La producción del Volkswagen ID.3 ya está en marcha. La construcción del primer coche eléctrico de la casa -partiendo de un folio en blanco- se llevará a cabo en las instalaciones que la marca tiene en Zwickau, Alemania. Un equipo de empleados altamente capacitados lo está armando utilizando componentes como motores eléctricos, sistemas de baterías y otras piezas fabricadas en Brunswick, Kassel, Salzgitter y en la propia Wolfsburgo.
La fábrica de Zwickau será capaz de producir, aproximadamente, 100.000 coches de cero emisiones a partir del próximo año. Pero desde 2021, hasta 330.000 eléctricos abandonarán las líneas de ensamblaje, contando los seis vehículos construidos bajo la plataforma MEB de las tres principales marcas que componen el Grupo VAG: Volkwagen, SEAT y Škoda. Cuando la etapa de expansión termine en un par de años, se habrá invertido un total de 1.200 millones de euros.
“El ID.3 es un coche de alta tecnología producido por una fábrica de alta tecnología. Con casi 1.700 robots, sistemas de transporte sin conductor y procesos de fabricación totalmente automatizados, Zwickau ofrece una idea actual de cómo es la producción avanzada de alto volumen de eléctrico”, dijo Thomas Ulbrich, responsable de movilidad eléctrica del comité ejecutivo del grupo. “Sin embargo, en última instancia, la clave del éxito son las personas que fabrican estos coches”.
Tras la llegada del Volkswagen ID.3, llegará la versión de producción del SEAT el-Born y el equivalente por parte de Škoda
Y es que están preparando a todos y cada uno de los 8.000 empleados para la producción de vehículos eléctricos y para el trabajo con tecnología de alta tensión. En total, el equipo de Zwickau habrá completado 13.000 jornadas de formación a finales de 2020, garantizando así el futuro de los empleos de la planta. La firma de Wolfsburgo apuesta enormemente por su nuevo compacto, destacando que será tan importante para la marca como lo fue el Golf o el Beetle.
El Volkswagen ID.3 está basado en la Plataforma Modular de Propulsión Eléctrica (MEB). Se trata de una estructura diseñada específicamente para acoger motores eléctricos y baterías sin tener que preocuparse de las limitaciones que supone acoger un motor de combustión térmica. Consecuentemente, el ID.3 ofrece un interior muy espacioso y una conducción dinámica; Volkswagen dice que al mismo nivel de un Golf GTI.
Antes de la conversión, la fábrica de Zwickau producía varias variantes del Volkswagen Golf, así como carrocerías para el Bentley Bentayga y el Lamborghini Urus
La versión básica cuesta menos de 30.000 euros en Alemania, una tarifa que variará sensiblemente cuando aterrice en el suelo español. El ID.3 se lanzará de forma casi simultánea en los mercados en toda Europa en verano de 2020, y a pesar de no haber sido desvelado hasta el pasado Salón del Automóvil de Frankfurt, más de 35.000 clientes de todo el mundo ya han reservado el suyo y abonado un depósito de prerreserva.
“El Volkswagen ID.3 realizará una importante contribución a la penetración de la movilidad eléctrica. Hace que la movilidad individual limpia sea accesible para millones de personas y supone un hito para nuestra compañía en el proceso de alcanzar la neutralidad en carbono en 2050”, dijo el consejero delegado del Grupo, Herbert Diess, durante la ceremonia de apertura en Zwickau.
Luis Blázquez
Aficionado al mundo del motor desde que fui concebido. Aprendí a leer con revistas de coches y, desde entonces, soy un completo enamorado de la gasolina. Como no se nace sabiendo todo, cada día es importante aprender algo nuevo y así ampliar los conocimientos. Este mundillo tiene mucho que ofrecer, al igual que un servidor a vosotros los lectores.COMENTARIOS