Cuando Audi comunicó que no habría más generaciones del Audi TT, hay que reconocer que me sentí un poco triste. Es raro sentirse triste por algo totalmente artificial como un coche, y más todavía cuando ni siquiera has tenido uno en el garaje, cuando no había posibilidad de poder disfrutar alguna de sus generaciones en propiedad, porque seamos sinceros, el Audi TT siempre ha estado lejos de mi presupuesto. Ahora, de segunda mano, y de la primera generación, la que más me gusta, es más factible, aunque encontrar una unidad en buen estado no es precisamente fácil.

El caso es que, como decía, cuando la marca anunció que no habría más ediciones de su Tourist Trophy, la sensación fue de tristeza, pero tristeza porque se acaba una era, o al menos para mi sí lo es. Recuerdo perfectamente el lanzamiento del TT, las portadas de las revistas, las conversaciones con los amigos, la primera vez que vi uno en la calle… no tenía ni 20 años cuando se puso en circulación –de hecho, tenía 16 años– y el TT pronto se convirtió en un sueño, uno de esos que se tienen de chaval y te acompañan toda la vida. Todavía me gusta igual que cuando lo vi por primera vez.

 

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Si hacemos caso a las teorías y a los comentarios que diferentes fuentes de Audi han realizado en el mismo número de entrevistas, de haber un nuevo Audi TT, será un coche eléctrico y posiblemente no se llame igual. Al contrario que nuestro director, el señor Pablo, yo no tengo problema con los coches eléctricos, tienen su hueco en el mercado, sus objetivos, su lógica, pero sí que estoy convencido, como muchos otros, en que les falta carisma, les falta pasión. Pablo diría que no tienen alma, y es justamente eso lo que hace que muchos aficionados sientan cierto rechazo hacia ellos. No será el caso del reemplazo del TT, si es que aparece uno en algún momento –los coches eléctricos de Audi no están en su mejor momento–, pues se trata de un coche “de imagen”, habrá mucha gente que se compre uno solo porque es un coupé de Audi y además, a la moda, con motor eléctrico.

¿Y a qué viene todo esto? Pues sencillo: el último Audi TT ya ha salido de la línea de producción, es decir, ya no se fabrica el icónico coupé alemán. Y el anuncio de esta noticia ha sido absolutamente insípido y casi una falta de respeto para lo que ha significado el modelo: han anunciado el suceso con una simple publicación en la cuenta de Instagram. Se han fabricado 662.762 unidades del modelo, ha sido portadas de revista, ha logrado una enorme legión de seguidores y se ha convertido en un icono del diseño, y la marca le despido con una publicación en redes sociales… y además, llega con retraso, porque la última unidad del Audi TT se fabricó el pasado día 10 de noviembre.

En la publicación de la marca aparece la última unidad, un TT S de color gris –Gris Chronos metalizado con detalles Dark Chrome mate, para más exactitud– adornado con un ramo de flores y la leyenda en el parabrisas “”TT’s from Györ to the world”, junto a la fecha de inicio de producción y la de finalización, más el número de la unidad, el 662.762.

Una triste y deslucida despedida para un coche que merecía algo especial…