¿Qué Porsche 911 comprar para invertir en un clásico?

¿Qué Porsche 911 comprar para invertir en un clásico?

Abordamos esta pregunta con un brevísimo repaso a lo que puede ofrecernos cada generación, no solo en términos de mantener o revalorizar su valor, sino también como opción para disfrutar cada fin de semana


Tiempo de lectura: 8 min.

La verdad es que plantearse la adquisición de un coche como inversión no resulta, a primera vista, buena idea. Y es que, si queremos que mantenga en lo posible su valor, o que nuestra concreta unidad se aproveche de una hipotética revalorización, estaremos obligados a recorrer pocos o ningún kilómetro a bordo de él, y su compra perderá gran parte de su interés. Si además hablamos del Porsche 911, ¿quién podría contenerse y no sacarlo a pasear de vez en cuando para disfrutar a sus mandos?

Ahora bien, no cabe duda de que en un modelo como este, que no ofrece ni mucho menos la mayor practicidad del mundo para los largos viajes o facilidad de uso como coche de diario —sobre todo versiones previas a las más modernas—, podremos disfrutarlo los fines de semana sin añadir una cantidad exagerada de kilómetros a la cuenta de su odómetro. Y, además, es un modelo que siempre será deseado, por lo que, aunque lo usemos, mantendrá más o menos su valor con el paso de los años. Entonces, ¿qué generación del Porsche 911 sería la mejor opción para adquirir hoy día y disfrutar con la cartera tranquila sabiendo que cada kilómetro no implicará una devaluación exagerada de nuestra posesión?

Se trata de una pregunta cuya respuesta será diferente en función del bolsillo de cada uno. De hecho, para muchos es posible que, si leen este artículo, sea solo por puro deporte. Está bien, aunque probablemente un Porsche 911 (996) no esté tan lejos de tu presupuesto como crees, lo cual ya parece indicar que este no será el modelo adecuado… para invertir. O quizá sí, quién sabe lo que deparará el futuro. En realidad, la respuesta a esta pregunta que acabamos de plantear no será sorprendente para la mayoría, pero merece la pena hacer un repaso a la situación de todas las generaciones de este mítico deportivo en el mercado de clásicos. Vamos allá.

Todas las generaciones del deportivo alemán son dignas de formar parte del garaje de cualquier petrolhead. Ahora bien, a la hora de afrontar su adquisición como una inversión, hay algunos factores a tener en cuenta, sobre todo si queremos poder disfrutar a bordo de él durante nuestras escapadas de fin de semana

Porsche 911 (Todas generaciones) 02

Porsche 911 (901): 1963-1973

La primera generación del modelo siempre será la original, lo cual ha provocado que su valor se haya multiplicado durante los últimos años. Así que, salvo que tengas una máquina del tiempo y seas capaz de retroceder al menos una década, el momento para adquirirlo ya ha pasado, y sus precios están fuera del alcance de la mayoría.

Por otro lado, si introducimos en la ecuación ese componente que apuntábamos al inicio, que comprar un coche para tenerlo aparcado en el garaje no es buen negocio para cualquier aficionado a disfrutar al volante, la antigüedad de esta primera generación, por su limitado rendimiento, le resta más atractivo para convertirlo en nuestro pequeño banco rodante.

Porsche 911 (901) 01

Porsche 911 (Serie G): 1973-1989

Los precios de las unidades disponibles en el mercado de segunda mano correspondientes a esta segunda generación han seguido una dinámica similar a la ya comentada con la primera versión del modelo.

Por otro lado, tampoco son, ni mucho menos, los Porsche 911 más rápidos de la historia, por lo que sus 220 CV se quedarían quizá algo cortos a la hora de exprimirlos con una sonrisa de oreja a oreja en nuestras salidas de ocio a sus mandos. ¿Que hay un nueveonce de esta generación con potencia suficiente para que incluso esa sonrisa se vuelva una mueca de cierto miedo? Desde luego, el Porsche 911 Turbo (930) es un aparato más que respetable, pero sus precios lo alejan ahora mismo de representar una buena opción para tratar de invertir en ellos.

Porsche 911 (Serie G) 01

Porsche 911 (964): 1989-1993

Esta generación del Porsche 911 significó un importante salto adelante para el modelo. Además de incluir por primera vez la tracción total, que fue desarrollada para el Porsche 959, en su catálogo ofrecía una caja de cambios automática Tiptronic. Su motor bóxer de 3,6 litros de capacidad entregaba unos más que respetables 249 CV, con los que el 0 a 100 km/h se lograba en unos 5,5 segundos.

Con estas credenciales, ya entramos en un nivel de prestaciones más que apto para nuestras aspiraciones como conductores de fin de semana. Además, los precios de sus versiones de dos ruedas motrices o de tracción total no son tan exagerados a día de hoy, puesto que en nuestro país se encuentran ahora mismo a la venta algunas unidades por unos 80.000 euros. Seguro que tú también te comprarías un Carrera RS, pero esta deseadísima versión no baja de los 200.000 euros. Palabras mayores. Así pues, el Porsche 911 (964) es un buen clásico moderno, ¿cuál es el problema?

