El Lamborghini Gallardo es un superdeportivo fabricado durante el período 2003-2013 en la planta de la marca situada en Sant´Agata Bolognese. Su nombre hace alusión a una ganadería de toros de lidia de El Puerto de Santa María (Cádiz) denominada Gallardo, aparecida en el siglo XVIII. Fue el sustituto del Lamborghini Jalpa.

Su diseño se inició tres años atrás, en el 2000, siendo la evolución de una propuesta del estudio Italdesign Giugiaro y desarrollada por el Centro de Estilo de Lamborghini. Se buscaba un equilibrio entre los elementos estilísticos que fuesen funcionales y unos elementos funcionales con estilo. Vamos, que fuese fascinante, espectacular y funcional al mismo tiempo, sin adornos inútiles.

Su silueta tiene elementos de los monovolúmenes, pero es mucho más bajo, con una parte superior casi sin ángulos. Las tomas de aire delanteras sirven para refrigerar el radiador de agua, mientras que una de las laterales sirve para refrigerar el radiador de aceite. El alerón trasero sí tiene función dinámica, elevándose a partir de cierta velocidad. Todos sus elementos aerodinámicos se diseñaron con el objetivo de tener una gran estabilidad antes que poseer un buen coeficiente C_x.

Las llantas resultan cuando menos llamativas, combinando cinco brazos rectos con igual cantidad de orificios circulares. Debido a su gran anchura -1.900 mm- los retrovisores calefactables se plegaban eléctricamente. Para la apertura de las puertas se eligió el sistema batiente tradicional. Junto a su gran anchura destaca su reducida altura, tan solo de 1.165 mm; ideal para pasar por debajo de las barreras de las autopistas de peaje. Resulta más bien corto para su anchura, con 4.345 mm.

Se intentó alcanzar unas mínimas exigencias de seguridad y comodidad, incluyendo elementos de confort y seguridad como retrovisor interior fotosensible, airbags frontales, laterales de cabeza y de tórax y barras de protección lateral, entre otros. El resultado fue tan bueno que Audi lo utilizó como base para construir el R8, diferenciándose sobre todo en el motor, un V10 en el modelo italiano frente al V8 del modelo alemán, hasta la llegada del R8 V10.

Su base constructiva era tan buena que fue utilizada por Audi para construir su R8

En contra de lo que se pueda pensar respecto a su fiabilidad -es un coche italiano- el único defecto importante que se le detectó fue una supuesta fuga de líquido hidráulico del sistema de dirección asistida, que podía degenerar en un incendio, por lo que Lamborghini llamó a revisión a 1.500 unidades entre los años 2004-2006.

Lo mejor se encuentra debajo de su piel, un V10 atmosférico situado en posición central trasero longitudinal. El bloque está construido íntegramente en aluminio, con las camisas integradas en el bloque. La V forma un inusual ángulo de 90 grados. Con el objetivo de conseguir un orden de encendido ideal las muñequillas del cigüeñal van descentradas en 18 grados, con el mismo orden que un motor con la V a 72 grados. Con esto se consigue un motor más plano, con la consiguiente rebaja del centro de gravedad.

Su cilindrada total es de 4.965 cm³ y es un motor de carrera larga (82,5×92,8 mm de diámetro y carrera), por lo que la velocidad lineal del pistón es elevada, del orden de 24,7 m/s a 8.000 RPM. La culata tiene cuatro válvulas por cilindro y doble árbol de levas en cabeza movidos por cadena. Su encendido es directo, con una bobina para cada cilindro.

Su distribución es variable continua en la admisión y en el escape; cuanto mayor es el régimen más avanzado es el momento de apertura de la admisión. El colector de admisión tiene longitud variable, corto a régimen alto y largo a bajo régimen. La lubricación es por cárter seco, con dos radiadores, uno para la caja de cambios y otro para el lubricante del motor.

Entrega 500 CV a 7.800 RPM y 510 Nm de par máximo a 4.500 RPM, un valor bajo para un motor que puede subir hasta las 8.000 RPM

A 1.500 RPM ya entrega 408 Nm y mantiene 449 Nm al régimen de potencia máxima, que en la práctica significa un torrente de potencia y par en un rango muy amplio de revoluciones. Empuja como un verdadero animal a cualquier régimen. Oírlo sonar detrás de las orejas es una experiencia inolvidable al volante.

Se ofrece con dos cajas de cambio diferente, una manual de seis velocidades -con su característica rejilla- o una variante robotizada de la misma (e-gear), con mandos secuenciales en el volante y cuatro programas distintos: normal, sport, automático y de baja adherencia. Esta última tenía en su momento un manejo suave y rápido, igual o mejor que el trabajo realizado por un experto de forma manual.

La tracción es total permanente, con un diferencial central autoblocante de acoplamiento viscoso, con un reparto de par de 30/70 delante y detrás. Carece de control electrónico de la tracción en ambos ejes. En el eje delantero utiliza un dispositivo electrónico que sustituye al autoblocante a través de un frenado selectivo de las ruedas, mientras que en el eje trasero lleva un autoblocante mecánico de disco.

Las suspensiones son de paralelogramo deformable de dobles triángulos en ambos ejes, complementados con amortiguadores de dureza variable Koni y muelles helicoidales. El equipo de frenos está a la altura, con discos ventilados en ambos ejes, de ocho pistones y 365 mm delante y de cuatro pistones detrás de 335 mm. Solo necesita 35,7 metros para quedarse clavado desde 100 km/h y 92 metros desde 160 km/h. El calzado también es de primera, con neumáticos Pirelli Pzero 235/35 ZR19 delante y 295/30 ZR19 detrás.

Este propulsor se apoya en un bastidor construido en aluminio formando una estructura de piezas extruidas que están unidas por piezas de fundición. A esta estructura se unen otras piezas estampadas unidas de diferentes formas -remaches, tornillos o soldaduras-. Con este método de fabricación se consigue una rigidez torsional buena para su peso (cerca de 1.600 kg), con un valor de 23.000 Nm/grado. Los paragolpes de material termoplástico van atornillados al bastidor.

En cuanto a sus prestaciones, su velocidad máxima es de 309 km/h. Acelera de 0 a 100 km/h en 4,5 segundos y alcanza los 200 km/h desde parado en 13,8 segundos. En cuanto a las recuperaciones, pasa de 80 a 120 km/h en cuarta en 4,4 segundos y dedica 5,8 y 7,6 segundos para el mismo registro en quinta y en sexta, respectivamente. Los 1.000 metros desde parado los recorre en 22,8 segundos.

De la fábrica salieron un total de 14.022 unidades durante sus 10 años de producción y tuvo un montón de versiones, como el Gallardo Special Edition, Nera, Spyder, Superleggera, LP 560-4, LP 570-4 Superleggera, LP 550-2 Valentino Balboni, Polizia, LP 570-4 Blancpain Edition, LP 570-4 Squadra Corse, LP 570-4 Spyder Perfomante, LP 570-4 Superleggera Ediziones Técnica, LP 560-4 Tricolore, LP 570-4 Super Trofeo Stradale, LP 550-2 Spyder y LP 560-4 50th Anniversary Facelift. Es posible que se quede alguna versión en el tintero.

En diciembre de 2013 se retiró del mercado, presentándose de manera oficial su sucesor, el Lamborghini Huracán.

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