Porsche acaba de anunciar que la segunda generación del Porsche Macan, su SUV de acceso a la gama, ya no tendrá motores convencionales. El todocamino ya abandonó el gasóleo como combustible hace meses, y a comienzos de la próxima década también abandonará la gasolina. Será un modelo totalmente eléctrico, basado en la plataforma PPE (Premium Platform Electric) que comparte con Audi. Eso implica que ni siquiera habrá versión “Turbo” con un motor de gasolina, aunque existir, existirá, como pasará como con el Taycan Turbo.

Se fabricará en Leipzig (Alemania), con el mismo sistema eléctrico de 800 voltios del Taycan y Taycan Cross Turismo, que también serán totalmente eléctricos (previamente lo conocíamos como Mission-E y Mission-E Cross Turismo). Este movimiento de Porsche no tiene que sorprender a nadie, para esta marca es imposible cumplir con los objetivos de reducción de emisiones de carbono exigidos por Bruselas si no electrifica de forma masiva los modelos que más vende. Si no, hasta los 911 tendrán que ser eléctricos, aunque para eso aún queda.

Porsche invertirá hasta 2022 la suma de 6.000 millones de euros para la transformación eléctrica, ya que habrá tres gamas de motorización: gasolina “optimizados”,  híbridos enchufables y totalmente eléctricos. En 2025, Porsche calcula que la mitad de sus modelos vendidos serán híbridos o eléctricos. De esta forma, seguirá habiendo hueco para deportivos con motorización tradicional, si no, no salen las cuentas.

La fábrica de Leipzig es una de las niñas bonitas de Porsche. Se inauguró en el 2000, desde entonces se han invertido 1.300 millones de euros en su desarrollo. En 2002 comenzó la producción en serie del SUV Cayenne, con solo 259 empleados. En 2011 ya fue una fábrica completa, es decir, con sus zonas de carrocería y pintura. Ahora trabajan más de 4.000 personas en la fábrica y producen más de 90.000 unidades al año de todocaminos. Esta gama, por mucho que fastidie a los puristas, es la que hace que Porsche sea uno de los fabricantes más rentables del mundo y que puede mantener en producción el mismo concepto (911) desde hace casi 60 años.