Al igual que el motor “Hellcat” de Dodge, el V8 “Godzilla” de Ford es algo que ha capturado a imaginación de aquellos obsesionados con la potencia bruta. Es grande –7.3 litros– y sin mucha tecnología: está gestado mediante hierro fundido, el diseño es de tipo OHV (motor por varillas), la inyección es indirecta, la culata cuenta con dos válvulas por cilindro y no hay ningún tipo de sobrealimentación. Bueno, esto último podría cambiar próximamente.
La variante de acceso de este motor, destinadas a la gama “peque” de la familia F-Series Super Duty (F-250 y F-350), desarrolla 436 CV y 644 Nm. Mientras tanto, en sus hermanas mayores (F-450, F-550, F-600 y F-650 y camiones de servicio mediano F-750, F-53 y F-59), se ofrece una versión “certificada con dinamómetro” con 355 CV y 635 Nm. Desde luego, no se puede decir que sea un motor sometido a un gran estrés. Pero es ahí donde reside el mayor de sus encantos: prestaciones dignas con una fiabilidad a largo plazo a prueba de bombas.
Por supuesto, este bloque capaz de hacer mucho más con un poco de mano de obra, pero no solo los preparadores y quemados de la mecánica quieren extraer más potencia de él. De acuerdo con Ford Authority, parece que la propia firma del óvalo azul está trabajando sobre el ocho cilindros para integrarle un par de turbocompresores. Previamente, desde el mismo medio, ya habían apuntado a esta posibilidad y a un nuevo nombre: “Megazilla”. Suena tan bien, sencillo y bruto como el propio motor, muy apropiado para los estándares actuales.
Sencillamente, podemos decir que Ford ofrece el motor de mayor cilindrada que se puede comprar en un “turismo” en la actualidad
Ford Authority, citando fuentes anónimas “familiarizadas con los proyectos de investigación y desarrollo del fabricante automotriz”, manifiesta que Ford ya ha comenzado a probar una versión doblemente turboalimentada de este enorme motor; aunque extrañamente ocupa menos espacio que el V8 “Coyote” equipado en el Mustang. De momento, no hay ninguna imagen del actualizado motor en cuestión, pero apuntan a que las pick-ups que lo montan han sido equipadas con escudos térmicos en los lados y cuentan con los capós modificados.
No está claro en este momento por qué Ford querría diseñar una versión biturbo del motor “Godzilla”, o qué tipo de vehículos impulsaría. Lo que sí sabemos es que la configuración es totalmente capaz de asumir cantidades ingentes de energía. Con componentes internos de serie que son capaces de aguantar más de 1.000 CV con kits del mercado de accesorios, los preparadores que han cambiado dichas entrañas por piezas más fuertes, han visto versiones personalizadas con sobrealimentación de este V8 de 7,3 litros que generan casi 1.500 CV.
No está claro cuáles serían las aplicaciones de un motor de este tipo, pero si alguna vez llega a producción, lo que sea que termine sucediendo con él, probablemente, será interesante como mínimo. En esta incesante masificación hacia la electrificación, siempre es agradable para los aficionados a la quema de gasolina saber que locuras así aún tienen cierta cabida en el mercado, aunque sea fugazmente.
Luis Blázquez
Aficionado al mundo del motor desde que fui concebido. Aprendí a leer con revistas de coches y, desde entonces, soy un completo enamorado de la gasolina. Como no se nace sabiendo todo, cada día es importante aprender algo nuevo y así ampliar los conocimientos. Este mundillo tiene mucho que ofrecer, al igual que un servidor a vosotros los lectores.COMENTARIOS