El Grupo Renault continúa arrastrando las consecuencias del “caso Ghosn” y la crisis del COVID-19 tampoco ha ayudado a mejorar la situación. Su intención es reducir drásticamente los costes operativos en 2 mil millones de euros en los próximos tres años, y eso significa despedir a más de 14.000 empleados en todo el mundo. Tras anunciar que la planta de Nissan en Barcelona echará el cierre, otras como la de Alpine en Dieppe también parecen estar en peligro.
Inicialmente podríamos pensar que estamos ante un nuevo final para la icónica marca francesa, aunque, aparentemente, parece que todavía no hay por qué perder esperanza. Según Autocar, Alpine podría sobrevivir al tumulto en el que está sumergida… buscando un futuro totalmente eléctrico. Sin embargo, no es algo totalmente certero. La revista británica explica que el destino de la marca solo se decidirá una vez que el nuevo CEO de Renault, Luca de Meo, comience su mandato en julio.
La electrificación total sin duda será un precio a pagar por una marca de coches deportivos que, durante mucho tiempo, ha abogado por la simplicidad en la búsqueda de un peso contenido y una gran puesta a punto. “Claramente, Alpine es una marca hermosa y tenemos que mirar muy, muy en serio su futuro para ver cómo puede aportar valor agregado al grupo”, dijo el mandamás de Renault, Jean-Dominique Senard. “Es bastante obvio que no podemos continuar como lo estamos haciendo hoy”.
El movimiento amenaza directamente al futuro del Alpine A110, ya que la fábrica de Dieppe se transformará una vez que finalice la producción del modelo actual en 2024
El artículo también cita al jefe de diseño de Renault, Laurens van den Acker, quien aseguró que la electrificación de futuros modelos de la marca Alpine es “inevitable”. Continuó diciendo que el movimiento hacia una vida de cero emisiones para la firma francesa no solo se debe a los organismos rectores, sino también a las expectativas de la gente de ver menos vehículos con un motor de combustión interna entre sus entrañas. Ya no son tantos los que apelan por un futuro con mecánicas de pistones.
Pero incluso si todo siguiese igual, Alpine necesita vender más unidades de las que consigue colocar actualmente. El objetivo de referencia de 6.000 anuales que Renault estableció hace tres años ha sido imposible de alcanzar hasta el momento, con menos de 4.500 ejemplares en un nuevo hogar el año pasado. La firma del rombo por tanto tiene dos opciones: transformar las instalaciones de Dieppe en una fábrica principal para la marca, o adaptarla para una acoger a una reinventada Alpine.
“Continuaremos pensando en cómo podemos agregar valor a la planta de Dieppe. Está formada por personas apasionadas de Alpine”, mencionó Senard. “Hay tanta habilidad dentro de esa fábrica que tenemos que asegurarnos de que se use productivamente, pero no podemos mantener el statu quo”. Se avecinan grandes cambios para el fabricante de Boulogne-Billancourt, donde incluso algunos de sus actuales modelos como el Espace, Scénic y Talisman podrían desaparecer, e incluso el Mégane.
Luis Blázquez
Aficionado al mundo del motor desde que fui concebido. Aprendí a leer con revistas de coches y, desde entonces, soy un completo enamorado de la gasolina. Como no se nace sabiendo todo, cada día es importante aprender algo nuevo y así ampliar los conocimientos. Este mundillo tiene mucho que ofrecer, al igual que un servidor a vosotros los lectores.COMENTARIOS