Por fin se ha presentado oficialmente el Aston Martin DBX. Uno de los SUV de altos vuelos más esperados de los últimos años. Llevamos pendiente de este coche desde que mostraron al público el DBX Concept, allá por 2015, durante el Salón del Automóvil de Ginebra. De aquel prototipo apenas queda el nombre y poco más, pues era un modelo con solo tres puertas y un motor eléctrico. Cosas que no se han implementado en la versión de producción.
El DBX es un modelo estratégico, como lo fue en su momento el Porsche Cayenne, como lo es el Bentley Bentayga y como también lo es el Lamborghini Urus. Los SUV son los coches que más se venden en la actualidad y se hace necesario vender el alma al diablo, o alquilársela, para poder tener unos buenos dividendos a final de año. Los fabricantes viven de vender coches y los usuarios quieren este tipo de modelos.
Obviamente, el hecho de poner un SUV en circulación no quiere decir que sea necesario traicionar todas las costumbres y tradiciones. El DBX es un auténtico Aston Martin, tanto por diseño como por acabados, pero con un enfoque más lujoso si cabe y más polivalente al contar, entre otras cosas, con un maletero digno de ese nombre (632 litros) y cinco puertas.
Casi 2.300 kilos con 550 CV y llantas de 22 pulgadas
Si hay algo que Aston Martin domina con especial maestría, es la combinación de clase, deportividad y discreción. Cualquier modelo de la compañía británica luce imponente, con muchísima clase y se aprecia sin tapujos que se está ante un coche muy rápido y lujoso. Pero no son automóviles ostentosos, no tienen líneas recargadas ni horteras, sino que tienen una clase inigualable. Y eso mismo es lo que desprende el nuevo DBX: clase, mucha clase, como buen Aston Martin.
Han combinado muy bien los rasgos de la marca con un tamaño que no es precisamente contenido. El frontal es 100% Aston, con la típica calandra de la marca y dos pequeñas tomas de aire adicionales a los lados de la misma. Respecto a la trasera, se toma directamente del Vantage y se combina con una caída del techo bastante suave. Visto de lateral quizá tenga mucha concentración de chapa en la zona de la cadera, perdiendo parte del equilibrio que si tiene el resto del coche. Y eso que las llantas son de 22 pulgadas.
No obstante, camufla muy bien sus proporciones, al menos en las fotos. La longitud del Aston Martin DBX llega a los 5,03 metros, la anchura a los 1,99 metros y la altura a los 1,68 metros. La batalla es enorme, nada menos que 3,06 metros. Las cotas todoterreno no son gran cosa y anuncia 22,2º para el ángulo de ataque, 15,1º para el ángulo ventral y 24,3º para el ángulo salida. Los neumáticos tampoco son muy adecuados para salir del asfalto, con 284/40 delante y unos rodillos de 325/35 detrás. Todo un conjunto que pesa 2.245 kilos.
Bajo el contundente capó se esconde el V8 4.0 biturbo de origen alemán, aunque la marca afirma que se ha realizado una puesta a punto específica para este modelo. Rinde 550 CV y 700 Nm de par, constantes entre las 2.000 y las 5.000 rpm. Se combina con un cambio automático de convertidor de par de nueve relaciones y con un sistema de tracción total. Incluye diferencial activo y autoblocante trasero controlado por electrónica. Con este equipo es capaz de completar el sprint en 4,5 segundos y llegar hasta los 291 km/h. Cuanto toque parar semejante mole a esa velocidad, se dispone de frenos con discos de 410 milímetros delante y 390 milímetros atrás, fabricados con acero.
Tecnología y lujo, señas de identidad del Aston Martin DBX
Para su habitáculo se han seguido los mismos pasos que para su exterior, aunque se aleja de lo visto en otros modelos de la marca y muestra su propia personalidad. Aparte de algunos detalles como el volante, el resto es casi todo nuevo. Resulta un interior elegante, de formas agradables y con clase, pero sin recurrir a un exceso de pantallas y mantenimiento muchos controles físicos. Un enorme contraste con otros rivales como le Porsche Cayenne o Lamborghini Urus. Con este último sobre todo, ya que no es nada recatado y busca impresionar con cada rincón del coche.
La unidad que aparece en la fotos de prensa luce un interior totalmente tapizado en piel marrón, combinado con un techo de Alcántara del mismo tono. Hay cromados, pero sin exceso y pequeñas zonas de color negro haciendo contraste. La consola central sobreelevada deja un hueco justo debajo para depositar objetos y permite que los ocupantes se sienta más integrados en el coche.
Se trata del primer Aston Martin con capacidad para cinco ocupantes, que además también tiene unos asientos traseros abatibles en sección 40/20/40. Es un habitáculo diseñado siguiendo los ‘consejos’ de aprovechamiento de espacio conseguidos gracias a diversas encuestas realizadas por la marca. También se ha usado materiales textiles que son un 80% lana, así como un material procedente del lino para alternativa a la fibra de carbono.
Entre las cosas llamativas que esconde este Aston Martin, hay un calentador de botas ski, un kit de limpieza portátil para perros y evitar que suban al coche llenos de suciedad, sillitas para niños y las imprescindibles maletas a medida. Por supuesto, admite Apple CarPlay, Android Auto, conexión USB, cámara de 360 grados…
A nivel de chasis también se ha implementado tecnología. La suspensión es de tipo neumática de tres cámaras, con amortiguadores adaptativos y un sistema anti-inclinación de 48 voltios. La altura respecto al suelo puede aumentar en 45 milímetros, o reducirse en 50 milímetros.
Disponible durante el segundo trimestre de 2020
La firma británica ha trabajo con ahinco en este SUV, con el que esperan un buen nivel de ventas y una llegada de capital que les permita respirar. Se fabricará en las instalaciones en Gales (Reino Unido) y llegará a los concesionarios durante el segundo trimestre de 2020. Los primeros 500 compradores se llevarán a casa una especie de ‘first edition’, equipado con un paquete exclusivo denominado “1913 Package”, que incluye diferentes logos y placas conmemorativas. Estas unidades serán inspeccionadas por el CEO de la marca, Andy Palmer, que estampará su rúbrica junto a la del director del departamento creativo Marek Reichman en un libro exclusivo para esas 500 primeras unidades.
Sus precios, como cabe esperar, son elevadísimos. En Reino Unido parte de las 158.000 libras (unos 184.457 euros), que pasan a ser 193.500 euros en Alemania y 189.000 dólares (unos 170.835 euros) en Estados Unidos.
Javi Martín
Si me preguntas de donde viene mi afición por el motor, no sabría responder. Siempre ha estado ahí, aunque soy el único de la familia al que le gusta este mundillo. Mi padre trabajó como delineante en una empresa metalúrgica con mucha producción de piezas de automóviles, pero nunca hubo una pasión como la que puedo tener yo. También he escrito un libro para la editorial Larousse sobre la historia del SEAT 600 titulado "El 600. Un sueño sobre cuatro ruedas".Tiene una trasera muy bien lograda, pero en esa primera foto se me antoja muy similar al Macan, aunque bien es cierto que en estos días ya todo se parece a todo
Vale, el manido “todo es susceptible de mejora”, aquí encontró su origen. Me esperaba otra cosa viniendo de ti y en las condiciones en las que estás. Yo tan decepcionado….y tú tan convencional.