En la era de la electrificación imparable, cuando ya sabemos que ni siquiera los muscle car la podrán esquivar, recibimos noticias desde el otro lado del charco acerca de una monstruosa preparación sobre uno de esos vehículos americanos animados por un V8 bajo el capó. El Shelby GT500 CODE RED llega con más de 1.000 CV para demostrar que no, todavía no hemos llegado al momento en el que el muscle car debe cambiar su grave rugido por el silencio eléctrico.
Shelby ha decidido finalmente llevar a producción –muy limitada, eso sí– uno de sus modelos experimentales. Se trata concretamente de un concepto mostrado en 2008 y bautizado con el mismo nombre, que generó cierta demanda por parte de algunos posibles compradores. Ahora, ya sobre la siguiente y sexta generación del Ford Mustang que le sirve de base, Shelby ha considerado que existen los mimbres apropiados en el vehículo de origen para poder poner en práctica aquel salvaje concepto.
Y es que el Shelby GT500 CODE RED, que el preparador americano acaba de anunciar, mantiene las modificaciones mostradas en el concepto de hace catorce años. Dos turbos, firmados por Fathouse Performance, sustituyen al compresor de origen, para llevar al V8 de 5,2 litros –ha reducido ligeramente su cilindrada desde los 5,4 litros del concepto de 2008– a un nivel de prestaciones de otro planeta.
“Shelby American ha construido numerosas versiones experimentales e innovadoras del Shelby GT500 desde que el modelo fue lanzado en 1967. Mientras que estos bancos de prueba para la innovación nunca se convirtieron en coches de producción en su momento, nos han ayudado a mejorar nuestros vehículos. Por primera vez en sesenta años de historia, estamos convirtiendo un coche experimental en uno de edición limitada”, Joe Conway, director ejecutivo de Shelby American
Ofrece una potencia de 1.000 CV, en caso de quemar gasolina de 93 octanos –la de mayor octanaje en Estados Unidos, donde se utiliza un sistema de medición diferente al europeo, por lo que no se puede llevar a cabo una comparación directa–, y 1.507 Nm de par; que asciende a los 1.300 CV y 1.355 Nm en caso de utilizar combustible E85 –con un 85 % de etanol y un 15 % de gasolina–. Shelby ha contado con la colaboración de Nelson’s Racing Engines para llevar a cabo esta renovación en su propulsor.
Estas cifras suponen un incremento considerable respecto de los datos ofrecidos por el Shelby GT500 convencional –761 CV y 847 Nm–, gracias no solo a la inclusión de estos dos turbocompresores y el intercooler, sino también a modificaciones realizadas en la gestión electrónica del motor y a mejoras en cuanto a su refrigeración. En este sentido, la transmisión también ha sido actualizada para poder soportar este incremento de potencia, y se ha implementado un eje de transmisión construido en aluminio y de una sola pieza.
También se observan cambios en el exterior, donde llama la atención el enorme alerón en la parte trasera. Su carrocería también se ve ensanchada, y algunas de sus piezas están construidas en fibra de carbono, como el capó, el splitter delantero o el difusor posterior. Sus llantas son forjadas y de 20 pulgadas de diámetro, y montan neumáticos en medida 305/30 los delanteros y 345/30 en el eje posterior. Tanto el sistema de frenos como la suspensión magnética del modelo de origen han sido también puestos a punto para este Shelby GT500 CODE RED.
Este aparato no está homologado para circular por carretera, por lo que sus propietarios habrán de adentrarse en un circuito para disfrutar de sus extraordinarias prestaciones. Eso sí, los responsables de Shelby avisan de que estará más cómodo en una pista de dragsters que en un revirado Laguna Seca
En cuanto al interior, donde dominan los colores negro y rojo, llama la atención que carece de asientos traseros. En este espacio, se instala a cambio una jaula de seguridad. Numerosos detalles en el habitáculo dan cuenta del carácter exclusivo del producto, como algunas placas con el nombre del modelo –conmemorativas del sexagésimo aniversario de la marca para los fabricados en 2022–, unas alfombrillas personalizadas o los embellecedores en los umbrales de las puertas.
Serán treinta los afortunados que podrán contar con uno de estos Shelby GT500 CODE RED en su garaje, pues se fabricarán diez unidades por cada uno de los años en que el modelo ha estado a la venta, esto es, entre 2020 y 2022. No podrán disfrutarlo, sin embargo, en carretera abierta, pues tan solo está homologado para circuito… y habrá de ser, además, un circuito sin apenas curvas, pues los propios responsables de Shelby reconocen que su comportamiento dinámico es muy limitado a la hora de afrontar cualquier viraje. El coste de esta preparación parte de los 209.995 dólares americanos, a los que habrá que sumar el precio del coche de base, aunque quienes ya se encuentren en poder de uno pueden dirigirse obviamente a Shelby para contratar esta preparación. Las primeras unidades ya están siendo ensambladas en la sede central de Shelby en Las Vegas.
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David García
No conozco sensación mejor que la de un volante en las manos. Disfruto también con ellas sobre el teclado, escribiendo ahora para vosotros algo parecido a aquello que yo buscaba en los quioscos cuando era un guaje.COMENTARIOS