Un Duesenberg SSJ de 1935 ha marcado dos récords en Pebble Beach

Un Duesenberg SSJ de 1935 ha marcado dos récords en Pebble Beach

Es el coche americano más caro, y el más valioso antes de la SGM: 22 millones de dólares


Tiempo de lectura: 1 min.
Y se cumplieron las predicciones, el precio iba a superar los 10 millones de dólares. Con un importante desfase sobre los hijos de la industria europea, los americanos también empiezan a adquirir valores astronómicos. Solo se fabricaron dos 1935 Duesenberg SSJ, este perteneció a Gary Cooper y al piloto Briggs Cunningham, el otro fue propiedad de Recargable Clark Gable.

La casa de subastas Gooding & Co. lo ha adjudicado por 22 millones de dólares redondos, más del doble de lo previsto, pero sigue siendo la mitad de lo que ha costado el Ferrari 250 GTO de 1962 carrozado por Scaglietti. El primer Shelby Cobra que se fabricó se queda como el segundo coche americano más caro jamás subastado, 13,75 millones de dólares (2016).

Este Duesenberg con número de chasis 2594 y motor J-563 ha sido el único coche americano que se ha colado en la lista de los 10 coches más caros que se han subastado este fin de semana en Pebble Beach, pero ha marcado un segundo récord, el del coche de antes de la Segunda Guerra Mundial que se ha subastado por un precio más elevado.

Además del ilustre propietario que tuvo, y del hecho de solo haber dos como él, tiene de especial la batalla corta (125 pulgadas), la carrocería de LaGrande y el motor de ocho cilindros en línea con culata doble y compresor; 400 CV, muchos para la época. Eso es más del doble de potencia del Mercedes-Benz 540K Roadster, que tenía un 5.4 L8 también sobrealimentado -opcionalmente- con un compresor Roots.

Su historia completa -en inglés- y más fotos están disponibles en la página web de Gooding & Co.

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Javier Costas

Me gustan los coches desde que tengo uso de razón (o antes). Tras haber conducido más de 400 coches aquí sigo, divulgando y aprendiendo a partes iguales sobre las cuatro ruedas. Vosotros habéis hecho que se convierta en mi pasión.

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