Por primera vez desde su introducción hace 40 años, Mercedes-Benz le ha dado al Clase G un cambio de imagen completo. Pero a diferencia de otros “cambios de imagen” que enyesan un nuevo cuerpo en un chasis existente, Mercedes fue en la dirección opuesta. El nuevo Mercedes-Benz G 500 conserva su aspecto icónico mientras recibe un frontal más ancho, suspensión delantera independiente y un interior acorde con el que estrenó en su día el Mercedes Clase S.
Por fuera parece igual, pero por debajo es un modelo completamente distinto. Y, a pesar de su modernización, el Clase G se mantiene fiel a sus raíces fuera de la carretera. Viene con un sistema te tracción total permanente, tres diferenciales de bloqueo, placas de protección y una distancia al suelo más que suficiente para afrontar ciertos abruptos terrenos. Entre las actualizaciones se encuentra un nuevo modo “G” que mejora aún más las capacidades fuera del asfalto.
A diferencia del exterior, Mercedes renovó por completo el interior de su Clase G. Ya pasó el guión de la década del 2000 con docenas de botones. Las pantallas dobles de 12,3 pulgadas muestran todos los datos necesarios -y más- para conocer y manejar todos los parámetros del coche. Tales como el sistema de navegación, el equipo de música, temperatura, velocímetro o tacómetro. De hecho, los medidores se pueden configurar en tres estilos en capricho del conductor. Incluyen Classic, Sport y Progressive.
Una gran parte de la historia del Clase G es su sistema 4WD. Al igual que antes, el G viene con un sistema de tracción total permanente con bloqueo de diferencial en ambos ejes, así como una caja reductora
En lo que respecta a la conducción en carretera, la Clase G también tiene modos para eso. El interruptor Dynamic Select permite al conductor elegir entre los modos Eco, Comfort, Sport e Individual. Cosas como la respuesta de la transmisión, la respuesta del acelerador, la firmeza de la suspensión, el control de tracción y el control de la estabilidad se adaptan a cada modo. Al igual que en otros vehículos, el modo Individual permite al conductor personalizar la configuración de cada parámetro y guardarla para una selección rápida.
Pero seamos honestos, el 99% de los propietarios del Clase G nunca rodarán por nada más desafiante que el pasto mojado o un camino nevado. Es por eso por lo que Mercedes ha incorporado nuevos niveles en cuanto a lujo se refiere. El Clase G, sin dudas, será un gran éxito en todo el mundo, incluso con su precio inicial de 127.450 euros para el modelo G 500 -el que traemos hoy- y de 173.750 para la versión G 63 AMG.
En el mercado español ya se aceptan pedidos del G 63 AMG, aunque el nuevo Clase G llega a partir de este mes. En un principio, lo hace únicamente con motores de gasolina V8 y cambio automático de nueve marchas. Se esperan versiones con mecánicas más modestas y de gasóleo, aunque Mercedes aún no ha especificado cuándo.
El bloque motor es el mismo que en las versiones más prestacionales de la gama AMG, un ocho cilindros en V de 3.982 centímetros cúbicos y doble turbo. Para esta ocasión eroga 422 CV y un par máximo de 610 Nm desde tan solo 2.000 RPM, suficientes para cubrir el 0 a 100 km/h en 5,9 segundos y alcanzar una velocidad máxima de 210 km/h; todo ello con un consumo medio homologado de 11,1 litros a los 100 kilómetros.
Luis Blázquez
Aficionado al mundo del motor desde que fui concebido. Aprendí a leer con revistas de coches y, desde entonces, soy un completo enamorado de la gasolina. Como no se nace sabiendo todo, cada día es importante aprender algo nuevo y así ampliar los conocimientos. Este mundillo tiene mucho que ofrecer, al igual que un servidor a vosotros los lectores.Parece que mantiene el chasis de largueros, aunque emplea el aluminio para reducir el peso total en 170 kg.