Con fabricantes que necesitan hacer cada vez más inversión para adaptar sus modelos a las también más estrictas normas europeas de emisiones, es lógico que algunos modelos caigan en el proceso. Este es el caso del Ford Ka+, el coche más pequeño y económico que la firma del óvalo de azul tiene a la venta en Europa.
Los vehículos modestos de ajustado tamaño están siendo un quebradero de cabeza para los fabricantes automotrices en Europa. Para que estos productos puedan prestar sus servicios con un precio de salida competitivo, no es rentable equiparlos con la costosa tecnología de reducción de emisiones necesaria, ya que la Unión Europea introducirá a partir del año que viene unos objetivos de reducción de CO2 mucho más duros.
Durante el mes de septiembre se detendrá la producción para Europa de la actual y generación del Ford Ka, y podemos dar por hecho que la firma estadounidense no tiene intención de revivirlo con un nuevo modelo. Ford comenzó a importar el Ka+ a Europa desde la India en 2016 como reemplazo del Ka “a secas”, el coche del día de hoy. Este último, al igual que la primera generación, era más pequeño. Se construía en la fábrica de Fiat en Tychy (Polonia) junto con el Fiat 500, su hermano de plataforma, el cual le aplastó en ventas.
Curiosamente, Ford no ha conseguido dar con la tecla de los coches pequeños en Europa, pero en el segmento B el Fiesta sigue siendo una autoridad máxima.
No solo el Ford Ka+ desaparecerá del mercado, también los monovolúmenes C-Max y Grand C-Max
De acuerdo con JATO Dynamics, analista de mercado, el año pasado se adjudicaron algo más de 50.000 unidades del Ford Ka+ en Europa. Durante 2019, Ford vendió 22.406 ejemplares hasta mayo inclusive, un 13 % menos que el año pasado. A principios de abril ya estaba pululando la idea de que el benjamín de la marca acabaría abandonando la casa, y ahora hemos recibido la confirmación de que así será.
Un portavoz de la firma estadounidense dijo que el Ka+ estaría sujeto a sanciones de emisiones de CO2 en 2020, “haciéndolo menos atractivo para los clientes en un segmento competitivo”. En otras palabras, la homologación WLTP de este modelo es de 123 a 146 g/km de CO2, y en 2021 Ford debe tener una media en torno a 95 g/km, por lo que todo modelo que esté por encima es un problema para el fabricante. Ni siquiera lleva los motores Ecoboost, lleva un rocoso y conocido motor 1.2 de cuatro cilindros -una rareza en el segmento- al cual hacerle bajar de 95 g/km supone usar soluciones caras como hibridarlo, o usar materiales ligeros, o quitarle el “Boost” y dejarlo como atmosférico.
Ford dio a conocer su plan para ayudar a reducir su escasa rentabilidad en Europa, una estrategia que acabará con 12.000 empleos, seis factorías y la huida del mercado ruso. El plan debería de hacerse efectivo a finales del año que viene.
Además de eliminar de la oferta al pequeño Ka+, los monovolúmenes compactos de la marca correrán la misma suerte. Y, aunque no es una certeza absoluta, corre el fuerte rumor de que el S-Max, el Galaxy y el Mondeo convergerán en un único modelo crossover muy familiar. El futuro para Ford está en los SUV, y apostarlo todo a una carta solo tiene dos resultados: vives un sueño lleno de éxito o acabas en la ruina. El tiempo lo dirá.
Por otro lado, Ford anunció recientemente que lanzaría un vehículo completamente eléctrico en el Viejo Continente en 2023, bajo la plataforma MEB del Grupo Volkswagen. Además de compartir estructuras para coches eléctricos, también desarrollaran en conjunto vehículos comerciales. Pero, de momento, tras la llegada del Puma, sabemos que Ford introducirá otros dos modelos SUV en Europa en los próximos cinco años.
Luis Blázquez
Aficionado al mundo del motor desde que fui concebido. Aprendí a leer con revistas de coches y, desde entonces, soy un completo enamorado de la gasolina. Como no se nace sabiendo todo, cada día es importante aprender algo nuevo y así ampliar los conocimientos. Este mundillo tiene mucho que ofrecer, al igual que un servidor a vosotros los lectores.He visto poquitos, la verdad. La falta de chispa en este segmento se va a notar cada vez más. No será el único, me temo.
Los PSA (108 y C1) están en la cuerda floja, así como los trillizos VAG (Citigo, Mii, Up!), y van a ser más…
El Fiat 500 y el Hyundai i10 suscitan ser alternativas sólidas y solventes, aunque, si de mí dependiera, el Segmento A sería eléctrico o nada.
Ya, pero cómo justificas el sobrecoste de un eléctrico en un segmento en que vas a gastarte el mínimo de dinero posible y el espacio para baterías es insuficiente para autonomías decentes fuera del ámbito urbano…
Un coche pequeño a gasolina puede ser “ecológico”, mira los kei cars en Tokio (el aire está bastante limpio), lo que no tiene sentido es vender como ecológico un SUV de 2.000 kg con motor diésel.
Con esas dimensiones su hábitat natural ha de ser urbanoide, pudiendo permitirte desplazamientos puntuales a lugares periféricos, pero teniendo siempre en cuenta sus lógicas limitaciones. Este punto es complicado de mejorar. Lo que sí puede ser mejorable es su precio, y si no, fíjate en el sector móvil. Hace unos años (pocos), te daban a elegir entre sota, caballo y rey y rara vez bajaban algunas castañas de 400 euros. Hoy tienes móviles decentísimos por 150 euros, todo gracias a los chinos. Aquí pasará un poco parecido. En cuanto saquen tres o cuatro modelos esclarecedores de estafa, desinflarán las marcas… Leer más »
No estamos hablando del mismo tipo de bien. Los teléfonos móviles avanzan mucho por la electrónica, y las baterías se van miniaturizando… pero en coches la curva de adopción no es la misma. Pasará una larga temporada hasta que utilitario con 300 km de autonomía eléctrica esté a tiro por 10.000 euros sin ser un “cuadriciclo” o sin graves carencias en algún aspecto (véase EuroNCAP, fiabilidad, etc.) Además, es un segmento que da muy poco margen, pero se tiene que ganar dinero con él por poco que sea. Aunque toda la industria unifique ingeniería y saque un modelo universal, esos… Leer más »