El MINI John Cooper Works GP es lo más radical que ha puesto la compañía británica en las vías públicas. Un automóvil que, al igual que sus dos generaciones anteriores, se ofrece en edición limitada de solo 3.000 unidades para todo el mundo de las cuales, la marca destina a nuestro mercado solo 100 de ellas al precio de 45.900 euros.

La historia de MINI bajo el amparo de BMW comenzó en la década de los 90, cuando finalmente se deshizo de lo que quedaba del Grupo Rover. Mientras Toyota presentaba la primera generación del Prius, BMW hacía lo propio con dos prototipos con el sello de MINI aunque no fue hasta el año 2001 cuando llegó, por fin, la renovación total de un coche que empezó siendo un medio de transporte económico y super ingenioso, pero que ha terminado convertido en una marca por derecho propio, aunque no precisamente económica.

BMW ha sabido sacar petróleo de donde no había, ha hecho del MINI un coche muy particular y ha conformado una gama de lo más variopinta, que se corona con las versiones John Cooper Works, las cuales, a su vez, tienen como colofón las variantes John Cooper Works GP. Una saga muy especial que apareció por primera vez en el año 2006 como un kit para los MINI Copper S de aquella primera generación del MINI “by BMW”.

Aerodinámica y elementos fabricados con PRFC

El MINI John Cooper Works GP ha sido un modelo muy radical desde el primer día. Puesta a punto, equipamiento, motor; todo ahonda en las prestaciones más elevadas posibles, teniendo en cuenta el tipo de coche que es. Pero la nueva edición de esta especial saga ha ido un paso más allá, o puede que dos, convirtiéndose en un coche más extremo en todos los sentidos.

Dicha característica se aprecia desde el primer golpe de vista. El frontal, por ejemplo, tiene un gran faldón delantero y entradas de aire más grandes para alimentar su mecánica, los frenos y para pegar todo el conjunto al suelo. La aerodinámica ha sido un apartado muy trabajado y el enorme alerón trasero es la mejor muestra, aunque lo más llamativo son las aletas que se han instalado en los pasos de rueda. Se trata de unos elementos fabricados con PRFC -o CFRP en inglés- que, según explica la marca, permite combinar el uso de grandes anchuras de vías y ruedas anchas, con conductos de aire optimizados en la sección lateral del vehículo.

Su fabricación ha conllevado una combinación de materiales, que se usa por primera vez en el Grupo BMW. Consiste en una subestructura de material termoplástico y una carcasa exterior de carbono. Además, los materiales se obtienen del reciclaje a partir de la fabricación de los BMW i3 y BMW i8. Los paneles colocados en el eje delantero lucirán la numeración correspondiente a la unidad, del 0001 al 3.000.

El enorme alerón trasero, con perfil de ala invertida, junto al faldón delantero que recibe el nombre de “Blackband”, generan su presión sin que por ello se genere a su vez un exceso de resistencia al avance

Sin asientos traseros y con elementos fabricados con impresión 3D

Al igual que sucedía con las dos primeras generaciones, el nuevo MINI John Cooper Works GP prescinde de algunos elementos. Se elimina la banqueta trasera, al mismo tiempo que se reduce el aislante sonoro para optimizar el peso. Se montan dos asientos delanteros que son casi dos “bucket” de carreras que se complementan con cinturones de color rojo.

El volante es el mismo de los John Cooper Works, pero se adereza con nuevos detalles fabricados mediante impresión 3D de aluminio. Esta técnica también se usa para la fabricación de las levas del cambio así como para las molduras decorativas de la zona del acompañante, que además, llevan también el número de la unidad y se fabrican de forma individual para cada ejemplar.

Dónde debería ir la banqueta trasera hay una barra de refuerzo y un panel con el logo “GP”. Se mantiene el sistema de climatización

También se ha instalado una instrumentación digital en la columna de la dirección. Una pantalla a color de cinco pulgadas y alta resolución, que muestra la información más relevante con gráficos específicos y animaciones que dejan ver el modelo y el logo de la versión.

