Si le preguntas a muchos aficionados sobre qué opinión les merecen los SUV, muchos de ellos te dirán muchas cosas y ninguna buena. Y no es porque no tengan cosas buenas, todos los coches tienen sus pros y sus contras, solo hay que saber conocerlas y valorarlas. Son muy diferentes los motivos para que los aficionados rechacen este tipo de coches, pero da la casualidad que de aficionados no viven los fabricantes, viven de vender coches, de vender servicios y de vender repuestos. Y ahora, lo que todo el mundo quiere son SUV.

¿Por qué todos quieren un SUV? Pues principalmente es cuestión de gustos y luego, quizá, de necesidades. aunque en realidad es indiferente, los fabricantes no quieren saber porque se venden tantos SUV, simplemente se adaptan a los gustos de los usuarios. Antes, eran las marcas las que convencían a los usuarios de elegir los coches que ofrecían, ahora van a lo fácil y crean lo que la gente quiere. Es más rentable dar al público lo que quiere, que crear algo diferente y convencerles de que es la opción idónea.

Así lo hará Ford, por ejemplo, quien anunció hace mucho tiempo que se centraría en ofrecer una gama donde no habrá más que SUV, a excepción del intocable Mustang (y a ver cuánto dura…) y por ahora solo en Estados Unidos (al igual que Lincoln). Audi, aunque mantendrá el resto de modelos “convencionales”, está llenando la gama de SUV al igual que BMW, Mercedes, Peugeot, Toyota… el futuro pinta “suverizado” y electrificado, ya sea parcial o totalmente.

Es cierto que durante la época de los monovolúmenes todo parecía abocado a tener forma ovoide, incluso los deportivos y aunque algunos coches se vieron influidos por esa tendencia en sus diseños y un gran número de fabricantes ofrecían en sus gamas monovolúmenes de todos los tamaños, nunca se había llegado al nivel que estamos viviendo actualmente. Los amantes de los coches cada día lo tendrán más difícil para disfrutar de su pasión. Sobre todo sabiendo que hay más marcas que se suman al “solo SUV”, como es el caso de Volvo.

La firma sueca ha comunicado que reducirá la presencia de modelos tipo sedán y familiar de la gama, para dar cabida a nuevos modelos SUV. Una transición que irá de la mano con el paso hacía la electricidad total en sus coches. Y no debería extrañar un movimiento así en la firma sueca, quien ya tomó la decisión de limitar la velocidad de sus coches a un máximo de 180 km/h y que ha vendido una cantidad ingente de unidades desde que puso en circulación el Volvo XC90. De hecho, este SUV está considerado uno de los más seguros del mundo y cuenta con el alucinante logro de no contar muertes en accidentes de tráfico en más de 16 años (en Reino Unido hasta 2018).

Según el CEO de Volvo, Håkan Samuelsson, en unas declaraciones a la revista Autocar, el 75 % de las ventas son SUV, así que necesitan más SUV. No obstante, mantendrán las carrocerías sedanes y familiares pero en mucha menor medida.

“Tradicionalmente, hemos tenido sedanes, rancheras y SUV. Ahora vendemos alrededor del 75% de SUV, lo que significa que necesitamos más SUV. Ahora tenemos el C40 Recharge y estamos planeando un SUV más pequeño por debajo de la serie 40. Necesitamos menos variantes de sedanes y wagons; tenemos un montón de wagons hoy con los V60, V90, Cross Contry y muchos sedanes, largos y muy largos; todavía los tendremos en el futuro, pero probablemente no tantos” – Håkan Samuelsson, CEO de Volvo, en declaraciones a Autocar.

No será un cambio a largo plazo, empezarán ya mismo. Ya hemos conocido el Volvo C40 Recharge, un SUV eléctrico que la marca ha dado a conocer hace no mucho y que sigue las tendencias de diseño de todos los fabricantes, acercando cada vez más los SUV a los turismos convencionales y se espera que en 2022 esté listo el Volvo XC90 eléctrico. Habrá un nuevo modelo por debajo del Volvo XC40 y se rumorea sobre la posibilidad de ver un SUV más grande que el XC90.