Hay marcas de las que a veces nos olvidamos. Pero no porque vengan poco o porque sean malas, para nada, simplemente, es porque las matan callando, como Suzuki. La firma nipona es de esas que no llaman mucho la atención, pero siempre están ahí, al acecho, con buenas ventas y buenos coches, pero escondidos. Si te fijas seguro que te darás cuenta que hay un Suzuki en casi cualquier sitio que mires, sobre todo modelos como el Swift o el S-Cross.

Este último es uno de los modelos más vendidos de la compañía japonesa desde el primer día, gracias, básicamente, a su equilibrio general entre precio, calidad, diseño y prestaciones. Es, por así decirlo, una compra lógica y coherente, nada que ver con los coches con los que todos soñamos tener algún día en el garaje, pero finalmente, el coche que ocupa el garaje de muchos. Y eso es la mejor publicidad que se puede conseguir.

Un diseño más agresivo

No es un modelo que haya destacado nunca por nada en especial, es un conjunto que no es el mejor en nada pero es bueno en todo, aunque ya comenzaba a notar el paso del tiempo y se ha visto sometido a una renovación. Un cambio que lo ha alejado un poco de su anterior personalidad y lo ha convertido en un coche un poco más agresivo estéticamente, con una gran calandra y unos faros alargados que le otorgan una mirada “enfadada”. Nuevamente, el Suzuki S-Cross no destaca por nada en especial, pero si logra ofrecer mayor personalidad y una presencia algo más conseguida.

La parte trasera también merece un poco de atención, ya que adopta la última moda en cuanto a diseño, que se centra en unir visualmente los pilotos traseros. Estos son, quizá, los elementos menos logrados del nuevo S-Cross, con un tamaño y unas formas un poco toscas aunque no por ello feos. Dichos pilotos influyen en la forma de las caderas del coche y en la línea ascendente que sigue la parte inferior de las ventanillas.

Bajo este nuevo diseño, a falta de confirmación por parte de la marca, se encuentra la misma plataforma de la versión saliente, una afirmación a la que llegamos tras ver las dimensiones de este nuevo Suzuki S-Cross, calcadas al modelo saliente. Así, la longitud alcanza los 4.300 milímetros, la anchura 1.785 milímetros y una batalla de 2.600 milímetros. La altura también es la misma, con 1.585 milímetros, pero se debe a la presencia de las barras en el techo. Las vías también son las mismas, con 1.535 milímetros delante y 1.505 milímetros detrás.

Solamente con motorizaciones híbridas

A nivel de motor nos encontramos con más cosas procedentes del modelo saliente, pues bajo el capó está el mismo grupo propulsor microhíbrido. Es decir, un cuatro cilindros gasolina con 1.4 litros y un sistema eléctrico de 48 voltios, con 129 CV y 235 Nm de par. El cambio es manual de seis relaciones y cuenta con el sistema de tracción total “Allgrip”, que dispone de cuatro modos de funcionamiento (reparte el par disponible entre las ruedas mediante los sensores del ABS y del ESP). Dichos modos son: Auto, Sport, Snow y Lock (este último bloquea el diferencial central).

Según avance su comercialización llegarán más opciones mecánicas, más concretamente un híbrido de mayores prestaciones al que Suzuki denomina “Strong Hybrid” y que a pesar de no ofrecer más datos, permitirá circular en modo eléctrico y por lo tanto, podría ser un híbrido convencional. También se ha confirmado que irá asociado a un nuevo motor de gasolina y a un nuevo cambio robotizado asociado a un MGU (motor eléctrico que hace las funciones de generador) que bien podría ser un grupo propulsor de Toyota, ¿el mismo 1.5 Hybrid del Toyota Yaris Cross?

Habitáculo de nuevo diseño y más equipamiento

Al igual que ocurre con el exterior, el habitáculo también recibe un nuevo tratamiento que afecta a todos sus rincones, o casi. A simple vista, el volante sigue siendo el mismo y el selector del cambio también. No obstante, si pones uno junto al otro, se puede apreciar que hay cosas compartidas, que a su vez, afectan al resto de elementos. Por ejemplo, el panel superior del salpicadero mantiene las formas, al igual que la parte central (la silueta es la misma, aunque el panel que ocupa su lugar sea diferente) y la consola central. Los aireadores son los mismos y los paneles de las puertas también.

Eso no quiere decir que sea malo, ni mucho menos, cambia el diseño de los suficientes elementos para darle un nuevo aspecto, como por ejemplo el módulo central del salpicadero, donde se encuentra la pantalla del equipo multimedia. Dicha pantalla está colocada en otra posición, más elevada y “fuera” del conjunto, en lugar de estar integrada como antes. Tiene 9 pulgadas y cuenta con conectividad Apple CarPlay y Android Auto, pero hasta la segunda mitad de 2022 no tendrá servicios conectados.

Obviamente, los sistemas de asistencia electrónicos son muchos, destacando los más importantes en cuanto a seguridad tales como la frenada automática con detección de peatones, el control del ángulo muerto del espejo o la alerta de tráfico cruzado trasero.

El nuevo Suzuki S-Cross estará disponible desde la primera mitad de 2022, aunque todavía se desconocen los precios.