Sabíamos que, tarde o temprano, acabaría llegando. El pasado año se presentó el BMW Serie 8, el segundo de su nombre y descubrimos con el M850i xDrive la antesala de lo que estaría por venir. Y aquí está el modelo 100% firmado por la división Motorsport GmbH, el BMW M8 Competition.
Disponible tanto con carrocería coupé como descapotable, el nuevo BMW M8 Competiton presenta un diseño exterior que aúna a partes iguales la elegancia de un gran turismo con la agresividad que se espera de una versión M. La delantera recibe unas entradas de aire de mayor tamaño y un labio en la zona inferior del paragolpes. Por su parte, la pareja de riñones laminada está acabada en un tono negro.
La vista lateral se caracteriza por unas aletas ensanchadas que integran las características branquias de BMW Motorsport y unos retrovisores de nueva factura que, desde la compañía, dicen que son más aerodinámicos. En la zaga podemos encontrar un difusor completamente funcional con dos salidas de escape en los extremos –de 100 mm cada una– y un pequeño spoiler sobre el portón del maletero. El techo es de polímero reforzado con fibra de carbono (CRPF).
Con 4.867 mm de largo, 1.907 mm de ancho y 1.362 mm de alto, el BMW M8 Competition es 36 mm más corto, 8 mm más ancho y 12 mm más bajo que el M6 al que sustituye. La distancia entre ejes también de 24 mm más corta que la de su antecesor, con 2.827 mm, y el ancho de vías se reduce en 4 mm en la parte delantera (1.627 mm) y aumenta en 20 mm en la parte trasera (1.632 mm). Es un coche que se ve bien asentado sobre el asfalto.
En el interior hay una serie de elementos tradicionales de la división M, que incluyen el último volante M-Sport, una pedalera de acero inoxidable, asientos deportivos, instrumentación digital BMW Live Cockpit de 13,3 pulgadas, gráficos específicos de M para el sistema de infoentretenimiento de 10,25 pulgadas, Head-Up display, Parking Assistant, Driving Assistant y un nuevo diseño para el selector de cambio.
Como suele ser habitual en este tipo de coches, BMW ha dispuesto a su M8 Competition de un dispositivo en el centro de la consola para que el conductor pueda elegir su modo de conducción favorito y la información que se muestra en pantalla. Tenemos tres configuraciones para el motor (Efficient, Sport y Sport Plus) y el chasis (Confort, Sport y Sport Plus), dos para la dirección electromecánica y los frenos (Confort y Sport).
El máximo placer de conducción se consigue gracias al M Mode, que permite a su piloto activar los ajustes Road, Sport y Track y rodar en circuito con la máxima “pureza” posible
Partiendo del bloque 4.4 V8 biturbo que ha estado alimentando a otros modelos de la casa de Múnich, se consiguen extraer 625 CV a 6.000 RPM y 750 Nm entre las 1.800 y 5.800 RPM. Asociado a un cambio automático de convertidor de par de ocho relaciones, es capaz de cubrir el 0 a 100 km/h en 3,2 segundos (3,3 s el Cabrio) y alcanzar una velocidad máxima limitada a 250 km/h. Equipando el paquete opcional M Driver puede aumentar hasta los 305 km/h.
Todo ello queda gestionado a través de un sistema de tracción total xDrive que prioriza el tren posterior. Se podrá optar por tres configuraciones motrices: 4WD, 4WD Sport y 2WD. Este último envía toda la fuerza del motor al eje posterior y desconecta las ayudas electrónicas. Gracias a una serie de ajustes en el sistema de inducción y los montajes del motor, se consigue mejorar la rigidez estructural y la filtración de ruido en el habitáculo.
Sobre la base del nuevo buque insignia de BMW M se encuentra un sistema de suspensión adaptativo, amortiguadores controlados electrónicamente y dirección de asistencia variable. Las ruedas de 20 pulgadas cuentan con neumáticos 275/35 delante y 285/35 detrás. Y, tras estas, se esconde un juego de discos de freno de 395 mm y 380 mm respectivamente, aunque se pueden sustituir por unos carbonocerámicos de 400 mm al frente y misma medida en la zaga.
Luis Blázquez
Aficionado al mundo del motor desde que fui concebido. Aprendí a leer con revistas de coches y, desde entonces, soy un completo enamorado de la gasolina. Como no se nace sabiendo todo, cada día es importante aprender algo nuevo y así ampliar los conocimientos. Este mundillo tiene mucho que ofrecer, al igual que un servidor a vosotros los lectores.COMENTARIOS