Hace unos días conocíamos la noticia del cese de producción del Mercedes Clase X. Un modelo que no ha funcionado como se esperaba y que, junto a sus primos el Nissan Navara y el Renault Alaskan, se fabrica por el momento en la fábrica de Nissan en Barcelona. Noticia que ha puesto en alerta a los empleados y responsables de los sindicatos.
La fábrica de Nissan en Barcelona ya funciona por debajo de sus capacidades, muy por debajo de hecho. La salida del pick-up alemán supone bajar todavía más en la producción anual y, como cabe esperar, pone en duda su rentabilidad. En un principio, se esperaba una ampliación en la cadencia de montaje del otro modelo que sale de la planta de Barcelona, el Nissan e-NV200, que en enero subió su ritmo de producción un 25 %, pero según últimas noticias, esto tampoco se cumplirá.
Después de Semana Santa, la fabricación de la Nissan e-NV220 se verá reducida un 40 %, pasando de las actuales 102 unidades diarias a tan solo 60. Un poco antes, en marzo, se detendrá la producción de la línea 2, donde se montan los picku-up, durante siete días y podría afectar a unos 350 trabajadores. También desaparecerá el turno de noche en la unidad de baterías junto al segundo turno de la sección de carrocería.
El anuncio de reducción de producción de la furgoneta eléctrica japonesa, contradice el anuncio que dio Gianluca de Ficchy cuando se comunicó el cese de producción del Mercedes Clase X. Según el presidente de Nissan Europe, la producción del modelo eléctrico sería mayor a la actual, pero al parecer, Nissan necesita ajustar existencias ante la finalización del ejercicio fiscal el próximo 30 de marzo.
La incertidumbre sobre la continuidad de la fábrica de Barcelona es un hecho que tiene en vilo a todos los trabajadores y empleados indirectos que, según el comité de empresa de la Zona Franca de Barcelona, rondaría las 25.000 familias entre puestos de trabajo directos e indirectos. Así, la plantilla de Nissan en las instalaciones barcelonesas tienen previsto manifestarse ante el consulado japonés, en la Diagonal de Barcelona, en la que sería su primera acción contra los últimos recortes productivos.
Nissan se encuentra con el agua al cuello, con unas ventas muy malas en 2019 y enormes pérdidas económicas. Ya se anunció en 2019 el despido de nada menos que 12.500 empleados en todo el mundo para adaptar la mano de obra a las necesidades de mercado. Su situación es tan catastrófica, que se comenta que negocian a puerta cerrada la venta de una de sus fábricas en Europa, pues ni siquiera el Nissan Micra, que lleva poco tiempo en el mercado, está logrando los objetivos que se habían previsto para el modelo, quedándose en torno a las 30.000 unidades menos de los esperado anualmente.
Sí, incluso el Nissan Micra prende de un hilo, el modelo más vendido de Nissan no convence y la marca empieza a notar el sabor amargo que tuvieron que soportar hace 20 años, cuando llegó Carlos Ghosn y les sacó de una quiebra casi inevitable.
Todavía estaría por ver qué ocurre con el Brexit, pues la compañía japonesa tiene en Reino Unido una de sus factorías que mayor producción acoge actualmente. Situada en Sunderland, en 2019 montó unos 450.000 vehículos entre Nissan Juke, Nissan Qashqai y Nissan Leaf. En caso de haber un Brexit duro, la situación sería insostenible para Nissan y se vería obligada a trasladar la producción a otra localización y ahí, podría entrar la factoría de Barcelona.
Javi Martín
Si me preguntas de donde viene mi afición por el motor, no sabría responder. Siempre ha estado ahí, aunque soy el único de la familia al que le gusta este mundillo. Mi padre trabajó como delineante en una empresa metalúrgica con mucha producción de piezas de automóviles, pero nunca hubo una pasión como la que puedo tener yo. También he escrito un libro para la editorial Larousse sobre la historia del SEAT 600 titulado "El 600. Un sueño sobre cuatro ruedas".COMENTARIOS