Cuando se puso en circulación la primera generación del BMW Serie 1, rompió todos los moldes del segmento de los compactos. Era un automóvil diferente, el único compacto con motor longitudinal y propulsión, un coche 100% BMW tanto por concepción como por tacto y conducción, que no tenía rival en el mercado, por mucho que Audi tuviera el A3 y Mercedes el Clase A. Sin embargo, con el paso del tiempo fue perdiendo algo de personalidad, hasta llegar a su tercera generación, en la que se convirtió en un compacto más, un coche con motor transversal y tracción delantera, incluso perdió su característico diseño con el morro largo y la cabina retrasada.

La marca tenía sus motivos, y además, de peso. Al parecer, la versión más vendida del Serie 1 era la más básica, la diésel de 116 CV y por si fuera poco, la mayoría de los clientes no sabían, ni estaban interesados, en cuáles eran las ruedas que movían al coche. Pero por otro lado, sí que se quejaron por contar con un habitáculo más pequeño que la media, algo que ha sido otra seña de identidad en la marca alemana. Así que la opción más lógica, era transformar el coche y hacer que se volviera un compacto tradicional, un concepto con el que ofrecer, precisamente, lo que buscaban la mayoría de clientes.

Dicha generación, la tercera, está llegando a la mitad de su vida comercial y la marca está inmersa en el desarrollo del restyling, según se ha podido comprobar en varias ocasiones en las que se han podido ver unidades con camuflaje en diferentes lugares. Tanto la revista alemana Auto motor und sport como la norteamericana Carscoops, ha publicado imágenes de la próxima renovación del BMW Serie 1, todavía muy camuflada, lo que hace pensar que no conoceremos el restyling hasta el año 2023.

Imagen publicada por Carscoops

Por el momento, la información sobre el restyling del BMW Serie 1 es limitada, muy limitada. Todo lo que podamos decir es más especulación que datos basados en algo tangible, aunque también es cierto que son especulaciones lógicas cuando hablamos de la renovación a mitad de vida de un coche como el Serie 1. Así, al menos según se dice, veremos un cambio en el diseño exterior, adoptando rasgos más elegantes, en consonancia con la actual línea estética que ha tomado la marca. No veremos los dobles faros del BMW i7, pero sí cambiarán ligeramente de forma, al igual que los pilotos, que también serán algo más delgados y estilizados.

También se esperan cambios en la calandra, que cambiará sus formas aunque no sabemos si se hará más grande todavía, o simplemente contará con otro contorno. Los paragolpes cambiarán, como viene siendo normal, destacando la inclusión de cuatro terminales de escape en el Serie 1 más potente, el BMW M135i (ahora solo lleva dos, una a cada lado). No sabemos si esa configuración llegará a producción, pero al menos esperamos que sean escapes auténticos y no simples adornos, algo que, seamos sinceros, queda especialmente cutre. Incluso Mercedes, en los AMG, emplea escapes de pega.

Respecto al habitáculo, nada que contar, no hay imágenes sobre las que basar nuestras especulaciones, pero es lógico pensar que tomará algunos detalles de los últimos lanzamientos. Que nadie dude sobre la desaparición de los pocos botones físicos que todavía le queden, colocando en su lugar superficies táctiles o directamente haciendo que todo se controle desde la pantalla. Es decir, algo similar a lo visto en el BMW Serie 2 Active Tourer.

Bajo el capó no habrá cambios notables, mantendrá los mismos motores que se ofrecen ahora, incluyendo el diésel, pero sí que debería recibir una versión con grupo motor híbrido, quizá, el mismo grupo motor del BMW 225e, que anuncia 245 CV. Una versión con motor eléctrico queda descartada, al menos de momento, ya se verá cuando llegue la cuarta generación del Serie 1, pero en estos momentos, no habrá compacto eléctrico de BMW.