Los apasionados del mundo del motor pueden estar de enhorabuena, porque Shelby American acaba de confirmar el (re)lanzamiento de dos de sus modelos más míticos: Shelby Series 2 y GT500 Super Snake. Pero como si de un arma de doble filo se tratase, tan buena es la noticia de la fabricación de ambos modelos que apenas veremos alguno rodar por la calle. Tan solo se fabricarán cuatro unidades del primero y diez del segundo, a un precio que no es del todo asequible tampoco.
Por un lado, el Shelby Series 2 representa la evolución del Series 1 presentado en 1999, cuya producción fue de apenas 249 ejemplares. Recordemos que fue el primer Shelby nacido de un proyecto inédito y no de la elaboración a partir de un modelo de serie. Realizadas en colaboración con Wingard Motorsports, las cuatro unidades del Series 2 adoptan el mismo chasis y la misma carrocería de la versión original y, por supuesto, serán fabricadas completamente a mano bajo pedido de los clientes.
Sin embargo, aunque la gran mayoría de piezas sean exactamente las mismas, las nuevas técnicas de fabricación han permitido a esta segunda serie aligerar el peso en un 12% y reforzar el chasis para aguantar hasta 800 CV de potencia. La carrocería podrá pedirse en aluminio pintado o cepillado, pero también en carbono o titanio. En el interior, cada cliente podrá elegir el tapizado a su gusto personal.
El tren motriz estándar está integrado por una caja de cambios ZF en posición transaxle de cinco velocidades, acoplado a un sistema de embrague multidisco que se une con un motor Shelby 427 FE V8 o 427 Windsor, aunque se pueden acomodar otros motores sobre el vano. Son motores de 7 litros de cilindrada que pueden superar la barrera de los 800 CV sin ningún problema. El modelo original contaba con un V8 de 4 litros de origen GM y 320 CV, se nota la diferencia.
Para que sus dueños no la líen en la carretera, en la compra se incluye un curso de conducción en el circuito Sprint Mountain Raceway, en Las Vegas. El precio no se ha comunicado y, básicamente, dependerá de las personalizaciones necesarias.
Por otro lado, el GT500 Super Snake también renace. Para los diez clientes dispuestos a gastar un cuarto de millón de dólares, Shelby está lista para continuar la producción del Shelby GT500 Super Snake de 1967. El proyecto se basa en un Ford Mustang Fastback K-Code (no Shelby) de 1967 y cada unidad será construida bajo pedido en la fábrica de Pensilvania, Estados Unidos. Pero antes conviene hacer un breve repaso al único y original modelo.
El Super Snake diseñado por Carroll Shelby y Don McCain (empleado de Shelby), y su gran bloque V8 de 427 pulgadas cúbicas -7 litros-, vio la luz en 1967 como un estudio de ingeniería para probar los nuevos neumáticos Goodyear a alta velocidad. El motor, de salida, daba unos generosos 520 caballos, a los que Shelby añadió frenos de disco de altas prestaciones, un eje posterior Detroit Locker, los neumáticos Goodyear Thunderbolt y una parrilla rediseñada para una mejor refrigeración.
Según los informes, McCain quiso hacer una tirada de 50 unidades de este modelo, pero la idea finalmente se descartó por ser demasiado costosa. Al ser el único Super Snake fabricado, es un objeto de deseo para todos los coleccionistas. De hecho, a lo largo de los años ha cambiado varias veces de manos, siendo el último comprador en 2013 tras el desembolso de 1,3 millones de dólares.
Shelby dirigió el Super Snake en la pista de pruebas de Goodyear en San Ángelo, Texas, y empujó hasta las 170 millas por hora, es decir, 274 km/h… ¡hace más de medio siglo!
A partir de diez fotogramas originales del Mustang Fastback de 1967, este nuevo Shelby Super Snake adopta un V8 de 427 pulgadas cúbicas de aspiración natural al igual que el modelo génesis, aunque con un poco más de potencia, 550 CV, y combinado únicamente con una transmisión manual de cuatro velocidades. Las modificaciones también incluyen un sistema de frenado de alto rendimiento, las famosas rayas azules sobre la blanca carrocería, las tomas de aire específicas en el frontal y, en general, un gran cuidado por los detalles.
Shelby American equipará cada coche con un número de chasis certificado y una placa conmemorativa firmada por Carroll Shelby y McCain. Si te preguntas como puede ser posible, debes de saber que antes de que ambos ilustres de la automoción nos dejasen, dejaron varias placas firmadas sabiendo que este momento llegaría.
¿El precio? 249.995 dólares, o 211.500 euros al cambio. No es un precio asequible, pero cualquier unidad en perfecto estado de un Shelby GT500 de 1967 no es mucho más económica. Queridos compradores, no guardéis el coche en un garaje como una bola especulativa y disfrutad de estas maravillas sobre ruedas.
Luis Blázquez
Aficionado al mundo del motor desde que fui concebido. Aprendí a leer con revistas de coches y, desde entonces, soy un completo enamorado de la gasolina. Como no se nace sabiendo todo, cada día es importante aprender algo nuevo y así ampliar los conocimientos. Este mundillo tiene mucho que ofrecer, al igual que un servidor a vosotros los lectores.COMENTARIOS