Finalmente, las cosas han ido como se esperaba y el Honda NSX Type S ya se ha dejado ver completamente, sin ningún tipo de tapujos. Aunque en este caso deberíamos hablar de Acura, pues ha sido la división norteamericana quien ha presentado la edición final, el canto del cisne, de un coche que no ha cuajado como se esperaba. Es algo que ya comentamos cuando un usuario de Instagram publicó unas imágenes de una unidad con camuflaje circulando por las carreteras de Estados Unidos.

El Honda NSX no ha tenido la acogida que Honda y que, al fin y al cabo, todos esperábamos, sobre todo teniendo el nombre que tiene, y ahora afronta su último año en activo recibiendo una nueva versión. Pero no es una versión cualquiera, se cambian muchas más cosas de las que se podría esperar en un principio, destacando a simple vista un diseño más agresivo en su frontal y al más racing en su trasera. Nuevos rasgos que, a título personal, mejoran ostensiblemente la imagen del deportivo nipón.

Técnicamente también se han llevado a cabo diferentes modificaciones, todas ellas con el objetivo de hacerlo más rápido y más deportivo. El actual Honda NSX llegó al mercado como un coche muy avanzado, con un grupo propulsor híbrido de más de 500 CV y un diseño que se inspiraba en el Honda NSX Concept presentado en 2012 y que, comparado con el NSX original, no era tan espectacular ni tan rompedor como lo fue aquella primera generación de primeros de los 90.

Mirada más agresiva que no llega a Europa

Al Honda NSX actual siempre le faltó un poco de garra y eso quizá, haya sido uno de los motivos de sus bajas ventas en Europa. Sin embargo, en Estados Unidos su acogida ha sido algo mejor y la nueva versión, curiosamente, no estaba prevista para Europa, únicamente para Estados Unidos, por eso es Acura quien publica su lanzamiento y no Honda. Al menos por el momento.

En realidad, el Honda NSX Type S no tiene previsto desembarcar en Europa, solo estará disponible para Estados Unidos y para el mercado local de Honda, Japón. Se harán, como se dijo cuando la marca adelantó su lanzamiento, solo 350 unidades, de las cuales, 300 irán a parar a Estados Unidos. Si lo vemos en Europa, será alguna unidad importada o que Honda se ha apiadado de los fanáticos de la marca y ha decidido traer alguno. No esperéis ver ninguno en España, de eso estamos totalmente seguros.

Pero dejando todo esto de lado y centrando la atención en el coche, podemos apreciar muchas novedades con un simple vistazo rápido. El más notable es el frontal, que adquiere unos rasgos más agresivos, mucho más agresivos, gracias a un paragolpes nuevos y a un capó con nuevas salidas de aire. Como cabe esperar, el nuevo diseño del frontal se ha hecho bajo criterios aerodinámicos, los mismos que han imperado en los cambios efectuados en la parte trasera, donde se instala un difusor más grande y un spoiler de fibra de carbono justo en el borde de la parte trasera.

Los cambios en el frontal son importantes, pues en esto de la aerodinámica, todo lo que ocurre delante afecta detrás. La tomas de aire central, mucho más grande, aporta mayor flujo de aire al radiador principal, mientras que las nuevas tomas laterales (dos a cada lado), dirigen aire a un radiador secundario situado detrás de las esquinas del paragolpes. Las más externas, hacen que el aire pase por el costado del coche y formen una “cortina” de aire. Con esto se reduce la estela a lo largo del lateral, mejorando el flujo de aire a las tomas laterales de los intercoolers.

El difusor, fabricado con fibra de carbono, ayuda a potenciar más el apoyo aerodinámico a alta velocidad y toma como base de partida el difusor del NSX GT3 EVO de competición. Se ha rediseñado, en el caso del Honda NSX Type S, para permitir un flujo más rápido a través de la sección central. Unas aletas adicionales ayudan a evitar los efectos de estela de los neumáticos al tomar una curva (un efecto que repercute negativamente en la carga aerodinámica).

Un motor construido a mano y más potente

Puede que te guste más o menos, pero es evidente que los cambios en la fisionomía del Honda NSX Type S se dejan notar bastante. Pero además de los cambios estéticos (y funcionales) sufridos por la carrocería, nos tenemos que centrar igualmente en los cambios que se han llevado a cabo en el propulsor, que son tan importantes o más que los exteriores.

El motor sigue siendo un V6 de 3,5 litros sobrealimentado por dos turbos, pero en esta ocasión, los turbos se toman del NSX GT3 EVO. Según afirman desde Acura, estos nuevos turbos ofrecen un 5,6% más de potencia que en el NSX “normal” y el V6 pasa a rendir 527 CV y 600 Nm de par. También se añaden nuevos inyectores, se ha revisado por completo el circuito de refrigeración, tomando como punto de partida el propulsor del mencionado NSX GT3 EVO.

La parte eléctrica, porque recordemos que el NSX es híbrido, sigue estando formada por tres motores, que entre todos, rinde 120 CV. Dos de ellos están colocados en el eje delantero y el restante está situado al final de la transmisión. Junto al motor de gasolina ofrecen 600 CV y 667 Nm de par. Es decir, 50 CV adicionales respecto al NSX “normal”. No es un aumento desbordante y sorprendente, pero permite mejorar algunos apartados como la aceleración o, algo que a veces pasa inadvertido, las sensaciones de conducción.

No se han quedado aquí las modificaciones, también se han llevado a cabo cambios en la transmisión, una automática de doble embrague de nueve relaciones. Honda afirma que se ha reajustado para la reducción de marchas sea más rápida y los cambios hacia arriba, en modo automático, sean más agresivos. En los modos Sport y Sport+, los cambios son más rápidos que antes y en modo Track, la reducción de velocidad acepta un rango de revoluciones más alto (1.500 rpm). El embrague es un 50% más rápido en modo Sport y Sport+.

Uno de los cambios que ha efectuado Honda en el sistema de transmisión, es que no hace falta tocar las levas para reducir, al parecer, según parece, el sistema de gestión reduce casi de inmediato cuando se aplica presión sobre el pedal del freno en modo Sport+. Afirman que eso ayuda a mantener la estabilidad al cambiar de marcha cuando el coche está en línea recta y prepara la transmisión para una aceleración más rápida.

Cuatro modos de conducción y detalles de equipamiento

No es, como se puede ver, un simple rediseño exterior con un ligero aumento de potencia, hay muchas más cosas, no en balde, el Honda NSX Type S es el adiós, la despedida del deportivo nipón de su producción, hay que hacerlo a lo grande. Por eso también se han incorporado nuevas llantas y frenos Brembo más potentes con los rotores cerámicos en opción.

Por otro lado, los cuatro modos de conducción disponibles también se han visto afectados en esta edición limitada. Por ejemplo, el Quiet mode aprovecha mejor las capacidades de las baterías y permite mayor autonomía en eléctrico y se ha programado para que el sonido del motor sea el mínimo. En el modo Sport se han implementado nuevos tarados para la suspensión que limitan todavía más los movimientos de la carrocería. En el caso del Sport+, Honda ha querido que el conductor se sienta más integrado en el coche y se ha mejorado la vectorización de par. Respecto al modo Track, los cambios son algo menores y centran en aumentar las sensaciones (mayor volumen en los sistemas ISC y ASC) y mayor margen de revoluciones al bajar de revoluciones.

En el habitáculo encontramos pequeños detalles como un techo tapizado con Alcántara o asientos en cuero semianilina en dos colores.

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