimentado por un carburador de cuatro cuerpos al que le llegaba el aire limpio desde un filtro de reducido tamaño para la cilindrada del motor.
La potencia se transmitía a las ruedas traseras a través de una caja de cambios automática Hydramatic de cuatro relaciones. El cuadro de mandos se tomó de un Oldsmobile de 1953, al que se le añadió un tacómetro y se personalizaron el resto de los indicadores.
Sus diseñadores estaban convencidos de que el F-88 se iba a vender más que el Chevrolet Corvette y que cambiarían la historia del automóvil en Estados Unidos, pero se equivocaron completamente. Chevrolet convenció a la junta directiva de GM de que cerrase el proyecto y no llegó a producirse en serie, quedándose en un mero concepto.
Como todos los modelos de reducidísima producción la única unidad que sobrevivió se cotizó a un precio muy elevado y se subastó por Barrett-Jackson en Scottsdale (Arizona, Estados Unidos) en enero de 2005 por un valor de 3.240.000 dólares, unos 2.900.000 euros, pasando a ser propiedad del fundador de Discovery Chanel, John S. Hendricks.
Si os apañáis con el inglés americano, en el vídeo superior podréis conocer más detalles de este curioso prototipo.
Ginés de los Reyes
Desde que tengo conciencia me llamó la atención cualquier cosa con ruedas. Aprendí a montar en bicicleta al mismo tiempo que a andar, y creo que la genética tiene algo que ver: mi padre adoraba los coches, les ponía nombres, mi abuelo conducía y participaba en el diseño de camiones, y le privaban los coches...COMENTARIOS