Inspirada en el saber hacer de DS Performance y en sus monoplazas de la Fórmula E, el DS 4 Performance Line 2021 suma elementos propios de un gran turismo junto con la adrenalina, el refinamiento y el cuidado por los detalles, pero todo en un paquete que destila un poco más de espíritu RACER con respecto al resto de versiones disponibles en la gama.

Exteriormente, esa vocación deportiva del DS 4 Performance Line destaca desde el primer golpe de vista, con un acabado exterior que presenta diversos detalles en negro para lograr un aura elegante y rompedor. Dicha tonalidad la podemos ver en elementos como las “DS Wings” del frontal (luces diurnas en el lenguaje de a pie), la moldura entre las luces traseras, la calandra y los marcos de las ventanillas laterales. Asimismo, las llantas de aleación de 19 pulgadas Minneapolis aportan un toque más exclusivo y dinámico a esta vertiente.

La deportividad y el refinamiento del que DS se siente tan orgullosa están representados en el habitáculo con materiales como el Alcántara, presente en el salpicadero, el panel de las puertas y toda la consola central. Los asientos, de alta densidad, son de tejido Basalto con más Alcántara y están realzados con un pespunte específico en oro y carmín que retoma los colores de DS Performance. Asimismo, el volante está adornado con una pieza de carbono forjado en el brazo inferior, mientras que los pedales y reposapiés son de aluminio.

El nuevo compacto de DS permite elegir entre versiones con aires de berlina (DS 4), con un espíritu aventurero SUV (DS 4 Cross) y con aspiraciones deportivas (DS 4 Performance Line)

La armonía de lujo y deportividad a bordo también se ve reforzada mediante la iluminación ambiental indirecta personalizable, concebida para realzar la vista lateral y contribuir a la serenidad del conjunto. El ambiente musical se compone de un conjunto de alta fidelidad Focal Electra de 690 W y 14 altavoces con ventanillas acústicas laterales, otra primicia en el segmento de los compactos. Porque DS no quiere que te subas a uno de sus coches y pienses que estás en un Peugeot o en un Citroën mejor vestido, sino un verdadero coche premium.

A nivel mecánico, el DS 4 Performance Line se puede escoger con toda la oferta disponible para el modelo. Es decir, para aquellos que quieran algo más tradicional, con cilindros y sin dependencia de la energía eléctrica, hay versiones tanto de gasolina (PureTech) como diésel (BlueHDi). Entre los primeros se puede escoger bien una unidad tricilíndrica de 1,2 litros con 130 CV y 230 Nm, o bien un bloque de 1,6 litros con cuatro cilindros que desarrolla 180 CV y 250 Nm. La única alternativa de gasoil es un propulsor de 1,5 litros con 130 CV y 300 Nm.

La gama DS 4 Performance Line ya está disponible en los concesionarios españoles desde los 34.200 euros (PureTech 130), aunque puede subir hasta los 45.750 euros (E-Tense 225)

Todas estas opciones están asociadas a una caja de cambios automáticas de ocho relaciones (EAT8) que envía la energía al eje delantero. Sin embargo, si quieres un poco más de chicha, DS ofrece la alternativa híbrida enchufable (E-Tense), que combina el mencionado bloque de 1,6 litros turboalimentado de gasolina con un motor eléctrico de 110 CV y 320 Nm para erogar un máximo de 225 CV y 360 Nm. Esta vertiente puede rodar en modo 100 % eléctrico durante 60 kilómetros, y su batería de 12,4 kWh se puede recargar en 1,75 horas (a 7,4 kW).

Por último, aprovechamos para recordar que el DS 4 es un compacto bastante generoso, ya que cuenta con 4,40 metros de longitud, una anchura de 1,83 m y una altura de 1,47 m. Su diseño es muy característico, no solo por las proporciones, que lo hacen instaurarse más en el segmento de los SUV y crossovers que el de los compactos tradicionales, sino también por sus detalles de estilo. Es puramente francés, con rasgos afilados acordes a la moda actual, pero sin llegar a la a veces estridencia japonesa, a la sobriedad germana o a la pasión latina.