El Porsche 962 fue uno de los vehículos de Porsche construidos bajo reglamento del Grupo C. Presentado en 1984, suponía una evolución del Porsche 956, motivada en gran medida por el cambio de reglamentación llevado a cabo por la IMSA, que obligaba a situar los pies del piloto por detrás del eje delantero. Fueron construidas 91 unidades en total, de las que 16 se destinaron al equipo oficial. Uno de estos ejemplares del Porsche 962, concretamente el chasis 004, está disponible actualmente en RM Sotheby’s para su adquisición.
Aunque es cierto que no es el primer Porsche 962 que sale a la venta, sí que se trata de una de las pocas ocasiones en las que se puede comprar una de las unidades que entraron en competición formando parte del equipo de fábrica, por entonces el Rothmans Porsche. En concreto, el automóvil que protagoniza este artículo fue uno de los tres Porsche 962 asignados a este equipo para las temporadas de 1985 y 1986 en el Campeonato del Mundo de Prototipos (WSC), aunque su historial en las carreras se prolongó dos temporadas más bajo la gestión de Joest Racing.
Su debut se produjo en las 24 horas de Le Mans de 1985. Ataviado con la mítica librea de Rothmans que aún conserva adornando su carrocería, sus pilotos fueron John Watson, Vern Schuppan y Al Holbert, quienes lograron clasificarse quintos para la parrilla de salida del Circuito de La Sarthe. Ya en carrera, mantuvo la segunda posición durante más de doce horas, hasta que un problema con su cigüeñal provocó su abandono a tres horas de la bandera a cuadros. Durante ese mismo año 1985, continuó participando en el WSC con Jacky Ickx y Jochen Mass como sus pilotos y el número uno sobre los paneles de la carrocería. El Porsche 962 C —se añadía esta letra en las competiciones de la categoría del Grupo C— conseguiría en esta temporada diversas victorias, como en los 1000 km de Silverstone y de Mugello.
Esta unidad ocupó la primera posición en la parrilla de salida de las 24 horas de Le Mans de 1986, aunque finalmente abandonaría en esa edición tras un accidente de madrugada
Para el año 1986 Jacky Ickx abandona el equipo, y su puesto lo ocupa Bob Wollek. Pasa a exhibir el número dos y obtiene discretos resultados en los 1000 km de Monza y Silverstone, antes de afrontar la carrera más importante del calendario. Para esas 24 horas de Le Mans, Vern Schuppan se suma para completar el trío de pilotos que debían afrontar la legendaria carrera de resistencia. Jochen Mass consigue clasificar primero, superando al segundo Porsche 962 C oficial, que se proclamó a la postre vencedor. Sin embargo, no podrían completar la carrera debido a un accidente durante la madrugada.
En la temporada 1987 pasa a manos de Joest Racing y continúa incrementando su historial en competición. Con este histórico equipo, que recibe el apoyo de la fábrica, se añaden más pilotos míticos a quienes se han puesto al volante de este chasis 004 del Porsche 962 en pruebas del WSC, como son Hans Joachim Stuck y Derek Bell. El año 1988 sería el último de esta unidad en las carreras, ahora vestido con los colores de Blaupunkt. En esta temporada, finaliza quinto en las 24 horas de Le Mans, con David Hobbs, Didier Theys y Franz Konrad relevándose a sus mandos.
Al terminar esta temporada, es adquirido por un coleccionista estadounidense y, desde 2007, forma parte de una amplia colección privada de vehículos del Grupo C. En 2018 recibió una restauración completa por parte de Trevor Crisp, experto de Katana Ltd. Por otro lado, durante estos años ha sido visto participando en eventos como el Goodwood Festival of Speed —en 2017, por ejemplo, con Valentino Rossi al volante— y el Silverstone Classic —donde en 2022 Derek Bell y John Watson se reunieron con él—. Además de ser uno de los miembros de la camada de automóviles que convirtieron a Porsche en la marca más laureada de la historia en las 24 horas de Le Mans, este chasis 004 del Porsche 962 es una unidad única por los afamados pilotos que se pusieron a sus mandos, y por ser el único perteneciente al equipo oficial que se haya ofertado al público en estos años. Aunque en su anuncio no se ofrecen estimaciones acerca de su precio, podemos imaginar que será de varios centenares de miles de euros.
David García
No conozco sensación mejor que la de un volante en las manos. Disfruto también con ellas sobre el teclado, escribiendo ahora para vosotros algo parecido a aquello que yo buscaba en los quioscos cuando era un guaje.COMENTARIOS