Cambio Steptronic, 306 CV y diferencial de deslizamiento limitado

Son muchos los detalles que dan forma al coche más bestia de MINI hasta el momento, pero es el apartado mecánico donde todo se transforma y toma un cariz diferente, casi de carreras.

El propulsor no es nuevo, se usa en las versiones John Cooper Works de los Clubman y Countryman, un cuatro cilindros 2.0 TwinPower Turbo que adopta nuevos elementos como un cigüeñal reforzado con mayor diámetro de cojinete principal, pistones específicos, bielas sin casquillo y un nuevo amortiguador de vibraciones torsionales con refrigeración optimizada. Al mismo tiempo, se monta un turbo más grande integrado en el colector de escape y equipado con válvula de aire de desvío.

La relación de compresión se reduce respecto al John Cooper Works, de 10,2 a 9,5:1, por la mayor presión de soplado del turbo. El conducto de admisión también es nuevo, junto a los inyectores con mayor caudal y capaces de alcanzar los 350 bares. El cárter es específico, con mayor volumen y diferente geometría.

Se anuncian 306 CV entre 5.000 y 6.250 rpm y un par de 450 Nm desde 1.750 hasta 4.500 rpm. Cifras que se acompañan del rugido de un sistema de escape totalmente nuevo. Un conducto recto desemboca en un silencioso especialmente grande que tiene un diseño interior realizado ex profeso para el John Cooper Works GP. De dicha petaca salen dos tubos de acero inoxidable rectificado mate y con un diámetro de 90 milímetros. No falta el filtro de partículas.

Como novedad en la saga de los JCW GP, no hay transmisión manual y sólo se ofrece el automático Steptronic de ocho relaciones. Un convertidor de par con un nuevo sistema de control y un ajuste más racing. Se combina con un diferencial de deslizamiento limitado de tipo mecánico que, a su vez, se ve asistido por el control dinámico de estabilidad DSC.

Bastidor más radical

Todas las generaciones del MINI John Cooper Works GP han sido muy especiales, pero esta edición cuida detalles como el montaje del motor, de la transmisión y de la suspensión. El equipo de ingenieros ha ajustado el montaje para lograr la máxima respuesta y un “torrente” de sensaciones.

La suspensión tiene cinemática y elastocinamática específicas, o dicho de otro modo, cuenta con tarados creados exprofeso y mucho más firmes. BMW busca potenciar esa sensación de conducir un kart y para ello, han rodado muchos kilómetros en la variante norte de Nürburgring. La anchura de vías es mayor y la altura respecto al suelo se ha reducido en 10 milímetros respecto al John Cooper Works gracias a nuevos muelles y amortiguadores. La barra estabilizadora también es específica.

El eje delantero tiene mayor convergencia al montar nuevos rodamientos oscilantes, los cojinetes estabilizadores de los ejes tienen un precarga especialmente alta y los cojinetes de goma de la suspensión son más duros. Por otro lado, los brazos del eje trasero van instalados en el exterior con juntas de bolas metálicas sin holguras, en lugar de soportes de goma.

La estructura general también se refuerza. En la zona de los bajos, el puente túnel se ha sustituido por un apoyo sólido y hay un bastidor de montaje rectangular de mayor tamaño para la suspensión

45.900 euros y disponible en marzo de 2020

Se van a fabricar solo 3.000 ejemplares para todo el mundo, 1.000 unidades más que las dos veces anteriores. A España llegarán solo 100 de ellas, frente a las 85 de las dos primeras generaciones.

Debido a la buena acogida que tuvo la campaña pre-venta del MINI Cooper SE, la marca en España lanza otra similar para el JCW GP antes de su lanzamiento en el mes de marzo de 2020. Hay que registrarse en jcw-gp.mini.es, elegir el concesionario y formalizar la operación con una señal de 2.500 euros.

Una vez formalizada la reserva y aceptada, se podrá realizar el pedido en la concesión elegida entre el 20 de enero y el 29 de febrero de 2020.

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