Hubo en 1988 un sucesor para el BMW M1 1978, pero no salió del papel

Hubo en 1988 un sucesor para el BMW M1 1978, pero no salió del papel

A diferencia del M1 Hommage, este diseño no conoció más que el boceto de su diseñador


Tiempo de lectura: 3 min.

¿Se acuerdan del Ford RS 2.00 que nació de uno de los libros de Steve Saxty? Pues, escribiendo sobre el BMW Z3 y leyendo un poco sobre su diseñador japonés, un concepto que éste llegó a bocetar aparece en uno de los libros de ese escritor especialista en proyectos secretos y conceptos que nunca llegaron a producirse en serie. En BMW by Design, este sueño incumplido, creación de Joji Nagashima, se hizo su espacio.

Más cercana en nuestra conciencia está el M1 Hommage 2008, evolucionado prototipo concebido en un segundo intento de reinterpretación del superdeportivo de Giorgetto Giugiaro. Voy directamente a una entrevista al propio Steve Saxty –agradecimientos al canal de Joe Achilles por el vídeo, cuyo fragmento sobre este coche podrán ver al final de estas líneas– donde se repasan las páginas de su libro. Me detengo cuando se adentran en el segmento titulado M1 que nunca fueron. El Hommage surge sin esperar demasiado y allí se detienen, no sin antes abordar, aunque de manera fugaz, el que había sido el primer intento de sucesor para el BMW M1 1978.

“Tiene la filosofía del M1. Quizás parezca un poco anticuado, pero fue en los años 80 cuando se hizo” describe Saxty mientras observa en pantalla al M188 y, de inmediato, hace referencia a los intentos fallidos de revivirlo: “Ha habido sucesivos ciclos internos de diseño del M1 que nunca llegan a concretarse. Siempre nos preguntamos por qué no se ha concretado recientemente. Es una lucha constante para BMW, porque todos saben que, en el fondo, es una empresa de coches deportivos, más que cualquier otra cosa”.

BMW M1 Hommage (2)

En tanto, a Joji Nagashima, cuya firma se lee junto al nombre interno del prototipo, lo define como un diseñador “de pensamiento innovador” y “muy diferente conceptualmente”. Al poco tiempo y motivado por el por entonces incipiente lenguaje Fun Car con el que BMW empezaba a experimentar, el japonés se iba a adentrar en los primeros bosquejos del BMW Z3. Sin embargo, el M188, cuya nomenclatura responde al año de su creación en el papel, fue un ejercicio previo.

El M188 es un mito en sí mismo. No hay un historial preciso de lo que fue su existencia inmaterializada durante sus días en el puño del diseñador japonés. A juzgar por la imagen, se trataba de un M1 que respetaba la fórmula de motor central trasero que el modelo de producción había inaugurado en la historia de la marca alemana a finales de los setenta. Eso sí, con una marcada diferencia estética, claro. En la era de los deportivos angulares y con los caídas frontales en forma de cuña, Giugiaro había hecho escuela con una diversidad de concept cars y modelos de serie.

El BMW M1 1978, aunque inspirado en el prototipo BMW Turbo que no había sido de su autoría, fue uno de ellos. Lo de Nagashima se veía como una notable evolución, donde las tapas de llanta y las tomas de aire laterales representaban los gestos más elocuentes que su M188 heredaba del M1 de producción. Más cargado de curvas, además. Diez años después, el segundo M1 se presentaba como un supercar para darle la bienvenida a la década de las carrocerías suaves, pero algo pasó: ese M1 nunca sucedió. En 2028 se cumplen otros 20 años. ¿Será entonces vez la vencida?

 

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Mauro Blanco

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