Hasta la fecha, Mercedes-Benz no ha vendido ningún Clase S con carrocería familiar; el Clase E Estate ya es uno de los más grandes del segmento. Pero de una forma un tanto similar a otras creaciones como este Tesla Model S o este Quattroporte convertidos en shooting brakes, esta gran berlina de 1990 ha sido transformada en un empaque más práctico rebautizado como Mercedes-Benz 560 TEL.

La firma de Stuttgart puede satisfacer las necesidades de gente realmente adinerada, y prueba de ello la podemos encontrar el productos como el G 650 Landaulet o este 600 Pullman con el tratamiento de Maybach. Sin embargo, nunca han estado dispuestos a hacer un Clase S familiar. Para cubrir a aquellos que querían hacerse con uno hace tres décadas, Caro International, con sede en Hamburgo, Alemania, se encargó hacer una conversión digna de la propia Mercedes.

Caro International es una empresa que se especializa en la construcción de autocares, interiores personalizados, limusinas y vehículos blindados. Para dar vida al nuevo vehículo se emplearon los mismos estándares y piezas de fábrica de la casa. La parte posterior está diseñada para parecerse a la del Clase E Estate coetáneo (S124), que también es el donante de las luces traseras y, posiblemente, también de la puerta del maletero. El resultado no desentona en demasía.

Dentro del mercado europeo, el Mercedes-Benz 560 SE (W126) tenía a más de un rival, tales como el BMW 750i (E32), el Audi V8 (4C), el Jaguar XJ (XJ40) o el Maserati Quattroporte (AM337)

El Mercedes-Benz 560 TEL se basa en la versión de batalla ampliada de la berlina, y bajo su capó se esconde el propulsor más potente de la gama. Un bloque V8 de 5,6 litros atmosférico de aluminio capaz de entregar 279 CV de potencia y 430 Nm de par a las ruedas traseras a través de una caja de cambios automática de cuatro velocidades. Con esta configuración mecánica, el sedán alcanzaba los 100 km/h desde parado en 7,2 segundos y los 240 km/h de velocidad máxima.

Esta ranchera única es un ejemplar de especificación europea y tiene todos los atributos que lo atribuyen como tal, como los parachoques más cortos, las cubiertas de los faros de vidrio y el mencionado bloque de ocho cilindros catalizado. Era de lo mejorcito del mundo de las cuatro ruedas que el dinero podía comprar en los 80, y en los 90 (y en la actualidad). Y si te llama la curiosidad, está a la venta en el concesionario Stuart Parr Collection de Nueva York, EE. UU..

Con un total de 103.000 kilómetros en el odómetro, esta unidad terminada en un elegante tono negro de efecto perlado con un interior de cuero a juego y moqueta de terciopelo parece que está en excelentes condiciones. Luce exactamente como cabría esperar de un Mercedes-Benz Clase S familiar si a finales de la década de los 80 la empresa los hubiese construido en su línea de montaje. Sin embargo, el precio no ha sido publicado, pero no cabe duda de que será más caro que un 560 berlina de segunda mano.

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