A finales de la década de los 90, Volkswagen estaba en uno de sus mejores momentos, o eso daba la impresión por la fuerza con la que actuaba en cada segmento del mercado. Fue entonces cuando lanzó la cuarta generación del Golf, cuando puso en circulación el Passat B5 –sobre todo el restyling– y cuando se les ocurrió lanzar el Volkswagen Bora, básicamente un reemplazo para el Volkswagen Vento aunque bastante diferente.
Comercializado en algunos mercados bajo el nombre de Jetta, el Volkswagen Bora era, por así decirlo, un Golf IV con carrocería sedán. Se presentó como prototipo en 1997 y puesto en circulación en 1998, el Bora empleaba la plataforma A4, la misma que la usada para el Volkswagen Golf IV, modelo con el que, además, compartía otras cosas como suspensiones, motores, habitáculo…
A finales de los 90, los sedanes todavía mantenían su lugar en el catálogo de las marcas y contaban con una buena proyección comercial. De hecho el Volkswagen Bora contó con una buena aceptación y no tardó en dejarse ver con las carreteras, casi siempre con el ya mítico motor 1.9 TDI, aunque también se llegó a ofrecer con motores tan carismáticos como el 1.8 20vt o, por supuesto, el V5 de 2,3 litros en sus dos versiones, la de 150 CV y la de 170 CV. Destacar, no obstante, que también llegó a montar el VR6 de 2,8 litros con 204 CV, el mismo motor del Volkswagen Golf IV V6.
La producción del Volkswagen Bora comenzó sus ventas poco después de la llegada del Volkswagen Passat B5 –este apareció sobre 1996– y presentaba un diseño que no tenía relación alguna ni con el Passat ni con el Golf. Era, casi, un modelo aparte y con personalidad propia y con un frontal y una trasera que no compartían nada con otros modelos y que parecía no seguir con la línea de diseño que Volkswagen seguía en aquel momento.
Por supuesto, el nombre del modelo se toma de un viento, como suele ser costumbre en Volkswagen. Concretamente, Bora es un viento invernal que fluye de forma intermitente sobre la costa del Mar Adriático, así como en partes de Grecia, Rusia, Turquía y en Bulgaria. En otras partes del mundo, como Estados Unidos, Sudamérica o Sudáfrica, se mantuvo la denominación de Volkswagen Jetta por su popularidad.
La producción del Volkswagen Bora se mantuvo hasta el año 2006, cuando fue reemplazo por una nueva generación del Volkswagen Jetta, un coche que para la ocasión si parecía tener mucha más relación con el Volkswagen Golf –con la quinta generación, para ser más concretos– y lucía una imagen más clásica y quizá, con algo más de empaque, aunque parecía haber perdido algo de calidad por el camino.
Javi Martín
Si me preguntas de donde viene mi afición por el motor, no sabría responder. Siempre ha estado ahí, aunque soy el único de la familia al que le gusta este mundillo. Mi padre trabajó como delineante en una empresa metalúrgica con mucha producción de piezas de automóviles, pero nunca hubo una pasión como la que puedo tener yo. También he escrito un libro para la editorial Larousse sobre la historia del SEAT 600 titulado "El 600. Un sueño sobre cuatro ruedas".Les falto mencionar el volkswagen bora mk4. 5