Con la generación 964, el Porsche 911 mejoró claramente sus prestaciones, gracias a la introducción de soluciones como la tracción total o la caja de cambios automática Tiptronic

Porsche 911 (964) 01

Porsche 911 (993): 1994-1998

El problema se llama Porsche 911 (993), su sucesor. Y es que este modelo mejora en todo al anterior, empezando por la potencia de su propulsor, de 272 CV inicialmente, que se convirtieron en 285 CV a partir del año 1996 con la adopción del sistema de distribución variable Variocam. Su aspecto exterior era claramente más moderno que el anterior, con cierta esbeltez afilada dentro de sus tradicionales líneas curvadas.

En el apartado técnico, ofrecía un nuevo sistema multibrazo para el eje trasero, que mejoró notablemente el comportamiento de esta generación respecto del 964. Se trata, además, del último Porsche 911 refrigerado por aire, como reclaman los puristas, lo que parece garantizar que su valor no vaya a hacer otra cosa que subir de aquí en adelante. Por otro lado, es una generación que podríamos considerar más exclusiva que la anterior, y desde luego que todas las posteriores, puesto que de este modelo fueron producidas solo 67.535 unidades, por los 74.008 ejemplares fabricados del Porsche 911 (964).

Si dejamos de lado las versiones RS, que superan los 100.000 euros ahora mismo en nuestro país, o los Turbo, ofertados por más de 180.000 euros, se pueden encontrar algunas unidades del modelo por precios incluso inferiores a los que se piden por los Porsche 911 964. En una búsqueda rápida por la red, hemos visto varios por alrededor de 70.000 euros con unos 150.000 kilómetros en su odómetro. Así que, sí, la respuesta a nuestra pregunta inicial estaba clara, y es el Porsche 911 (993) la generación del nueveonce que parece más oportuno adquirir. Con un planteamiento técnico bastante moderno, abundante potencia disponible en el pedal del acelerador y visos de que sus precios no harán más que crecer en los próximos años, ya hemos encontrado nuestro Porsche 911 en el que invertir. Aun así, vamos a revisar las generaciones posteriores para saber por qué no son una buena opción.

Sí, la respuesta a nuestra pregunta estaba clara desde el principio: el 993 es el Porsche 911 perfecto para invertir, al ser el último refrigerado por aire, para empezar, y disfrutar a sus mandos, ya que ofrece un rendimiento más que notable aun desde una perspectiva moderna

Porsche 911 (993) 01

Porsche 911 (996/997): 1998-2012

Estas dos generaciones del deportivo alemán, que en realidad son técnicamente el mismo modelo, con solo cambios estéticos fundamentalmente, han recibido bastante atención en los tiempos recientes. De hecho, los precios de los Porsche 911 (996) son parecidos a los de un automóvil nuevo de gama baja, puesto que se pueden encontrar por unos 20.000 euros.

No obstante, que estén baratos no quiere necesariamente decir que su adquisición sea recomendable. Aparte de que estéticamente no son muy afortunados, especialmente los 996, las unidades fabricadas entre los años 2000 y 2005 arrastran graves problemas que provocan fallos catastróficos en su motor, debido a la tendencia a romper el rodamiento de su IMS —intermediate shaft— o eje intermedio.

Con la actualización de 2008, que dio pie a la generación 997.2, se solucionaron estos problemas mecánicos, razón por la que su precio es notablemente superior, por encima de los 60.000 euros. No son todavía un clásico propiamente dicho y, además, nunca se librarán de la marca escarlata de haber sido el modelo que terminó con la tradición de la refrigeración por aire de su propulsor.

Ni la estética, sobre todo en la generación 996, ni la fiabilidad permiten pensar en estas dos generaciones como la alternativa perfecta para invertir en un nueveonce. Sin embargo, el Porsche 996 es la generación más accesible de todas, con unidades disponibles desde los 20.000 euros actualmente en el mercado de ocasión

Porsche 911 (991/992): 2012 – actualidad

Obviamente, este dúo de versiones modernas del nueveonce son, sin lugar a dudas, los representantes más capaces y mejores en términos generales de toda la saga. Su nivel de madurez es extraordinario, y este se percibe incluso en su estética. Pese a que casi todas las versiones cuentan con un motor turbo, otra cuestión que quizá genera cierto prurito entre los puristas, estos apenas muestran retardo en su respuesta a las insinuaciones sobre el pedal del acelerador y exhiben un empuje magnífico a cualquier régimen de giro.

Ahora bien, se trata de un modelo tan moderno que no cabe la opción de planteárselo como una inversión en un clásico, salvo que queramos esperar algunas décadas mientras el tiempo nos va envejeciendo a nosotros también con ellos. Sus precios, además, son todavía muy elevados.

Porsche 911 (991) 01

Porsche 911 (991)

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David García

No conozco sensación mejor que la de un volante en las manos. Disfruto también con ellas sobre el teclado, escribiendo ahora para vosotros algo parecido a aquello que yo buscaba en los quioscos cuando era un guaje.

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