Este asunto requiere algo de reflexión: ¿Un Lamborghini Diablo es un auténtico Diablo sin su motor V12? Porque este ejemplar que ves aquí, de 1995, no tiene su bloque original. Tampoco tiene ningún otro 12 cilindros, para el caso. En cambio, su propietario y vendedor actual dejó caer en el vano un propulsor V8 de origen estadounidense. Pero no te preocupes, no arruinó el superdeportivo italiano. Todo lo contrario, de hecho.
La historia es interesante. El dueño de esta criatura era, anteriormente, un feliz poseedor de un Diablo completamente original, pero los gastos involucrados eran una molestia constante. Las piezas eran difíciles de encontrar y no eran precisamente baratas. Además, quería conducir su criatura de forma habitual, como cualquiera de nosotros podría desear. Llegó a la conclusión de que el coche en sí era excelente, pero el motor y sus gastos relacionados eran problemáticos.
Entonces fue cuando vendió su preciada máquina para comprar otro Diablo. Pero no otra unidad más, sino una cuyo tren motriz había sido dañado por el fuego. Era una oportunidad que no podía dejar pasar. Lo restauró y se montó en la zaga un V8 de General Motors (LS3). Eso fue hace ocho años y lo maneja casi todos los días sin problemas. “Después me sentí mucho mejor, no tengo que preocuparme por las piezas caras… si es que puedes conseguirlas”, dice el dueño.
Si bien el motor LS carece de la nota de escape de un V12 de Lamborghini, el V8 LS3 es más ligero, potente y fiable, además de ser infinitamente más económico de adquirir y de mantener, y fácil de usar
El nuevo propulsor de 6,2 litros fue empleado en coches como el Corvette de sexta generación (C6) o las dos últimas iteraciones del Chevrolet Camaro. En este caso, entrega 558 CV, casi lo mismo que podía ofrecer un Lamborghini Diablo VT 6.0 en 2001 con su gran V12 de aspiración natural. Junto con el LS3 hay una transmisión manual de un Porsche 911 (996) con las relaciones cambiadas en cuarta y quinta (más largas) y un diferencial de deslizamiento limitado en el eje posterior.
La gasto medio de combustible también es bastante decente, llegando a los 10 l/100 km en un viaje de ida y vuelta de Nevada a Colorado (cerca de 1.300 km). El sediento V12 de Sant’Agata Bolgnese apenas roza los 17 l/100 km en condiciones de conducción extraurbana. Sinceramente, es difícil negar el atractivo de un vehículo que fusiona el aspecto tan radical de un Lamborghini tan icónico como es el Diablo, con la potencia y la fiabilidad de un motor V8 estadounidense.
Antes de montar el propulsor de General Motors, cabe decir que el Diablo ya tenía reminiscencias norteamericanas. Chrysler compró Lamborghini en 1987 y la retuvo hasta 1994
Además de las actualizaciones del tren motriz, este anaranjado automóvil también ha recibido algunas mejoras menores en el interior, como portavasos y asientos con calefacción. De hecho, el propietario dice que este es, probablemente, el único Diablo en el mundo que tiene asientos con calefacción, ya que no estaban disponibles desde fábrica. También tiene las ruedas de estilo “Hércules” del Lamborghini Murciélago; en mi sincera opinión, las originales le quedarían mejor.
Ahora, esta curiosa máquina, está a la venta. La razón es muy sencilla: su hasta ahora único dueño ya no lo puede disfrutar tanto como antes. Debería ir a otro que tenga tiempo para hacer algunos viajes épicos por carretera. Y sí, será una fuente de discusión y debate durante esos viajes. Los precios actuales de un Lamborghini Diablo en buenas condiciones varían mucho, pero es posible gastar más de 500.000 euros en algunos casos (sin irse a extremos como el GTR 2000).
Este, sin embargo, tiene un precio inicial de 105.000 dólares (94.000 euros aprox.). El anuncio de venta de Craigslist indica que el coche está en Las Vegas esperando a un nuevo dueño. El odómetro marca 18.719 kilómetros, aunque no está claro si esa es la distancia que recorrió con el V8 o si ese es el kilometraje total del chasis. De cualquier manera, pedir menos de 100.000 euros parece bastante razonable considerando todo el trabajo que se ha invertido.
¿Genialidad o herejía? ¿Tú lo tendrías en tu garaje de coches con espíritu RACER?
Luis Blázquez
Aficionado al mundo del motor desde que fui concebido. Aprendí a leer con revistas de coches y, desde entonces, soy un completo enamorado de la gasolina. Como no se nace sabiendo todo, cada día es importante aprender algo nuevo y así ampliar los conocimientos. Este mundillo tiene mucho que ofrecer, al igual que un servidor a vosotros los lectores.COMENTARIOS