Es de sobra conocido por todos la capacidad de Renault para crear versiones deportivas, ahí están coches míticos como el Renault 5 Turbo o el Renault Mégane RS R26.R. También podemos mencionar algunas creaciones destinadas a circuitos, como los desproporcionados Mégane Trophy, que tenían del modelo compacto la silueta y poco más. Coches que ahora tienen un nuevo “familiar” que por desgracia, solo podrán disfrutar unos pocos: el Renault Mégane RS TC4.
Lo curioso es que si quieres ser uno de los muy pocos afortunados en llevarse uno a casa, se lo tendrás que encargar a la escudería suiza Vuković Motorsport. Es decir, no es cosa de Renault, aunque participe en el proyecto ya que para crear el Mégane RS TC4 se parte de un RS de producción al que se le realizan muchos cambios para alcanzar un coche que a simple vista luce espectacular y que, según los datos, también debe ser espectacular en pista.
El coche se ha presentado durante los RS Days, celebrados en el circuito Le Castellet, anunciando que tan solo se van a fabricar 30 unidades listas para trackdays. Un coche de auténtico capricho que promete 360 CV y una puesta a punto radical. Algo que por otra parte era de esperar dado su aspecto.

Así, los cambios en el Mégane RS TC4 van más allá de un enorme ensanche de las vías, de un alerón trasero de grandes dimensiones o de un paragolpes trasero recortado para dejar paso libre al aire que pasa por debajo del coche. Las suspensiones son completamente nuevas y completamente regulables, al mismo tiempo que los frenos se hacen más grandes y se desecha la tracción total como en los Mégane RS Trophy-R. Obviamente, contentarse con la tracción delantera es básicamente para rebajar el peso al máximo, aunque no han facilitado datos al respecto.
El propulsor es el mismo, es decir, un 2.0 turbo de cuatro cilindros acoplado al cambio de doble embrague EDC, aunque también sufre algunos pequeños cambios. Concretamente, se mejora la refrigeración y la gestión electrónica se rediseña y se adapta para funcionar con un turbo más grande, que permite aumentar la potencia en 60 CV adicionales frente al modelo de producción. Esos 360 CV braman a través de una nueva línea de escape de fabricación artesanal.
No está homologado para ninguna competición ni, por supuesto, para circular por vías públicas. Es un coche para quemar adrenalina en circuito, aunque es posible que alguno acabe guardado en alguna colección y nunca pise el asfalto de un circuito. Del precio nada se sabe, pero no será barato, hay que sumar el gasto del Mégane RS de calle, el coste de la transformación y el porcentaje que quieran añadir para sus ganancias.
Javi Martín
Con 20 años no ponía ni una sola tilde y llegaba a cometer faltas como escribir 'hiba', algo digno de que me cortaran los dedos. Pero hoy me gano un sueldo como redactor, ¡las vueltas que da la vida! Si me vieran mis profesores la charla sería de órdago y si hace unos años me dicen que terminaría así, las carcajadas se habrían escuchado hasta en Australia.COMENTARIOS