Probablemente, no haya otro fabricante más excelso y exclusivo que Bugatti. Este fabricante francés de nombre italiano ha sido siempre famoso por sus espectaculares automóviles, cuyos precios estaban al alcance de muy pocos; una imagen que Volkswagen ha sabido conservar y traspasar a los tiempos actuales con mucha maestría. De hecho, su renacimiento bajo el amparo alemán fue, sencillamente, brutal, y desde aquel Bugatti Veyron, la marca es sinónimo de velocidad, lujo y potencia desmesurada. Lo ha vuelto a demostrar con su última creación, el Bugatti Centodieci, del cual ya tenemos las imágenes de alta resolución para vuestro deleite.
Cuando se propusieron reemplazar al “coche de los 1.000 CV”, todo el mundo estuvo pendiente y la presión era notable. Pero el resultado, el Bugatti Chiron, no defraudó a nadie e incluso dejó “viejo” al Veyron y su barroco diseño. Pero además, con el Chiron se ha querido ir un poco más allá y en lugar de crear versiones especiales como se hizo con el Veyron, también se ha tomado como base para otras creaciones que, a simple vista, prometen sensaciones fuertes, muy fuertes.
“Centodieci” en italiano significa “110”
Una de esas creaciones es el Bugatti Divo, una especie de Chiron radical y de diseño casi de nave espacial, mucho más deportivo y agresivo que escondía, sin cambios, las entrañas del Chiron. Dicho camino se ha tomado también para la última criatura que Bugatti ha dado a luz, que, además, llega también para homenajear un modelo que nació en un momento poco adecuado: el Bugatti EB110, un deportivo que ya en la década de los 90 contaba con un bloque V12 y nada menos que cuatro turbos (como lo tiene el Chiron y los tenía el Veyron).
Así, bajo la denominación de Bugatti Centodieci, se presenta una creación que destaca por sus nuevos rasgos, totalmente inspirados en el Bugatti EB110 SS, que, nuevamente, esconden todos los órganos mecánicos del Bugatti Chiron
La carrocería es completamente nueva, con un frontal que adopta formas muy similares a las del mencionado EB110 y unas minúsculos faros LED que le otorgan una mirada un tanto achinada, pero bastante agresiva. Llama poderosamente la atención la transformación sufrida en su parte trasera, que luce (nunca mejor dicho) un enorme piloto que abarca todo lo ancho del coche y que domina toda la imagen junto a un difusor de tamaño considerable y a unos escapes, colocados dos a dos, en una curiosa posición. Como cabe esperar, las soluciones empleadas buscan, además de una imagen impactante, una buena extracción del calor producido por el enorme propulsor de 8 litros.
Rasgos del Bugati EB110 SS se pueden apreciar también en los laterales, con las ventanillas de cortes rectos y un panel tras las mismas con cinco orificios que hacen, claramente, referencia al modelo de los 90. Las llantas son quizá el detalle que más rompe con toda la inspiración, aunque cuadran bastante con el diseño y el concepto que se pudo ver con el Bugatti Divo.
“El desafío no era dejarse cautivar demasiado por el diseño del vehículo histórico y trabajar únicamente en retrospectiva, sino crear una interpretación moderna de la forma y la tecnología de la época”. Palabras de Achim Anscheidt, diseñador jefe de Bugatti, quien también ha afirmado que “enfrentamos una serie de desafíos técnicos en términos de desarrollo y diseño de Centodieci. El EB110 es un superdeportivo muy plano, en forma de cuña y gráficamente cuasi bidimensional, transportar este aspecto clásico al nuevo milenio sin copiarlo fue técnicamente complejo. Tuvimos que crear una nueva forma de combinar los complejos requisitos aerotérmicos de la tecnología incluida en el Chiron con una apariencia estética completamente diferente”.
Todo lo demás, como ya se ha mencionado, se toma del Bugatti Chiron. Por tanto, tras los asientos se encuentra el mismo y desmesurado propulsor W16 de casi 8.000 centímetros cúbicos y cuatro turbos, cuya potencia llega al suelo a través de las cuatro ruedas y el cambio tampoco varía un ápice. Sin embargo, para la ocasión, esta enorme central de energía gana prestaciones. Ahora, para el Bugatti Centodieci, se declaran 1.176 kW, o dicho de otro modo, 1.600 CV que se obtienen a 7.000 RPM. Al mismo tiempo se ha modificado la refrigeración, con una entrada de aire adicional en el área del radiador de aceite.
Se ha trabajado en reducir el peso respecto al Chiron, logrando una rebaja de 20 kilos. De esta forma, también se logra una buena relación peso-potencia de 1,13 kilos por caballo. Las prestaciones son, como cabe esperar, de órdago. El sprint a 100 km/h se completa en 2,4 segundos, los 200 km/h desde parado los alcanza en 6,1 segundos y los 300 km/h en 13,1 segundos. La velocidad máxima está limitada, como en el caso del Divo, a 380 km/h.
“No es sólo la velocidad máxima lo que hace de un automóvil un hiperdeportivo. Con el Centodieci, demostramos una vez más que el diseño, la calidad y el rendimiento son igual de importantes ” – Stephan Winkelmann
Sólo habrá 10 unidades del Bugatti Centodieci, vendidas todas ellas. Su precio es de nada menos que 8 millones de euros sin impuestos y las entregas comenzarán dentro de dos años. Si quieres uno, tendrás que ahorrar un poco más, con impuestos son 10,86 millones de euros en España, un poco más en Cataluña y Baleares.
Javi Martín
Si me preguntas de donde viene mi afición por el motor, no sabría responder. Siempre ha estado ahí, aunque soy el único de la familia al que le gusta este mundillo. Mi padre trabajó como delineante en una empresa metalúrgica con mucha producción de piezas de automóviles, pero nunca hubo una pasión como la que puedo tener yo. También he escrito un libro para la editorial Larousse sobre la historia del SEAT 600 titulado "El 600. Un sueño sobre cuatro ruedas".COMENTARIOS