No hay muchos Ford GT de los nuevos por ahí (ni en general), y la mayoría de ellos están en Estados Unidos. Solo unos pocos fueron entregados a Reino Unido, y la belleza negra que se ve aquí es uno de esos coches, a pesar de que el volante está a la izquierda. Este ejemplar está impecable, ya que desde que se entregase el 12 de enero de 2018, apenas ha recorrido 980 kilómetros, y será el primero en subastado en Europa.
Ford hizo todo lo posible para evitar que sucediesen cosas como esta, pero el objetivo de una ganancia rápida y relativamente fácil es demasiado difícil de evitar para algunos. El Ford GT no es algo fácilmente disponible para pedir en un concesionario. Uno debe solicitarlo a fábrica y cumplir una serie de requisitos para recibirlo. Ford quiere que estos propietarios sean los llamados embajadores de la marca. Se supone que cada unidad debe ser conducida en lugar de guardarse en un garaje.
Los futuros propietarios deben convencer a la firma del óvalo azul de que tienen la intención de llevar sus superdeportivos a eventos públicos como Cars and Coffee. El actor y luchador John Cena, por ejemplo, no hizo esto, ya que rápidamente volvió a vender su GT (con ganancias) poco después de recibirlo. Y ahora el primer GT en llegar al Viejo Continente espera nuevo dueño por cortesía de Bonhams, pero a diferencia de Cena, su propietario ahora puede venderlo legalmente.
Ford hace firmar a todos los clientes del GT que no venderán su coche en un plazo de dos años, ya que la idea de este coche es ser disfrutado en el asfalto, no en un garaje climatizado
Con un precio original de, aproximadamente, 450.000 dólares (407.800 euros), lo más probable es que el propietario de este Ford GT esté a punto de duplicar su cuenta corriente en un abrir y cerrar de ojos, ya que Bonhams estima un precio a golpe de martillo de entre 790.000 y 1.000.000 de euros, aunque algunos ejemplares anteriores han conseguido sumas tan altas como 1,36 millones de euros, dejando abierta la posibilidad de un lucro aún mayor si hay pelea por él.
En cuanto al coche en sí, el Ford GT de nueva generación está propulsado por un motor V6 de 3,5 litros doblemente turboalimentado que consigue entregar 656 CV y 746 Nm a las ruedas posteriores a través de una transmisión automática de siete velocidades. El sprint de 0 a 100 km/h lo cubre en 2,9 segundos y alcanza una velocidad máxima de 347 km/h. Lo curioso de este coche es que su matrícula es “1966 GT”, un guiño a la victoria de ese año sobre Ferrari en Le Mans.
Pintado en Shadow Black, hay adornos opcionales de fibra de carbono mate presentes en el frontal, los faldones laterales y el difusor trasero. También hay llantas de aleación y pinzas de freno plateadas. En el interior, todos los Ford GT que salen de la planta canadiense de Multimatic hacen gala de más fibra de carbono expuesta, con toques de Alcántara negra en el salpicadero, los asientos y los paneles de las puertas. Una placa enfrente del copiloto revela que este es el chasis #121.
Con la prohibición de reventa levantada, cada vez más Ford GT comenzarán a llegar al mercado de ocasión y a los bloques de subastas. A juzgar por el bajo kilometraje de esta unidad, parece que el propietario nunca tuvo intenciones reales de conducirlo mucho, y tal vez siempre tuvo planeando venderlo lo antes posible. Ford ya no puede hacer nada al respecto, pero así son las reglas del mercado. Una pena no disfrutar de un coche que puede ofrecer tantas sonrisas.
Luis Blázquez
Aficionado al mundo del motor desde que fui concebido. Aprendí a leer con revistas de coches y, desde entonces, soy un completo enamorado de la gasolina. Como no se nace sabiendo todo, cada día es importante aprender algo nuevo y así ampliar los conocimientos. Este mundillo tiene mucho que ofrecer, al igual que un servidor a vosotros los lectores.COMENTARIOS