La segunda generación del Volkswagen Golf se dio a conocer en 1983, una renovación muy esperada tras los buenos resultados de la primera entrega del compacto alemán. Todavía no tenía el cacé que atesora el modelo actualmente, pero aquella primera generación había colocado los pilares sobre los que se sustentaría todo.
Aquella segunda generación, el Golf MK2, se mostró inicialmente durante el salón de Frankfurt y desde el primer momento quedaba claro que era un Golf. Todos los rasgos del coche y sus volúmenes, mantenían el lenguaje estético de la primera entrega, aunque cambiaban muchas cosas y además, era un coche más grande. A simple vista daba la impresión de ser bastante más grande, pero en realidad, las diferencias no eran muy exageradas.
La segunda generación del Golf crecía hasta los 3,985 milímetros de largo –3.820 milímetros el Golf I–, mientras que la anchura era de 1.665 milímetros y la batalla de 2.475 milímetros –1.610 milímetros y 2.400 milímetros para el MK1–. El peso sí creció bastante, alrededor de unos 100 o 150 kilos según versión.
Cuando el Golf II llegó al mercado, se encontró con una lista de rivales donde destacaban el Opel Kadett y el Ford Escort, aunque no se podía olvidar al Renault 11. Estos cuatro coches protagonizaron una gran cantidad de pruebas comparativas en la época, junto al Lancia Delta y por supuesto, junto al Peugeot 309. De hecho, los rivales y el enorme éxito del coche hicieron que en Volkswagen no quisieran hacer demasiados cambios y mantuviera la estructura básica y la implantación general de todo el coche. Ya se sabe, si funciona, ¿por qué cambiarlo? El caso es que el Golf siempre se ha visto perseguido por ese dicho y las evoluciones que llegaron después mantuvieron la misma esencia.
El Volkswagen Golf MK2 siempre será recordado por la versión GTi, sobre todo el Golf GTi 16v con 139 CV, pero el resto de versiones apenas son tenidas en cuenta por ningún fanático del modelo. El Golf GTi pegó tan fuerte, que eclipsó por completo a otras opciones dentro de la gama, como el 1.8 de 90 CV o incluso un turbodiésel 1.6 con 80 CV. Pero el Golf II mejoró notablemente algunos apartados de la primera entrega, como los acabados, la ergonomía, la habitabilidad o el equipamiento. De hecho, el Volkswagen Golf II fue el primero de la saga en equipar dirección asistida y los elevalunas eléctricos de serie –según versiones–.
Las primeras versiones del Golf II tenían un frontal con solo dos faros circulares, a excepción de las versiones norteamericanas, que tenían faros rectangulares. En 1986 el coche se sometió a un restyling que dotó al coche de nuevos detalles, como un nuevo frontal, se reposicionó el espejo lateral hasta la esquina delantera de la ventanilla –que ahora ya no estaba partida– y se cambiaron algunos anagramas. Fue con el restyling cuando aparecieron versiones como el Golf Syncro, el Volkswagen Golf G60 o el Volkswagen Golf Rallye.
Javi Martín
Si me preguntas de donde viene mi afición por el motor, no sabría responder. Siempre ha estado ahí, aunque soy el único de la familia al que le gusta este mundillo. Mi padre trabajó como delineante en una empresa metalúrgica con mucha producción de piezas de automóviles, pero nunca hubo una pasión como la que puedo tener yo. También he escrito un libro para la editorial Larousse sobre la historia del SEAT 600 titulado "El 600. Un sueño sobre cuatro ruedas".COMENTARIOS