A pesar de haber conseguido la fama como coche protagonista de numerosas películas de James Bond (“Goldfinger”, “Thunderball”, “GoldenEye”, “Casino Royale” y “Skyfall”), de tener un diseño atemporal y un rendimiento impresionante (para la época), el Aston Martin DB5 no era un vehículo muy práctico, especialmente para las personas cuyos pasatiempos incluían actividades deportivas.
Este hecho fue observado de primera mano por el dueño de Aston Martin, Sir David Brown. Un ávido deportista al que le gustaba la caza y el polo que se sintió frustrado cuando se dio cuenta de que en el maletero de su DB5 no podía meter su equipo o su perro, que mordía los asientos de cuero. En una situación similar, la mayoría de las personas habrían comprado un vehículo más práctico de otra marca, pero no Brown. Así nació el Aston Martin DB5 Shooting Brake.
La leyenda dice que Brown hizo acto de presencia en una reunión de la junta directiva a la que asistieron algunos de sus ingenieros, puso a su perro de caza sobre la mesa y dijo: “Construidme algo donde se pueda sentar”. El resultado fue una carrocería familiar (shooting brake) concebida sobre el chasis de un Aston Martin DB5. El resultado fue tan satisfactorio que otras personas también querían uno. Ya se sabe, culo veo, culo quiero.
En ese momento, la fábrica en Newport-Pagnell estaba demasiado ocupada construyendo los DB5 normales, por lo que Brown propuso a Harold Radford construir sus Aston Martin DB5 Shooting Brake. Conocido hoy como Radford Shooting Brakes, aceptó y pasó a construir 12 ejemplares, cuatro de los cuales contaban con el volante a la izquierda para su posterior exportación a otros mercados.
Esta unidad en particular de 1965, con el número de chasis DB5/2273/L, es uno de ellos. Ha pasado toda su vida en Suiza con solo tres propietarios. Solicitado con la costosa conversión desde el primer momento, fue un proceso de enorme esfuerzo económico, pues, en ese momento, costaba aproximadamente el doble del precio promedio de una casa inglesa. Una suma quizá apropiada, teniendo en cuenta que el coche fue rediseñado desde el pilar A.
El carrocero tuvo que cortar la estructura tubular del techo y extenderla con paneles de acero, así como colocar un portón de una sola pieza. En el interior, las modificaciones incluyeron asientos traseros plegables que ampliaron la capacidad de carga hasta los 1.132 litros. Este coche en particular, uno de los cuatro con el volante a la izquierda, fue pedido inicialmente por el Sr. Rainer Heumann de Suiza y se envió el 1 de diciembre de 1965.
Cuenta con algunos extras como una antena de radio, dos cinturones de seguridad para los asientos delanteros, un reposacabezas desmontable para el lugar del pasajero y la inscripción de sus iniciales en cada puerta. Aparentemente, usó el coche a diario durante 30 años y lo volvió a pintar en Cumberland Gray en la década de los 80. En 2003 fue comprado por su segundo propietario, también suizo, quien lo sometió a una restauración completa.
El trabajo también incluyó volver a pintar la carrocería en Grigio Quartz, reforzar el techo y reemplazar las luces traseras del DB6 Vantage originales por las de un DB5, como se muestra en el shooting brake original de David Brown. El motor también se actualizó a la especificación de 4,2 litros de Aston Engineering y la transmisión automática con la que salió de fábrica se sutituyó por una caja de cambios manual ZF de cinco velocidades.
El tercer y actual propietario compró el coche en 2009 y encargó una revisión aún más detallada al especialista de Aston Martin, RS Williams. El motor aumentó su desplazamiento a 4,7 litros y se equipó con los carburadores triples SU8 HD8 adecuados. La suspensión recibió amortiguadores RS Williams, así como ruedas de 15 pulgadas. Finalmente, la carrocería fue repintada de nuevo en el tono original Silver Birch.
Ahora, este Aston Martin DB5 Shooting Brake se ofrecerá en la venta de RM Sotheby’s de Monterey el 15 de agosto. Nadie sabe cuánto dinero ganará el vendedor con este extraordinario clásico, pero se espera una cantidad de entre 1 y 1,5 millones de dólares, es decir, entre 890.000 y 1,34 millones de euros. Por supuesto, toda la documentación viene adjunta en la venta.
Luis Blázquez
Aficionado al mundo del motor desde que fui concebido. Aprendí a leer con revistas de coches y, desde entonces, soy un completo enamorado de la gasolina. Como no se nace sabiendo todo, cada día es importante aprender algo nuevo y así ampliar los conocimientos. Este mundillo tiene mucho que ofrecer, al igual que un servidor a vosotros los lectores.COMENTARIOS