Como un collage en el que se unen fragmentos de procedencias diversas, el Volkswagen Golf Cabrio (1H) de 1998 compartía rasgos de los Golf de tercera y cuarta generación. Pero además, se vendía por primera vez en España asociado a las siglas TDI, convirtiéndose en el primer descapotable diésel que conocimos por aquí.
La base del Cabrio era la misma que el Mk. 3 (1H) de 1993, pero actualizada ligeramente para dotarle de una imagen más cercana a la recién estrenada cuarta generación. Esto era bastante apreciable en el frontal, donde se adoptaron tal cual los grupos ópticos del Mk. 4 (1J), así como los paragolpes. En la zaga, sin embargo, se dejaron los pilotos del anterior, aunque el parachoques sí era nuevo. En la vista lateral era más difícil distinguirlos, quedándose el característico arco de seguridad más propio de los descapotables de los 80.
Por su parte, en el interior nos sentábamos frente al volante del Golf IV y una instrumentación iluminada en azul como en el más moderno. Pero ahí acababan las actualizaciones, pues el salpicadero se adoptó de la generación saliente. Asimismo, todo cuanto no se veía provenía del Golf III, bastidor y cotas incluidos.
No obstante, la principal novedad se encontraba bajo el capó. El Golf Cabrio equipaba el archiconocido motor 1.9 TDI en su versión de 110 CV, que en sí mismo no suponía ningún avance, pero sí al ser montado bajo una carrocería de este tipo. Eso sí, hay que matizar que fue en España, pues el Cabrio se había estado vendiendo con el TDI de 90 CV en otros mercados.
Del motor poco se puede decir que no sepamos: excelentes prestaciones y bajísimos consumos, aunque esta vez en un coche de capricho con el que poder circular a cielo descubierto a golpe de botón… Bueno, tras liberar los tiradores de forma manual.
Ahora viene la controversia de encontrar el sentido que tenía comprarse un descapotable con motor diésel, pero en plena fiebre del gasóleo alguno tenía que ser el primero. Con los años hemos visto que no erraron en su iniciativa, pues hasta algún roadster de Mercedes o Audi se ha rendido al Diésel. La alternativa en el caso del Golf Cabrio de aquella época ponía las cosas difíciles, ya que se vendía también con el 1.6 de 102 CV.
Este resultaba 3.000 euros más barato que el TDI, pero sus prestaciones eran inferiores. Obviamente el consumo también (del orden de 2 litros de media reales), pero de nuevo surge la duda de quién se compraba un coche de capricho para recorrer una buena kilometrada al año. Quizá con los coupé cabrio posteriores el Diesel cobrara más sentido…
En cualquier caso, ofrecía cierta polivalencia al contar con cuatro plazas relativamente cómodas, una capota bien acabada en cuanto a estanqueidad o ruido, y un equipamiento con casi todo lo necesario, pues a pesar de su elevado precio, el ABS formaba parte de la lista de opciones. La exclusividad tenía su precio y, como casi todo Volkswagen, este no era precisamente barato. Pero ya puestos, ¿por qué no mejor un New Beetle Cabrio?
Ángel Martínez
Soy uno de esos bichos raros a los que les apasiona hablar de coches y se pasaría horas comentando modelos o repasando la historia de la automoción. Pienso que la mayoría de ellos tienen su encanto, desde el deportivo con el que soñamos hasta el utilitario que te encuentras en cualquier esquina.Vaya refrito de coche y ademas muy caro. Como bien dices, mejor un Beetle cabrio