¿Te imaginas un Shelby Cobra con un descomunal motor de 7,3 litros atmosférico? Pues no te lo imagines, porque existe y es la antítesis de la reducción de emisiones y de la nueva mentalidad ecológica, que nos obligará a todos a conducir coches eléctricos –o eso quieren–. Viene, como no, de Estados Unidos, pesa poco más de 1.220 kilos y, obviamente, no es ni mucho menos barato. Sin motor, cuesta 125.000 dólares.
Carrol Shelby fue un tipo que influyó muchísimo en la industria del automóvil, pero no solo en la norteamericana, donde tuvo su mayor foco de trabajo, también en todo el mundo. No olvidemos que Shelby fue uno de los responsables de llevar a la victoria en Le Mans al Ford GT40, que durante sus primeros años de participación en las carreras, parecía ser un proyecto abocado al fracaso. Además, ahí está, primero, el AC Cobra y posteriormente, el Shelby Cobra, que vienen a ser el mismo coche pero, por así decirlo, en distintas generaciones.Nuestro protagonista, no obstante, no es un Shelby Cobra auténtico, en realidad podríamos catalogarlo como una réplica, una bestia creada por Superformance, un especialista afincado en Los Ángeles. Se llama Superformance MKIII-30th CSX1000 y su existencia se debe a la celebración del 30 aniversario de Su Performance. Una celebración a lo bestia, que puedes ver en movimiento en un vídeo que ha publicado AutotopiaLA en Youtube y de paso, escuchar el bramar del bloque de 7,3 litros, aunque no le exprimen a fondo –todo sea dicho–.
El coche se basa en un chasis y una carrocería fabricados por el especialista Hi-Tech Automotive, según especificaciones exactas del Shelby Cobra MKIII 427 original, bajo licencia, por supuesto, de Shelby American. A partir de ahí, Su Performance realiza una serie de modificaciones para aumentar la rigidez y mejorar la seguridad –cuenta con zonas de deformación tanto delante como detrás– poder lidiar con el motor. Se añaden, por ejemplo, frenos Wilwood con pinzas delanteras de cuatro pistones y suspensión totalmente regulable firmada por Bilstein y bujes fabricados ex profeso para cada rueda.
La bestia, el V8 de 7,3 litros escondido bajo el pequeño capó delantero es el V8 Godzilla, con distribución por varillas y balancines que da vida a las Ford F-Series y que, de fábrica, rinde 430 CV y 644 Nm de par, el cual, ha sido sometido a diferentes cambios para alcanzar los 600 CV y los 750 Nm de par. Todo el poderío se manda a las ruedas traseras mediante un cambio manual Tremec TKX de cinco relaciones, un grupo trasero Ford con relación 3,55:1 y un diferencial de deslizamiento limitado.
No obstante, Su Performance no entrega el coche con este motor, es cosa del comprador buscar un propulsor, aunque colabora con ciertos kits de motores Ford.
Javi Martín
Si me preguntas de donde viene mi afición por el motor, no sabría responder. Siempre ha estado ahí, aunque soy el único de la familia al que le gusta este mundillo. Mi padre trabajó como delineante en una empresa metalúrgica con mucha producción de piezas de automóviles, pero nunca hubo una pasión como la que puedo tener yo. También he escrito un libro para la editorial Larousse sobre la historia del SEAT 600 titulado "El 600. Un sueño sobre cuatro ruedas".COMENTARIOS