En Europa alabamos las bondades del Ford Focus RS de primera generación; con todo el carácter extraído del mundial de rallies, este RS es un coche de colección a día de hoy. Pero todos sabemos que los estadounidenses beben de otras aguas, y, si aquí en Europa han existido Ford Mustang equipados con el motor de “un simple” Focus, el 2.3 Ecoboost, ¿por qué no podrían ellos hacer un Focus V8? Esa puede haber sido la inspiración de un aficionado para algo irrealizable en España, un Ford Focus V8, un RS con receta estadounidense.
Es indiscutible que el Ford Focus de primera generación resultó una revelación cuando vio la luz, con su atrevido diseño planteó un nuevo horizonte con su renovado compacto, pero con un listón muy alto que superar, el del Escort. Con la perspectiva del los años, considero que es un coche que ha aumentado en atractivo, y su versión RS se postuló como uno de los compactos deportivos más radicales de su época, contando con 215 CV y un diferencial de deslizamiento limitado que consiguiese llevar esa potencia al suelo.
Pero en Estados Unidos es otro cantar. Allí, cuna del Ford Mustang, el compacto no pasará de ser un aburrido coche, a no ser que tengas la imaginación de este aficionado. Él veía oro en la imagen discreta del compacto, por lo que decidió montar un V8 y dotar de propulsión al Focus. Y debió parecerle poco el V8 de cinco litros, ya que decidió dotarle de un compresor y árboles de levas Ford Performance, que no solo aumentan la potencia del motor, sino que también garantiza que entregue potencia de manera más eficiente.
Por ello, mantener la tracción delantera no era una opción, habría sido el pase directo para poder engranar varias marchas con el acelerador a fondo sin apenas moverse. Una parte positiva de esta enorme transformación, es la instalación de una transmisión manual Tremec de cinco velocidades, que mantiene la sensación interactiva y participativa del conductor en todo el proceso de conducción. Un diferencial de deslizamiento limitado es el encargado de mantener el eje trasero bajo control, lo que convierte al corto Focus en un ejemplo de reactividad y control nunca visto en el modelo.
Este Focus destaca visualmente por su llamativa pintura Ford Fury Orange, un tributo a la herencia automovilística de Ford. Las ruedas SVT de 17 pulgadas y el sistema de escape personalizado contribuyen a la estética discreta pero deportiva. Las ruedas realzan el atractivo visual y mejoran la dinámica del vehículo, mientras que el sistema de escape avisa del tipo del coche ante el que estamos. El interior se ha mantenido prácticamente de serie, de no ser por un par de relojes adicionales y el pomo personalizado, nadie diría que este Focus ha sido modificado.
Poco más se le puede pedir a este espectacular Focus, incluso tenemos un video que atestigua que el resultado es capaz de competir contra el Mustang. Un buen par de asientos deportivos y, quizá, una jaula que aumente la rigidez, podría ser lo que redondease la receta de cara a afrontar las curvas con una mayor seguridad, pero, como buen estadounidense, parece que a su propietario no le gustan en exceso.
Francisco Javier Rodriguez
En la época en la que pasaba el día dibujando coches, alguien me preguntó: ¿pero a ti te gusta más la mecánica o la carrocería de los coches? Esa misma semana leí el Manual del Automóvil de Arias Paz. Tenía 14 años, esa simple pregunta es la razón por la que estoy aquí, desde entonces no he parado de aprender sobre lo que se convirtió en mi pasión.COMENTARIOS