El encuentro entre automóviles, ciclistas y peatones es una situación relativamente sencilla de encontrar, y todavía es frecuente ver como muchos de ellos acaban fatalmente. Una distracción del conductor o un maldito ángulo muerto puede derivar en algo más que un susto, y es por ello por lo que Continental ha desarrollado un radar con la intención de prevenir este tipo de accidentes.
Con la introducción de un nuevo radar de corto alcance, el proveedor alemán de tecnología automotriz da un paso más hacia el desarrollo de una detección más precisa del entorno del vehículo. En lugar de utilizar la anterior tecnología de 24 GHz, la nueva generación de la compañía opera a 77 GHz (mayor frecuencia, menor longitud de onda, mayor resolución). Como resultado, el sensor se hace eco del ambiente con una resolución y precisión significativamente más altas que antes.
De esta manera, otros usuarios de la carretera u obstáculos de la carretera pueden ser detectados con más antelación y exactitud, al igual que las direcciones de movimiento y las velocidades. Además, los componentes individuales del sistema, como la antena y el chip de radiofrecuencia (RF), ahora están alojados en un espacio más pequeño, lo que hace del radar un componente más compacto y fácil de instalar en el coche.
La idea de Continental es colocar uno en cada esquina de la carrocería para garantizar una monitorización de, prácticamente, la totalidad de las proximidades del vehículo hasta una distancia máxima de 90 metros. Con un campo de visión de 150 grados cada uno, todavía existe un pequeño punto ciego en el centro del coche. La función más importante del radar es asistir al conductor en caso de querer girar a la derecha y provocar una colisión en situaciones confusas.
Este sistema pretende combinarse con sistemas de asistencia al conductor ya existentes como la detección de ángulo muerto en ambos lados, la evaluación del entorno que atañe al asistente de cambio de carril o la observación de cruces e intersecciones para la actuación del sistema de frenada de emergencia. Esto evita, por ejemplo, que la puerta se abra si otro vehículo o ciclista se acerca por detrás.
Si el conductor quiere girar a la derecha mientras el ciclista pasa por el lado derecho del vehículo, interviene el asistente de giro. Si los sensores de radar detectan al ciclista en tal caso, envían una señal directamente al freno y el coche se detiene antes de colisionar. Por supuesto, esta función también sirve para peatones y conductores de motocicletas.
Además, esta nueva tecnología ya cumple con los requisitos de los escenarios de seguridad Euro NCAP de 2022: una mejora adicional en la protección de peatones y ciclistas. De acuerdo con un análisis de Continental, este sistema podría ayudar a prevenir el 5% de todos los accidentes en los que los ciclistas mueren o sufren lesiones graves en Alemania (7% en Japón y 8,5% en EE.UU.), y otro 6% de los accidentes en los que sufren lesiones leves.
Bajo estas líneas, se puede ver el sistema en funcionamiento gracias a una prueba realizada por nuestros compañeros norteamericanos de Car and Driver:
Luis Blázquez
Aficionado al mundo del motor desde que fui concebido. Aprendí a leer con revistas de coches y, desde entonces, soy un completo enamorado de la gasolina. Como no se nace sabiendo todo, cada día es importante aprender algo nuevo y así ampliar los conocimientos. Este mundillo tiene mucho que ofrecer, al igual que un servidor a vosotros los lectores.COMENTARIOS