Érase una vez un superdeportivo venido de las tierras vikingas de Suecia. Con una tez oscura y liviana, infundía miedo allá por donde pasaba. Y todos quedaban atónitos, pues no solo su aspecto era envidiado y temido por todos. Entre los plebeyos circulaban leyendas que contaban que también era tremendamente poderoso, que casi no tenía rival, pues conseguía la fuerza de un caballo por cada kilo de masa. Esa máquina es el Koenigsegg Agera RS Draken.
Al igual que nosotros, ahora mismo está confinado entre cuatro paredes y un techo, esperando a que su príncipe azul pueda rescatarle. Y aunque el Agera se puso a disposición de la burguesía más adinerada en 2011, el equipo de Christian von Koenigsegg tan solo fabricó 25 ejemplares con la especificación RS. El resultado consiguió cautivar la esencia de un verdadero deportivo de ensueño: ser absurdamente potente y completamente innecesario, haciéndolo increíblemente deseable.
Como media cincuentena de hermanos pueden ser demasiados para los más excéntricos, este Agera RS decidió tomar su propio camino. Su primer dueño, de origen estadounidense, quiso que su montura fuese única. Lo primero de todo fue encargar un acabado de fibra de carbono expuesta en, prácticamente, todo lo que la vista pueda alcanzar. Tan solo una serie de acentos rojos y blancos rompen la continuidad cromática. Incluso las llantas han sido gestadas en este exclusivo material.
El dueño original apodó a este Agera RS como “Draken” (dragón en sueco) en honor al avión de combate homónimo que antes guardaba reposo en el aeródromo que ahora alberga la fábrica y la pista de pruebas de Koenigsegg
Abordando el interior, puedes encontrar tapicería de Alcántara para los asientos, con costuras rojas en contraste rojo y el apodo del coche bordado en el salpicadero. Todo lo demás, incluida la consola central, están hechos de fibra de carbono. Alguno puede pensar que incluso puede llegar a ser un poco hortera, pero eso es parte del encanto. De acuerdo con sus creadores, la sección central contiene polvo de diamante en una capa transparente. Las fotos no hacen justicia al final.
Y no pienses que solo es una cara bonita. Como mencionaba al comienzo del artículo, el aspecto también conjuga con sus prestaciones. El Koenigsegg Agera RS Draken está equipado con la misma especificación del One: 1, lo que se traduce en un corazón V8 biturbo de 5.0 litros con 1.341 CV. Es exactamente la misma potencia que entrega el Agera RS rojizo que mantuvo brevemente el récord mundial como coche de producción más rápido del mundo, después de alcanzar 447,19 km/h en 2017.
Si hay alguien dispuesto a salvarle de su encierro, ha de saber que se encuentra actualmente en el concesionario iLusso de Costa Mesa, California. Con 2.700 kilómetros en el odómetro, apenas ha podido ser disfrutado desde que saliese de las instalaciones de Ängelholm en 2018. La tarifa no está presente en el anuncio, lo que significa que tendrás que contactar con el establecimiento para ver cuál es el precio de la salvación. Teniendo en cuenta su historial, apostamos que no será barato.
Luis Blázquez
Aficionado al mundo del motor desde que fui concebido. Aprendí a leer con revistas de coches y, desde entonces, soy un completo enamorado de la gasolina. Como no se nace sabiendo todo, cada día es importante aprender algo nuevo y así ampliar los conocimientos. Este mundillo tiene mucho que ofrecer, al igual que un servidor a vosotros los lectores.COMENTARIOS