Lamborghini es un fabricante con una personalidad arrolladora y muy, muy marcada. Personalidad que comenzó a fraguarse con el Lamborghini Countach, uno de esos modelos considerados obras de arte y que contó con un homenaje en forma de “remake” o reedición, que, al parecer, no le gustó a su diseñador original, el genial Marcello Gandini.
Una personalidad que ha tomado forma con cada lanzamiento y con cada prototipo, pues estas creaciones exclusivas para salones y eventos también han colaborado, y mucho, en el desarrollo de la actual imagen que tiene la marca. En algunas ocasiones, la personalidad de la marca se pervirtió un poco en pos de la exageración con modelos como el Lamborghini Egoísta o el Lamborghini Centenario, pero en otras, alcanzó un nivel sublime, como ocurre con el Lamborghini Sesto Elemento.
El Sesto Elemento se presentó en 2011, en el salón de Frankfurt, y representa una de las muy pocas ocasiones en las que no se recurre al mundo de la tauromaquia para darle nombre. En realidad, se hace referencia al sexto elemento de la tabla periódica, al carbono, material muy presente en este modelo.
Cuando Lamborghini presentó el Sesto Elemento, se tenía la intención de fabricar 20 unidades, todas destinadas a rodar exclusivamente en circuito, aunque finalmente solo se montaron 10 ejemplares, los cuales, ninguno puede rodar legalmente por vías públicas. Al menos así era cuando se vendieron, pues según The Supercar Blog, el usuasrio TFJJ asegura que alguien trabaja para homologar unas de las unidades y poder usarla en carreteras abiertas al tráfico.
Será el único Lamborghini Sesto Elemento legal para circular por vías públicas, y se convertiría en el Lamborghini “de calle” más ligero hasta la fecha. Cuando se presentó en 2011, recordemos, presumía de una construcción donde la fibra de carbono era protagonista casi absoluta, ya que daba sustento a la carrocería y al chasis, así como a las llantas y a los frenos –combinados con cerámica, ya sabéis… –.
La marca anunció en su momento nada menos que 999 kilos, aunque nunca se confirmó si era en orden de marcha o en seco. Una cifra espectacular, sobre todo cuando su grupo motor-transmisión es el mismo del Gallardo LP 570-4, es decir, que contaba con un motor V10 atmosférico de 570 CV y tracción total. Un Lamborghini Gallardo Superleggera rondaba los 1.500 kilos de peso en condiciones de homologación, así que la diferencia es poco menos que espectacular.
No es de extrañar que las cifras de este coche fueran increíbles. La relación peso-potencia, siempre según datos oficiales de la marca, era de 1,75 kg por caballo, mientras que el 0 a 100 km/h se completaba en 2,5 segundos y la velocidad máxima “superaba con creces” los 300 km/h.
Como curiosidad, la carrocería del Sesto Elemento, por ejemplo, se desarrolló con la colaboración de Boeing, en Seattle y en realidad es un compuesto de plástico y fibra de carbono, es decir, CFRP –Carbon Fiber Reinforced Plastic–. Además de la carrocería y el chasis, se abarcó otros elementos como los principales elementos de la suspensión y el eje de transmisión.
La ligereza también se lograba gracias a un habitáculo básicamente de carreras, es decir, sin elementos superfluos, solo lo imprescindible para conducir, lo que también convertiría al Sesto Elemento homologado para vías públicas en uno de los Lamborghini más radicales. No obstante, por ahora, estará homologado para circular por Reino Unido.
Javi Martín
Si me preguntas de donde viene mi afición por el motor, no sabría responder. Siempre ha estado ahí, aunque soy el único de la familia al que le gusta este mundillo. Mi padre trabajó como delineante en una empresa metalúrgica con mucha producción de piezas de automóviles, pero nunca hubo una pasión como la que puedo tener yo. También he escrito un libro para la editorial Larousse sobre la historia del SEAT 600 titulado "El 600. Un sueño sobre cuatro ruedas".COMENTARIOS